A mediados de enero, la desaparecida aerolínea alemana Air Berlin subastará parte de su inventario. Entre los objetos que se venderán al mejor postor se encuentran asientos de primera clase, el carrito de bebidas utilizado por la tripulación durante los vuelos o la vajilla de la clase ejecutiva. Incluso los juguetes que la compañía solía regalar a los niños, incluido su mítico osito de peluche, o las famosas chocolatinas en forma de corazón saldrán a subasta. Aunque el objeto de esta operación es recaudar dinero que irá a parar a la masa concursal que servirá para indemnizar a los acreedores, la puja supone para muchos un agónico punto y final para una compañía que dejó de operar a finales de octubre tras verse acuciada por las deudas y una situación financiera insostenible.
Su quiebra, por la magnitud y la trascendencia no solo dentro de las fronteras alemanas, encabeza el dramático ranking de empresas alemanas que no vieron la luz de 2018. La de Air Berlin fue solo uno de los 20.200 casos de insolvencia que registró Alemania el año pasado. Una cifra que, aunque acusó un descenso del 6,3% respecto al año pasado, choca de lleno con el buen estado de salud de la economía germana y, por tanto, confiere un cierto claroscuro a la primera potencia económica europea.
No obstante, el número de bancarrotas disminuyó por séptimo año consecutivo y alcanzó su nivel más bajo desde 1994, según datos de Creditreform lo que, según este instituto, deja no obstante unas pérdidas financieras para los acreedores de unos 26.600.000 millones de euros y unos 198.000 empleos amenazados o directamente eliminados. Muchos de ellos de Air Berlin. Fundada a finales de los años 70, fue la segunda mayor aerolínea germana, por detrás de Lufthansa. La compañía se declaró insolvente el pasado 15 de agosto, después de que su principal propietaria, la compañía Etihad Airways, anunciase que le retiraba la financiación.
Ese mismo día, el Gobierno alemán le proporcionó un crédito de 150 millones de euros para ayudarle a seguir manteniendo el plan de vuelos hasta finales de octubre y evitar que dejara a miles de pasajeros varados durante sus vacaciones. No fue suficiente; el pasado 28 de octubre Air Berlin dejó de volar definitivamente. "Esperanzas, sueños, la nostalgia por estar lejos y el amor a viajar volaron siempre con nosotros y generaron miles de historias" fue, por aquel entonces, el mensaje de despedida que lanzó la aerolínea, que será recordada como una de las compañías más míticas del país pero también como la bancarrota más importante de 2017 en Alemania.
Las grandes bancarrotas
Pero la de Air Berlin no fue la única. El histórico grupo de sex-shops Beate Uhse declaró asimismo su insolvencia el año pasado tras fallar la opción de una inyección de fondos por parte de un grupo de inversores. Pionera en el negocio de artículos eróticos y pornográficos, sus tiendas no obstante lucharán por seguir existiendo. "Estamos tomando una senda que confiamos permita reestructurar el grupo en todo su conjunto", dijo el presidente ejecutivo Michael Specht en un comunicado, en el que recoge que seguirá negociando con potenciales inversores.
La compañía, cuyos orígenes se remontan a 1951, fue fundada por la expiloto Beate Rotermund-Uhse, auxiliar de transporte de las fuerzas alemanas en la Segunda Guerra Mundial, y al poco tiempo se convirtió en la mayor tienda de productos eróticos por ingresos. Pero la llegada de Internet y las ventas online hundieron su negocio y, ante la urgente necesidad de dinero, el gigante del sexo contrató un préstamo de 30 millones de euros que todavía no ha podido devolver.
También el fabricante alemán de paneles solares SolarWorld se declaró en concurso de acreedores el pasado 12 de mayo arrastrado por la feroz competencia china. Sin embargo, en agosto y gracias al apoyo de la compañía Qatar Solar Technologies, consiguió superar sus problemas de insolvencia y en la actualidad continúa su actividad con dos plantas en Alemania, aunque 1.200 de sus empleados perdieron su puesto de trabajo.
El fabricante de cocinas Alno no corrió con la misma suerte. A pesar de que el inversor financiero River Rock compró el grupo por 20 millones, la actividad sigue en suspenso y casi todos sus empleados siguen en casa esperando volver a trabajar. También de fuera tuvo que llegar la ayuda para sacar a flote la compañía alemana de autobuses Touring.
Fundada en 1948, poco pudo hacer para revitalizar las 260 líneas con las que operaba en 34 países europeos ante la llegada de una competencia de precios agresiva. El pasado agosto, el grupo CroatiaBus/Globtour se hizo cargo de las operaciones comerciales lo que permitió continuar con el servicio regular.
Junto a ellas, otras miles de empresas que pronto caerán en el olvido o que pasarán a formar parte del ideario colectivo de lo que en su día llegaron a ser.
Insolvencia de Niki
Un tribunal de Berlín rechazó este jueves una petición legal de impugnar la declaración de insolvencia de la aerolínea Niki, lo que podría paralizar la venta de la filial austriaca de Air Berlin a IAG, y remitió el caso a un tribunal superior para que emita un fallo. Fairplane, grupo que representa a pasajeros de aerolíneas, presentó un reclamación legal para que el procedimiento de insolvencia de Niki se trasladara a Austria, donde tiene su base la aerolínea, desde Alemania, según confirmó la asociación en un comunicado.
En su recurso Fairplane argumenta que Niki, registrada como una compañía en Austria, "había sido rentable, pero perdió el acceso a financiación puente cuando se abrió un procedimiento de insolvencia en Alemania en diciembre". Niki solicitó la insolvencia en Berlín el mes pasado después de que la alemana Lufthansa desistiera de su oferta por la aerolínea ante las reticencias a la operación desde Bruselas.
A finales de diciembre, IAG comunicó al mercado la compra por 20 millones con los atractivos derechos de despegue y aterrizaje de Niki, que se integrará al holding propietario de Iberia y British Airways como subsidiaria de Vueling.
8:21 - 5/01/2018
http://www.eleconomista.es/economia/noticias/8847974/01/18/Air-Berlin-a-la-cabeza-de-las-20200-quiebras-alemanas.html
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