domingo, 30 de septiembre de 2018

La superpoblada China quiere más niños




El envejecimiento de la población en el país asiático empuja a Pekín a estimular la procreación entre sus ciudadanos y a avanzar hacia la completa liberalización de la natalidad


Durante casi cuatro décadas, las autoridades chinas se esforzaron al máximo por restringir el número de hijos que las mujeres podían tener, echando mano de medidas draconianas para cumplir su voluntad si era menester. Ya no más. Ahora, en todo un ejercicio de rectificación política al más puro estilo "donde dije digo, digo Diego", Pekín alienta a las féminas patrias a tener cuantos más vástagos, mejor. Porque, aunque parezca difícil de concebir en un país con 1.370 millones de habitantes, faltan chinos en China.

Son varios los factores que han llevado a esta situación. Por un lado está el crecimiento de la esperanza de vida del chino medio, que en el último medio siglo ha pasado de los 57,6 años a los 76,7, según datos del Banco Mundial. A esta buena noticia se le añade el envejecimiento de la población. Según la firma Statista, si en el año 2020 habrá unos 250 millones de mayores de 60 años, esa cifra se disparará en dos décadas hasta los 426 (un 30% del total de la población).

Pero mientras que estas dos variables crecen, la población en edad de trabajar no deja de reducirse desde 2010, una tendencia que se prevé que continúe en el futuro (hasta 100 millones de trabajadores menos de aquí a 2035, según un reciente estudio del Gobierno chino). Un peligroso cóctel que, sumado a la falta de un programa de seguridad social adecuado y a una baja tasa de natalidad de 1,6 niños por mujer, amenaza con convertir la pirámide de la población en un rombo que socave los recursos económicos del Estado y las familias.

Este escenario comenzó a fraguarse con la imposicíón de la política del hijo únicoallá por 1979. Los mandatarios comunistas defienden que este gigantesco experimento social les ayudó a controlar el crecimiento de su población y a luchar contra la pobreza. Sin embargo, en el año 2013, el propio Gobierno reconoció las implicaciones que había tenido la ley en el envejecimiento de su población y en el desequilibrio actual en la proporción entre varones y hembras (se estima que hay más de 33 millones más de hombres que de mujeres en el país), por lo que permitió a aquellas parejas en las que ambos eran hijos únicos tener dos vástagos si así lo deseaban. Dos años después, la opción de tener la parejita se extendió a todo el mundo.

Aún así, el 'baby boom' que esperaban como agua de mayo no se ha materializado. En 2016, primer año sin política del hijo único, nacieron 17,9 millones de niños, tan solo 1,3 millones más que el año anterior. El año pasado fue aún peor, y la Oficina Nacional de Estadísticas registró 17,2 millones de alumbramientos, muy lejos de los 20 pronosticados por los mandatarios.

Como en muchas otras sociedades modernas, el imparable aumento del coste de la vivienda y de la educación o la incorporación de la mujer al mercado laboral explican por qué los jóvenes cada vez tienen menos prisa para buscar descendencia. Parejas que, por otra parte, están formadas mayormente por hijos únicos a los que se les ha machacado con que el modelo familiar ideal era el de unos padres con un solo hijo.

Conscientes de que una crisis demográfica puede poner en peligro el desarrollo económico y socavar la estabilidad y autoridad del Partido Comunista, los oficiales se han puesto manos a la obra para estimular la procreación entre sus ciudadanos. "Tener hijos no es sólo un asunto familiar, sino también un asunto de Estado", proclamaba en un reciente editorial el Diario del Pueblo, órgano de comunicación oficial del PCCh.

El artículo desató miles de comentarios, muchos de ellos criticando que las mismas autoridades que hasta hace poco practicaban abortos y esterilizaciones forzosas ahora presionen a las mujeres para que se queden embarazadas. "Puede que ahora los funcionarios intervengan en las políticas pro natalistas de manera igual de agresiva a como lo hicieron en las antinatalistas", dijo Mary Gallagher, experta de la Universidad de Michigan, al diario 'The Guardian'. "Esto podría tener efectos muy negativos en la posición de las mujeres en el mercado laboral, en la sociedad y en la familia", apostilló.

Si provincias como Liaoning ya ofrecen incentivos fiscales para que las parejas se animen a tener niños, otras han apostado por alargar el permiso de maternidad o se plantean bonificaciones en educación o vivienda por cada nuevo hijo que se tenga.

El nuevo Código Civil, que entrará en vigor en 2020, también apuesta por tomar medidas favorables a la natalidad. Según recogía recientemente el Diario de la Procudaría, el código plantea establecer un "periodo de calma" de hasta un mes para que aquellas parejas que se quieran divorciar se lo replanteen antes de iniciar los trámites. Además, del borrador del texto también habría desaparecido cualquier referencia a la "planificación familiar", lo que equivaldría a la eliminación definitiva de los sistemas de control de la natalidad que han llevado a esta situación.

El último paso hacia el desmantelamiento de estas políticas se registró hace unos días. Entonces, la Comisión Nacional de Sanidad china anunció que tres departamentos responsables de la ejecución de las políticas de planificación familiar fueron eliminados y que en su lugar se ha creado un departamento nuevo que concentrará "el monitoreo de la población y el desarrollo familiar". "Entre la gente de a pie y los académicos ya existe suficiente consenso sobre el fin de estas políticas. Es solo cuestión de tiempo antes de que la eliminen", aseguró Wang Huiyao, presidente del Centro para China y la Globalización, a 'The New York Times'.

Sin embargo, muchos opinan que el fin de las restricciones llega demasiado tarde y que no ayudará a enderezar la situación si no es acompañado de un mayor gasto social. "Educación, servicios de salud materna e infantil, ayudas a la vivienda... Las autoridades deben invertir más en los que quieran tener un segundo o tercer hijo", señaló el académico Shang Xiaoyuan, de la Universidad de Nueva Gales del Sur. Si no lo hacen, apunta, a la larga puede ser peor.




ISMAEL ARANA
Hong Kong
29 SEP. 2018 02:31
http://www.elmundo.es/internacional/2018/09/29/5bae492f46163f6d688b45e8.html

En la nube Las ‘apps’ de citas son la nueva píldora

Las ‘apps’ de citas son la nueva píldora
Ilustración de Teresa Bellón


Las redes para ligar traen otra revolución sexual... y un fabuloso negocio



No siempre fue libre la elección de pareja. Sobre todo para la mujer, tantas veces tratada como mercancía. En el siglo V antes de Cristo, el griego Heródoto —quizás el primer reportero— conoció en Babilonia una costumbre horrible a ojos de hoy que él aplaudía: las subastas de doncellas. Una vez al año, las mujeres casaderas se ofrecían en la plaza “no por esclavas, sino para que sean esposas de los compradores”. Primero iban las más atractivas, que se vendían caro; después, las menos agraciadas con su dote. La caja, digámoslo así, era solidaria. “Con eso las bellas dotaban a las feas y a las contrahechas”, celebraba el cronista, que creía esa ley “muy sabia” —en relación con otros usos de la época— y lamentaba su fin con la caída del imperio babilónico, escribió en el libro Clío.


Por desgracia, las bodas forzadas perviven en medio mundo, pero hemos ido a mejor. La ilustración impulsó la libertad individual, el romanticismo sublimó el amor, las revoluciones de los sesenta emanciparon a la juventud, la píldora dio un empujón... Y ahora ligamos en las apps: Tinder, Meetic, Happn, Grindr. Hasta hace poco elegíamos pareja sin coacción, pero casi siempre en un círculo limitado: colegas de estudios o laborales, amigos, amigos de amigos o, si acaso, concurrentes en bares y discotecas una noche loca. Un tercio de quienes se casan hoy en EE UU se conocieron online. Y hasta un 70% de las parejas homosexuales.

El fenómeno ha sido portada en The Economist (con el título “Modern love”), visto como cambio social y como fabuloso negocio: 4.600 millones de dólares y subiendo. Las apps no solo ayudan a vencer la timidez: además demuestran más tino. Surgen parejas consistentes, con más afinidades, menos frágiles. Más felices, concluye el semanario. Claro que algunos tampoco lograrán compañía así. La app te ayuda con la primera cita, pero la seducción en vivo aún es cosa tuya.

¿Es una nueva revolución sexual? Que se lo digan a los chinos: la red Tantan ha disparado las relaciones informales en un país tan conservador que la mayoría de bodas aún las pactan las familias.En Indonesia, por contra, la red se utiliza para la poligamia.

Sabemos muy poco de las tripas de estos algoritmos, lo que permite temer la discriminación”

Vale, cabe el recelo. Sabemos muy poco de las tripas de estos algoritmos, lo que permite temer la discriminación. E inquieta la concentración de tanto dato no ya privado, sino íntimo. Tinder, Meetic y Match son de la misma compañía. Tantan fue comprada por su rival Momo. Facebook, con todo lo que sabe ya de nosotros, prepara su servicio Dating.

El pastel es jugoso: en 2017 casi se duplicó. Tinder solo está detrás de Netflix como app de más ingresos. Hay mucho dinero en juego en tus amoríos, estables o efímeros. Libres en todo caso. La mercancía no eres tú, ¿verdad que no?


Por
Ricardo de Querol

Por qué deberíamos comer medusa para salvar los océanos

medusas
DARREN GARRETT.


Alimentar al mundo y terminar con las invasiones de medusas es posible si nos acostumbramos a su sabor


Escondido entre las dunas del sudoeste de la provincia de Buenos Aires, el pueblo vacacional de Monte Hermoso bulle de actividad: es verano, y las playas de la localidad desbordan de veraneantes. Niños y niñas corren por el lugar, construyendo castillos de arena, jugando con un surtido de pelotas y riendo. Mujeres y hombres reposan sobre tumbonas, sus pieles relucientes con protector solar y lociones bronceadoras. Jubilados y pensionistas caminan sin cesar a lo largo de la línea costera, charlando en animados grupos de dos, tres y cuatro.
La escena no diferiría mucho de otros destinos de playa alrededor del mundo -por ejemplo, Málaga, Rimini, o Piriápolis- de no ser por un detalle particular: sin importar cuánto suba la temperatura, las aguas azul profundo permanecen vacías. Nadadores, surfistas, kayakistas; nadie está allí. La razón es simple: debajo de la superficie del océano bancos de criaturas fantasmagóricas y tentaculares esperan. En tierra, la situación puede parecer bajo control humano, pero aventurarse solo unos pasos dentro del agua implica estar hasta la rodilla en territorio de medusas.

La aguaviva

Olindias sambaquiensis es un depredador acuático y translúcido. Su pequeño cuerpo alcanza típicamente los 9-10 centímetros de diámetro y está dotado de 38 tentáculos capaces de proporcionar una dolorosa picadura. Es una de las 689 especies de medusas que habitan la región sudoeste del océano Atlántico; en Argentina solo se utiliza una palabra para referirse a cualquiera de ellas, sin distinción: aguaviva. Cada verano, entre 500 y 1.000 casos de picaduras de medusa se reportan en Monte Hermoso. Es el lugar del país donde la picadura de medusa es más probable,  pero no es un caso único.  Los bancos de medusas han obstruido redes de pesca, interrumpido operaciones de acuicultura marina y provocado breves pánicos en playas y lugares tan distintos como InglaterraJapón y el mar de Azov. En años recientes docenas de plantas nucleares alrededor del globo han tenido que cesar sus operaciones debido a la proliferación espontánea de medusas: las mismas cañerías que toman agua de refrigeración pueden aspirar medusas en cantidades industriales. Los barcos de gran porte también se exponen a sufrirlas. En 2006 el USS Ronald Reagan, un portaaviones nuclear, quedó momentáneamente fuera de servicio después de atravesar un banco de medusas.
Las medusas son uno de los pocos ganadores naturales del cambio climático, ya que su ciclo reproductivo se ve favorecido por el ascenso de temperatura en los ciclos oceánicos

Las razones de la explosión

La explosión de las medusas en todo el mundo se debe a una serie de factores interrelacionados. Una de las principales causas es la sobrepesca de sus predadores naturales, como el atún, que a su vez elimina la competencia por el alimento y el espacio para reproducirse. En paralelo, diversas actividades humanas en zonas costeras también ayudan a explicar el fenómeno: allí donde enormes cantidades de nutrientes son volcadas al mar (en forma de residuos agrícolas, por ejemplo) se producen explosiones de poblaciones de algas y plancton, que consumen el oxígeno del agua y generan las denominadas zonas muertas. No muchos peces y mamíferos acuáticos pueden sobrevivir en ellas, pero las medusas sí, y además encuentran en el plancton una fuente de alimentación abundante e ideal. Cuando las poblaciones de medusas logran establecerse, las larvas de otras especies terminan siendo parte del menú también, desequilibrando la cadena trófica.
Las medusas son, además, uno de los pocos ganadores naturales del cambio climático, ya que su ciclo reproductivo se ve favorecido por el ascenso de la temperatura en los ciclos oceánicos. Pero hay más factores. Existe evidencia de que ciertas especies de medusa se reproducen con mayor facilidad junto a estructuras costeras artificiales, como muelles y embarcaderos. Por esta razón, es difícil dilucidar si los esfuerzos por detener, o incluso revertir el cambio climático representan una solución a la creciente presencia de medusas en los mares, al menos mientras se sigan generando problemas en ecosistemas costeros y cadenas alimenticias marinas.
Hasta la fecha han habido varios intentos para contrarrestar el efecto de las medusas en varios lugares del mundo. Por ejemplo, el uso de redes antimedusa en el Mediterráneotrituradoras de acero en las quillas de portaaviones en Chinay el uso de robots asesinos en Corea del Sur. Pero ninguno de estos intentos ofrece una solución real al problema: las redes antimedusa terminan atrapando todo lo que se mueve (poniendo otras especies marinas en riesgo), y tanto los esfuerzos chinos como surcoreanos se enfocan más en la protección de activos estratégicos (barcos, plantas de energía) que en abordar las causas sistémicas de la proliferación de medusas. 
Entretanto -y no lejos de Monte Hermoso- un científico enarbola una idea más interesante: si queremos resolver el problema de las medusas, debemos dejar de verlas como una molestia, y comenzar a verlas como comida.

El 'hombre medusa'

“Sí, yo soy el hombre medusa, bromea Agustín Schiariti desde su oficina del Instituto Nacional de Desarrollo Pesquero (INIDEP)
La sede central del INIDEP está en el mar del Plata, ciudad portuaria que es también el destino veraniego más popular de la Argentina, unos cientos de kilómetros al este de Monte Hermoso. El edificio del instituto se erige sobre un masivo rompeolas que separa la base de submarinos de la ciudad de la lujosa franja de costa conocida como playa Grande. En él docenas de científicos y estudiantes de doctorado trabajan en proyectos de ciencias marinas aplicadas que van desde el cp control por satélite del mar argentino hasta el desarrollo de programas piloto de pesquería para especies como el pez limón y el pulpo. Aquí, en el marco del programa de Ecologías Pesqueras, Schiariti lidera la investigación sobre las medusas.
Su oficina parece confirmar el apodo: fotos de coloridos especímenes, mapas oceánicos y notas garabateadas con nombres científicos de especies y subespecies cuelgan de las paredes. Sobre el escritorio, una medusa de peluche se apoya en el costado de un monitor, y arriba, un par de docenas de libros sobre medusas descansan en una estantería flotante.
Agustin Schiariti, en su oficina de INIDEP.ampliar foto
Agustin Schiariti, en su oficina de INIDEP.MARTIN ETCHEGARAY
“Las regiones costeras de todo el mundo han visto mucho desarrollo en las últimas décadas. Hemos instalado plantas nucleares y fábricas, construido hoteles y resorts para turistas”, dice Schiariti. “Dirigimos recursos a un sinnúmero de lugares que previamente habían visto poco o nulo desarrollo, y pocos años después notamos que casi todos los veranos, una enorme cantidad de medusas aparece en estos espacios, o en las cercanías de una planta de desalinización que fue instalada hace menos de una década”.
El científico no considera que el cambio climático sirva como explicación a la proliferación de medusas a nivel mundial y, pese a que el fenómeno sea visto como una maldición para muchos, también puede ser percibido como una bendición. “La proliferación se vuelve un problema alrededor del planeta, y en paralelo, existen maneras para beneficiarnos de ella. La producción de alimentos es, quizás, la más realista y viable de todas”, dice.
Schiariti, con su disposición amable de profesor universitario, lleva estudiando 15 años las poblaciones de medusas. Su experiencia de campo, en el contexto de la explosión demográfica global, lo ha llevado a promover la medusa como una fuente de alimentación. 
Para empezar, es importante reconocer que la medusa tiene valor nutricional. Son, básicamente, “proteínas, agua y sal, con bajo a nulo contenido graso”, explica. “No las consideraría un plato principal, pero funcionan bastante bien como acompañamiento para otras preparaciones”.
“Tuve la oportunidad de probar medusa en distintas circunstancias y platos a lo largo de los últimos años,” continúa. “Tiene una textura extraña, al menos para mis estándares: suave y crujiente al mismo tiempo. ¿Es eso siquiera posible? En lo que respecta al sabor, no es tan mala como se puede imaginar. Es salada y de un sabor ligeramente suave, casi como un brote de soja. Ciertamente no lo más memorable que se puede probar, pero tampoco lo peor.”
“Dirigimos recursos a un sinnúmero de lugares que previamente habían visto poco o nulo desarrollo, y pocos años después notamos que casi todos los veranos, una enorme cantidad de medusas aparece en estos espacios, o en las cercanías de una planta de desalinización que fue instalada hace menos de una década”
Schiariti quiere que la gente (en Argentina y fuera de ella) se ponga en el lugar de quienes ya consumen medusa, en lugares como China, Japón, Indonesia y Tailandia. “En Occidente los consumidores no piensan en la medusa como comida y los pescadores la consideran una captura inservible, en el mejor de los casos. Pero no es así en todas partes”, remarca. “Al este de Asia la medusa es parte del menú hace décadas. Se la consume en sopas, snacks y ensaladas, entre otras formas. No todos en Asia la consumen de la misma manera, ni siquiera consumen las mismas especies, y me gustaría enfatizar este aspecto. Los japoneses, por ejemplo, no consumen las mismas especies de medusa que la gente de China. Esto es una ligera prueba de que la medusa es capaz de atravesar barreras culturales y aún así ser considerada una fuente valiosa de alimento en lugares muy distintos”. No todo es optimismo; Schiariti suaviza su entusiasmo y concede que solo 20 especies, de las miles que existen, son demandadas por estos países, por lo cual la pesca de medusas estaría limitada por el gusto de los consumidores.
De todas formas, Schiariti argumenta que el desarrollo de una pesquería de medusa podría ayudar a los pescadores artesanales del planeta, ofreciéndoles una fuente extra de ingresos. Argentina, por su parte, cuenta con una de las plataformas marinas continentales más extensas del planeta (más amplia que la de Brasil y aproximadamente de la mitad del tamaño de la de Estados Unidos) y es en este tipo de aguas donde las medusas abundan. Por otra parte, los futuros beneficios que pueda deparar la pesca están atados a la disponibilidad de inversiones y educación en la materia, y es aquí, según Schiariti, donde se presenta uno de los mayores desafíos.
“Los políticos aún ven el tema con incredulidad”, admite, “pero millones de personas ya consideran la medusa como alimento”. Y un mercado así tiene un potencial económico enorme.
Snacks chinos que contienen medusa.ampliar foto
Snacks chinos que contienen medusa. MARTIN ETCHEGARAY

Pocos apoyos 

La misión de Schiariti no es nada sencilla. En Argentina es difícil encontrar el tipo de apoyo público y privado que una pesquería de medusa requiere. La economía del país atraviesa una crisis de grandes proporciones, y la industria pesquera refleja tanto errores presentes como pasados: embarcaciones obsoletas, salarios estancados, costes operativos altos y la competencia de pesqueros ilegales se presentan como los más sobresalientes. Según datos de la Cámara de Industrias Navales de Mar del Plata, la edad promedio de la flota pesquera es de 40 años, y los problemas de mantenimiento son moneda corriente. Nada parece fácil: cualquier proyecto pesquero que involucre a la medusa tendría los mismos problemas que aquejan al conjunto del sector.
Tampoco es fácil persuadir al resto del mundo de que incluya a las medusas en el menú no es sencillo. Pero Schiariti cree que comer medusa puede ser visto como un acto de empatía cultural, una manera acercarnos a otro tipo de cultura, de entender distintas maneras de pensar, y más precisamente, de pensar la comida.
Antes de finalizar la entrevista, Schiariti me entrega un pequeño paquete de plástico con inscripciones en chino. Al tacto se siente como un  colchón de agua en miniatura relleno de bandas elásticas. “Medusa, para que pruebes”, dice. “Es de este año, así que supongo que es segura para comer”. No suena muy confiado. 0
El gusto es construido, temporal y subjetivo. Factores sociales, económicos, culturales y religiosos influyen nuestras dietas y contribuyen a hacer del gusto un concepto difícil de encasillar, con infinitas ramificaciones

Sabores extraños

Unos días después de mi entrevista con Schiariti abro el paquete  y coloco un puñado de tiras en un recipiente con agua. De esta manera, según me comentaron, la carne perderá parte de su contenido de sal. Ya tengo decidido cómo voy a comerla: primero, probaré un par de piezas sin ningún tipo de añadido para tener una impresión limpia del sabor. Después, si este no es espantoso, añadiré el resto a una ensalada de tomate y lechuga, y rociaré todo con aceite de girasol y reducción de vinagre aceto balsámico. 
Mientras espero a que la medusa esté lista, empiezo a leer varios artículos  de Carolyn Korsmeyer, una filósofa del gusto y el tacto que trabaja en la Universidad de Buffalo. Sus ideas sobre las comidas extrañas e inusuales son muy enriquecedoras; abordando la famosa cena anual del Club de Exploradores, donde más de un millar de investigadores e intelectuales se visten de gala para celebrar el “instinto explorador” degustando comidas como insectos o testículos de toro, Korsmeyer escribe: "Comer es necesario, placentero...  e inevitablemente destructivo. Las comidas extrañas generan no solo disgusto, sino también otras emociones como simpatía, lástima y curiosidad. ¿Son estas emociones útiles como guías culinarias?"  
Korsmeyer parece dirigirse a la pregunta más amplia de qué constituye el gusto. En principio, sabemos que es construido, temporal y subjetivo. Factores sociales, económicos, culturales y religiosos influyen en nuestras dietas y contribuyen a hacer del gusto un concepto difícil de encasillar, con infinitas ramificaciones. El placer, por supuesto, también es un concepto flexible, y cuando se asocia a la comida puede tomar diversas formas. Para algunos, estará representado por un tomate libre de pesticidas; para otros, será el costillar de un animal que cazaron ellos mismos. Korsmeyer argumenta que las comidas inusuales “tienen la capacidad de ocupar el tipo de funciones simbólicas que ocupa el arte, la transformación de la aversión en placer, del disgusto en delicia.”
Dos horas ha pasado; la medusa debería estar lista. Voy a la cocina, paso el contenido del recipiente por un colador de pasta y me quedo mirando las tiras de carne espectral, intentando decodificar su simbolismo. ¿Qué significa esto para mí? Agarro una pieza y la sostengo frente a mis ojos, y pienso en las duras vidasde los pescadores de General Lavalle, un pueblo sobre la Bahía de Samborombón en el norte del mar del Plata Muerdo una pedazo. Tiene un ligero sabor a mar y la textura no es tan fibrosa, gracias a Dios. Mientras mastico, empiezo a creer que Korsmeyer tiene un buen argumento: la curiosidad puede, en efecto, funcionar como una guía culinaria. Después de todo, es una de nuestras más antiguas guías para todo, desde territorios a descubrimientos científicos, una fuerza que conecta pasado, presente y futuro. Trago el primer bocado y recuerdo una de las líneas finales de La biblioteca de Babel, el cuento de Jorge Luis Borges: "La certidumbre de que todo está escrito nos anula o nos afantasma". 
No hay curiosidad posible sin un grado de incertidumbre, y el pensamiento de que estas cualidades emocionales me trajeron hasta aquí (a este momento de comida, de vida) me hace sentir bien, en calma. Agarro otro pedazo. No está tan mal, después de todo.
https://elpais.com/elpais/2018/09/18/ciencia/1537282711_864007.html

La práctica del ayuno en favor de la salud carece de aval científico

La práctica del ayuno en favor de la salud carece de aval científico
El ayuno implica restringir alimentos durante un tiempo determinado; la dieta alude a la ingesta habitual (a_namenko / Getty Images/iStockphoto)


Las investigaciones sobre sus efectos son pocas y dudosas

“Hoy por hoy, la práctica del ayuno esporádico o intermitente por motivos de salud no tiene justificación científica, y cualquier recomendación que promueva el ayuno para reducir peso, prevenir enfermedades crónicas o mejorar el estado de ánimo carece de fundamento”. Esa es la conclusión a la que han llegado los integrantes de la plataforma Nutrimedia –el proyecto liderado desde la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y el Centro Cochrane Iberoamérica para analizar la veracidad de los mensajes y mitos relacionados con la alimentación y la salud–, tras revisar las pruebas científicas disponibles sobre esta cuestión.
Los investigadores afirman que aunque el ayuno cada vez tiene más adeptos y es promovido públicamente por muchos famosos como método para estar más en forma, aún no hay fundamentos que avalen científicamente estos efectos porque se han hecho pocas investigaciones y de una calidad insuficiente.

“Ayunar para adelgazar, mejorar el ánimo o prevenir enfermedades no tiene fundamento”


Pablo Alonso, investigador del Centro Cochrane Iberoamérica en el Hospital de Sant Pau, detalla que las últimas revisiones realizadas han localizado cuatro ensayos clínicos y dos estudios observacionales sobre el impacto del ayuno, pero con resultados poco confiables. “Las conclusiones de esas investigaciones presentan riesgo de sesgo por las limitaciones metodológicas que tienen (no eran estudios ciegos); son poco precisas porque incluían a pocas personas, e inciertas porque hacían un seguimiento a corto plazo, de 6-8 semanas, así que se desconoce el impacto a medio y largo plazo”, comenta.
De ahí que el informe de Nutrimedia concluya que “el grado de certeza con que se puede afirmar que el ayuno intermitente tiene un efecto positivo en la reducción del peso y en el estado de ánimo es bajo, y muy bajo si hablamos de sus efectos sobre las enfermedades crónicas”.
El ayuno ha sido en ocasiones relacionado con una mejor reacción del metabolismo en la lucha contra el cáncer y con la prevención de la obesidad y de la diabetes. Pero también se atribuyen a esta práctica efectos adversos como irritabilidad, trastornos del sueño, dificultad para concentrarse, deshidratación y deficiencias nutricionales, por lo que instituciones médicas como el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer o la Asociación de Dietistas del Reino Unido no lo recomiendan.
Desde Nutrimedia remarcan la diferencia entre ayuno y dieta, pues mientras el primero implica restringir alimentos durante un tiempo determinado –unas horas al día, unos días a la semana, al mes o al año–, la dieta alude a la ingesta habitual de alimentos y bebidas.

https://www.lavanguardia.com/vivo/20180929/452069899956/ayuno-practica-aval-cientifico-dudas-salud.html

8 tendencias eco-foodie que ya conquistan el mercado

8 tendencias eco-foodie que ya conquistan el mercado
España cuenta con la mayor superficie cultivable de Europa dedicada a la agricultura ecológica (Unsplash)


Del ‘aquí y ahora’ al ‘a todas partes’. Las nuevas pautas de consumo marcan un nuevo ritmo en el mercado con la producción ecológica por bandera


El cuerpo lo pide a gritos y la naturaleza lo confirma. Lo que mejor le sienta a nuestro organismo es lo que mejor le sienta al planeta.No es ningún secreto. Es sentido común. Y el mercado, que nunca descansa, se ha apuntado a la ‘fiesta ecológica’ con la introducción de una gran variedad de productos que toman el pulso a sus consumidores, sus preferencias e inquietudes, mientras estas se convierten en tendencias (y en #hashtags).
Y es que los datos que arrojan los últimos estudios son la excepción que confirma la regla: España se encuentra en el Top 10 mundial del consumo ecológico, con un mercado que supera los 2.000 millones de euros. Aunque aún estamos lejos de las cuotas de algunos mercados europeos o los más avanzados como el australiano, cada español ya gasta, de media, 32 euros en productos ecológicos. Y si hablamos de producción, el país cuenta con la mayor superficie de terreno cultivable de Europa dedicado a la llamada Agricultura Ecológica (AE).

La ‘santísima trinidad’: slow, eco y healthy



La alimentación ecológica no es (solo) una alternativa o una pequeña sección en la estantería del súper. Es una nueva ‘religión de consumo’ basada, entre otros, en tres principios: lo slow, lo eco y lo healthy. Tres caminos que confluyen en la misma dirección: la alimentación sostenible. Y en España lo sabemos bien: el consumo de productos ecológicos se ha incrementado en un 50% en los últimos 6 años, según datos del Ministerio de Agricultura.
1. El té y el café ‘saltan’ de la taza
Ambas bebidas se reinventan y superan los obstáculos de su, a priori, estado natural. Té y café son piedras angulares en miles de hogares y cafeterías… y oficinas, gimnasios, parques, metros, calles. Consumirlo en cualquier parte es una nueva necesidad y para llegar a ellos han adoptado nuevas formas. Buena prueba de ello es Honest, la novísima marca 100% ecológica de Coca-Cola que ofrece tés y cafés ecológicos concebidos para ser bebidos en cualquier sitio.
La nueva gama de cafés y tés ecológicos de Honest
La nueva gama de cafés y tés ecológicos de Honest (Honest)
2. De supermercado al mercado 3.0
Para el consumidor, Internet es una puerta al conocimiento y la información sobre beneficios y propiedades. Comunidades, plataformas, grupos de consumo… Los consumidores del ‘aquí y ahora’ buscan, comparan y vuelven a buscar. Pero antes se informan, preguntan, comparten, colaboran. Por su parte, los productores necesitan diferenciarse y hacer crecer su marca en Internet para ser encontrados, no solo por el consumidor, también por los fabricantes y marcas.
3. Azúcares, los justos
Según el informe ‘Las claves que mejor definen al consumidor’, elaborado por AECOC Shopper View, el 45% de los usuarios comprará productos que percibe como saludables, mientras el 31% afirma que adquirirá alimentos sin o bajos en azúcar. No es una sorpresa, el azúcar está en el punto de mira de la sociedad -y de la OMS-, especialmente el ‘azúcar invisible’, el que no se ve.
Honest Café Bio cuenta con un 44% menos de azúcares
Honest Café Bio cuenta con un 44% menos de azúcares
Las marcas lo saben y cada vez más apuestan por reducir el azúcar que se consume en alimentos y bebidas. Honest Café Bio sigue también la tendencia, contando con un 44% menos de azúcares por 100ml que el resto de bebidas refrescantes no carbonatadas con café.
4. ‘Ready to drink’
Del ‘aquí y ahora’ al ‘aquí y donde me pille’. El mercado pide productos adaptados al nuevo ritmo de vida que imponen las ciudades. De hecho, geográficamente son las áreas urbanas, especialmente Madrid y Barcelona, donde más se consumen este tipo de productos. “En la actualidad, el té y el café son dos de los segmentos que más están creciendo dentro de las bebidas listas para tomar sin alcohol”, apunta Adelaida Jaquotot, Senior Brand Manager Stills & Innovation de Coca-Cola Iberia.
5. Híper-personalización
Ni blanco ni negro. Los nuevos consumidores son diversos, dinámicos, flexibles, únicos e inclusivos. Muchas marcas han apostado por introducir nuevos sabores, ingredientes y combinaciones que gustan a todos porque, precisamente, no pretenden gustar a todo el mundo. Gamas de producto amplias y altamente personalizadas como las de Honest Té Bio, con variedades de Té negro sabor Limón y Flor de Naranjo, Té negro sabor Frambuesa y Albahaca y Té blanco sabor Melocotón y Romero.
Honest cuenta con tres variedades diferentes de té bio y otras tres de su café ecológico
Honest cuenta con tres variedades diferentes de té bio y otras tres de su café ecológico
6. Envases vegetales y 100% reciclables
De nada vale un contenido ‘eco’ si el continente que lo envuelve no cumple con el mismo principio. Cada vez es más habitual encontrar productos que, además de estar elaborados a partir de ingredientes ecológicos, están protegidos por envases 100% reciclables que cierran el ciclo del residuo cuando el producto se ha consumido. “Todo en Honest es reciclable”, explican desde Coca-Cola. Por otra parte, poseer certificación ecológica es tan importante como evitar los conservantes y colorantes.
7. Transparencia y honestidad
La relación marca – consumidor cambia y se impone una nueva manera de entender el mercado. En él, no existen tiranías de consumo unidireccional, sino relaciones de confianza entre productores, proveedores y consumidores y, por supuesto, de respeto por el medio ambiente. Es el caso de Honest, por ejemplo, la marca de tés ecológicos cumple con todas las leyes y directrices de la UE sobre cultivos ecológicos.
El consumidor cada vez se preocupa más por la procedencia y los modelos de explotación de la naturaleza para la producción de los alimentos
El consumidor cada vez se preocupa más por la procedencia y los modelos de explotación de la naturaleza para la producción de los alimentos (Honest)
8. Piensa global, actúa local
Los consumidores muestran una gran conciencia global fomentada, sin embargo, por el consumo de proximidad. Por eso cada vez es más habitual comprobar la procedencia de los ingredientes y su cercanía o asegurar que en la producción se han tenido en cuenta modelos de explotación sostenibles para la naturaleza y sus trabajadores. Una visión que Honest quiere extender aprovechando la red de distribución de Coca-Cola: “Queremos que la alimentación ecológica sea accesible a todo el mundo, no solo con un precio asequible”.
Para el eco-consumidor el beneficio es doble: mientras consume cuida del medio ambiente y lleva un estilo de vida saludable. No es de extrañar que sus preocupaciones hayan calado en la sociedad y el mercado las haya transformado en las nuevas tendencias eco-foodie. Renovarse o morir.