El mercado de Santa Ana, el señorial paseo de Montejo, la vida nocturna del barrio de Santa Lucía y una sopa de limón en La Chaya Maya
Abarcable, con poco menos de un millón de habitantes, un centro recoleto que se puede recorrer a pie, una distribución ordenada, tráfico tolerable, comercios atractivos y muchos lugares para comer, escuchar música y tomar copas…, la mexicana Mérida es una de esas ciudades en las que uno se quedaría a vivir.
8.00 Desayuno: antojitos
Nada mejor para tomar el pulso a esta ciudad, en el Estado de Yucatán, que desayunar en el mercado de Santa Ana (1) (calle 47 con 58), un excelente lugar para iniciarse en la gastronomía local tomando antojitos yucatecos y jugos naturales. El mercado está situado junto a la iglesia del mismo nombre, una de las primeras que los españoles construyeron en Mérida. Unas pocas calles nos separan de la avenida más emblemática de Mérida, el paseo de Montejo, un largo bulevar de estilo francés de cinco kilómetros de longitud, flanqueada por señoriales edificios, algunos todavía viviendas, mientras que la mayoría alberga bancos, museos, restaurantes y comercios. En el paseo de Montejo encontramos el Palacio Cantón (2), un edificio neoclásico que fue propiedad de Francisco Cantón, gobernador del Estado de Yucatán. Representa la prosperidad económica que vivió la ciudad en las primeras décadas del siglo XX con el auge de la industria henequenera (elaboración de sisal) y hoy alberga el Museo de Antropología, con una importante colección de cultura maya. El palacio es vecino de otras construcciones de la época, como la Quinta Montes Molina (3), una casa-museo con muebles originales de 1915; la Casa Peón de Regil, de estilo italiano y fachada de piedra labrada, y la Casa Vales, majestuosa y simétrica.
10.00 ‘La Peregrina’
Sería imperdonable no detenerse en la heladería Colón (4), otro clásico del paseo de Montejo (en el número 474), y sentarse en su terraza para degustar un helado de elote (maíz) o de coco. Tres calles más allá espera la Casa T’Hó (5), un palacete que reúne propuestas de diseño, moda, arte y gastronomía. Y la cafetería Impala (6), abierta desde 1958, un clásico para desayunar. En el centro del paseo de Montejo se encuentra el Monumento a la Patria, obra del escultor colombiano Rómulo Rozo. Otro monumento venerado de la ciudad es el dedicado a Felipe Carrillo Puerto (7) (1924-1974), uno de los personajes más queridos de la historia yucateca por sus ideas e iniciativas en pos de la dignificación del pueblo maya y la modernización de las instituciones y relaciones económicas. Carrillo Puerto también pasó a la historia por su relación amorosa con la periodista estadounidense Alma Reed, corresponsal del The New York Times en Yucatán, a la que llamaba Pical Halal, romance que inmortalizó la canción La Peregrina. Carrillo Puerto fue fusilado junto a tres de sus hermanos en enero de 1924.
12.00 Dos visitas
Llegamos a la plaza Grande (8) o plaza de la Independencia, el centro administrativo, flanqueada por edificios emblemáticos como la catedral, el Palacio Municipal, el hotel Mansión Mérida, el Palacio del Gobierno y la Casa Montejo. Visitamos estos dos últimos, ambos de entrada gratuita. Un amplio patio da la bienvenida en el Palacio del Gobierno y protege del calor exterior; el primer piso guarda los murales del meridano Fernando Castro Pacheco (1918-2013), que narran la historia local reflejando el sentir de la cosmogonía maya y relatan la opresión que el pueblo maya ha sufrido a lo largo de los siglos. Y del Palacio del Gobierno al Museo-Casa Montejo, residencia del fundador de Mérida, que conserva el mobiliario y la estructura originales de la casa. A una cuadra se halla la iglesia de la Tercera Orden (9), del siglo XVII. En su fachada llama la atención la utilización de piedras de antiguos edificios mayas.
13.00 Teatros y galerías
Orientarse en Mérida es fácil gracias a la nomenclatura de sus calles con números: pares para las calles paralelas al paseo de Montejo, impares para las transversales. Entre fachadas de colores cada vez más vivos gracias a la importante tarea de restauración que se está llevando a cabo, nos perdemos por el centro para encontrar un puñado de buenos teatros como el Peón Contreras (10) (calle 57), con una interesante programación estable, y el restaurado Armando Manzanero, en un bello edificio art déco (calle 62). Por la calle 60 llegamos hasta el centro histórico, el barrio de Santa Lucía (11), cuya plaza principal está rodeada de restaurantes y por la noche acoge actuaciones de folclore yucateco. La calle 60 concentra también muchas galerías de arte. La vida cultural bulle en Mérida con apuestas contemporáneas. Ejemplo de ello es Toloc (12) (calle 60, 398a), que organiza exposiciones y talleres. Mérida fue capital americana de la cultura en 2017, un gran revulsivo que ha puesto la ciudad en la onda y le ha dado el impulso definitivo.
14.00 Las marquesitas
Hora de comer y muchísimas opciones. Elegimos La Chaya Maya (13) (calle 57 con 62), restaurante popular que sirve cocina yucateca y especialidades como la cochinita pibil y la refrescante sopa de lima. Para probar otro de los bocados locales habrá que esperar a media tarde, cuando los puestos callejeros empiezan a tostar las marquesitas, dulces obleas rellenas de queso.
15.00 Hoteles con patio
El centro de Mérida depara agradables sorpresas como el B&G Atelier (14) (calle 43 con 54), donde Alicia Gamboa confecciona zapatos artesanos en un espacio compartido con las joyas realizadas con alambre por Rosetti Garduza. Uno se imagina estar en un sueño cuando pasa por delante del Coqui Coqui (15) (calle 55, 516), un elegante hotel boutique con marca propia de perfumería, ropa y diseño. Recorrerlo es un placer para los sentidos. Cerca está la heladería Pola,donde sirven helados para los más golosos y atrevidos (como el de frijol con puerco, que se elabora los lunes).
19.00 Noches de mezcal
La Negrita (16) (calle 62, 415) es otro lugar recomendable. Patricia Martín y Eric Samson compraron hace unos años esta vieja cantina y la revitalizaron con música cubana en vivo, buena comida y bebida y vigoroso mezcal. Hoy es considerada toda una institución, como también otros dos locales que Eric y Pati han abierto en Mérida: el bar Casa Chica (17), en el paseo de Montejo, y La Fundación (18) (calle 56, 465), donde es posible degustar 50 tipos de mezcales de todo el país. Direcciones perfectas para la cena o para una copa al final del día.
https://elviajero.elpais.com/elviajero/2018/08/31/actualidad/1535726744_621085.html
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