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El contraespionaje francés ha detectado la presencia de un número creciente de europeos blancos en los campos de entrenamiento de Al Qaida en Pakistán y Afganistán.
El contraespionaje francés ha detectado la presencia de un número creciente de europeos en los campos de entrenamiento de Al Qaida en la frontera entre Pakistán y Afganistán. Según una nota informativa interna de la Direction Centrale du Renseignement Intérieur (DCRI), más de un centenar de europeos de diversas nacionalidades, entre ellos 14 franceses, habrían recibido desde hace meses una formación especial en el manejo de explosivos y armamentos.
A juicio de la DCRI se trata de europeos de raza blanca y convicciones religiosas, unidos por el odio contra Europa, prestos a entrar en acción en el momento oportuno.
Giro en la amenaza terrorista
Varios especialistas estiman que tales revelaciones marcan un aparente giro en la evolución de la amenaza terrorista contra los países europeos. Tradicionalmente, los miembros de Al Qaida eran musulmanes fanáticos y barbudos. Los europeos que han recibido entrenamiento en Pakistán o Afganistán tienen un físico muy diferente: son europeos capaces de camuflar su fanatismo vistiendo como occidentales.
“Estos nuevos miembros de Al Qaida, afirma la nota interna de la DCRI, quizá sean más peligrosos. Y todo parece indicar que están dispuestos a entrar en acción en el momento que ellos o las distintas facciones del islamismo subversivo lo consideren oportuno”.
París y las grandes ciudades francesas continúan siendo un blanco privilegiado, a jucio de la DCRI, cuyas filtraciones coinciden con la detención, en el sur de Argelia, de un grupúsculo de Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI) que proyectaba atentados en varias capitales europeas.
Por JUAN PEDRO QUIÑONERO / PARIS from ABC.es 07/02/2011
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