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Investigadores probaron con éxito una dieta especial que diseñaron y que parece reducir el riesgo de desarrollar el mal de Alzheimer.
El estudio comparó la llamada dieta MIND con la popular dieta mediterránea, benigna para el corazón, y la dieta DASH, que busca ayudar a controlar la presión alta. La dieta MIND toma muchos aspectos de las otras dos, y todas contienen principalmente vegetales y una baja cantidad de alimentos con alto contenido de grasa. Sin embargo, la dieta MIND pone un énfasis particular en comer alimentos “saludables para el cerebro”, como vegetales de hojas verdes y bayas, entre otras recomendaciones.
El estudio, realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad Rush en Chicago, descubrió que cumplir estrictamente cualquiera de las tres dietas reducía las probabilidades de contraer el mal de Alzheimer. No obstante, sólo la dieta MIND pareció ayudar a contrarrestar la enfermedad aun cuando la gente seguía sólo algunas de las recomendaciones de la dieta. La investigación fue basada en la observación, no fue aleatoria ni controlada, y por lo tanto no es evidencia de que la dieta MIND causó un riesgo menor de contraer Alzheimer. En cambio, la investigación muestra que hay una asociación entre ambos.
El estudio es parte de un pequeño conjunto de investigaciones que se centran en la forma en que la nutrición puede mejorar la salud cerebral y prevenir el declive cognitivo y el daño a la memoria que traen aparejado el mal de Alzheimer y otras formas de demencia. Expertos afirman que hay una conciencia creciente de que los factores de estilo de vida —no sólo la genérica— juegan un rol prominente en el desarrollo del Alzheimer, y los investigadores esperan encontrar una dieta óptima que reduzca las probabilidades de desarrollar la enfermedad. Se estima que unos 5,1 millones de personas en Estados Unidos tienen Alzheimer, una cifra que se prevé que crezca a 7,1 millones para 2025, según la Asociación de Alzheimer.
“Es un campo relativamente nuevo comparado con las enfermedades cardíacas y la diabetes y la nutrición”, dice Martha Clare Morris, profesora de epidemiología neurológica de Rush. “A medida que aprendemos más y más, creo que definitivamente modificaríamos o actualizaríamos la dieta (MIND) según las investigaciones más recientes”, agrega Morris, quien fue la principal autora del estudio, publicado recientemente en la revista Alzheimer’s & Dementia.
La dieta MIND, cuyo desarrollo llevó dos años, toma su nombre de las siglas de Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay (algo así como Intervención mediterránea-DASH para retraso neurodegenerativo). Los investigadores modificaron las dietas mediterránea y DASH según evidencia de estudios en animales y humanos que analizan la nutrición y el cerebro. DASH son las siglas de Dietary Approaches to Stop Hypertension (Enfoques dietarios para detener la hipertensión).
Harald Walker/Corbis
Por ejemplo, las frutas, que son una recomendación común en las dietas para mantener saludable el corazón, no han mostrado detener el declive cognitivo o prevenir la demencia, pero las bayas, y en especial los arándanos, sí lo han hecho, señala Morris. La dieta MIND recomienda comer bayas al menos dos veces a la semana y no incluye recomendaciones de otros tipos de frutas. La investigación también ha mostrado que los vegetales de hojas verdes protegen al cerebro más que otros vegetales. La dieta MIND incluye una porción de hojas verdes además de comer uno o más vegetales extra al día. La dieta MIND contiene muchas nueces y frijoles, granos enteros y aceite de oliva, y recomienda una copa de vino diaria, todo lo cual también es recomendado por una o las dos otras dietas.
El estudio se realizó entre 923 participantes que no tenían demencia al comienzo de la investigación. Sus edades oscilaban entre los 58 y 98 años, con una mediana de 81 años. Los participantes, que fueron relevados en promedio durante cuatro años y medio, respondieron cuestionarios todos los años sobre cuán a menudo comían ciertos alimentos, entre 144 opciones distintas. Quienes se alimentaron siguiendo de cerca la dieta MIND registraron un riesgo 53% menor de desarrollar Alzheimer. El riesgo se redujo 54% con la dieta mediterránea y 39% con la dieta DASH.
De forma considerable, el seguir la dieta MIND aún de forma moderada ayudó a disminuir el riesgo de Alzheimer en 35%. En comparación, seguir de forma moderada las dietas mediterránea o DASH no afectó las probabilidades de contraer la enfermedad. Ese descubrimiento fue particularmente alentador, porque para muchas personas es más fácil seguir sólo algunas de las recomendaciones de una dieta. “Creo que eso motivará a la gente”, sostiene Morris.
El estudio controló la predisposición genética, la actividad física, la actividad cognitiva y la educación. Un análisis más profundo controló varias enfermedades crónicas. Fue el primer estudio publicado sobre la dieta MIND, y los investigadores prevén que se realicen más cambios pequeños. Por ejemplo, luego de más investigación podrían agregarse a la dieta el cacao y la cafeína, señala Morris.
Los investigadores también analizaron vegetales de hojas verdes en relación al declive cognitivo. Los participantes que comieron de una a dos porciones de vegetales verdes al día registraron un “descenso drástico en la tasa de declive cognitivo” frente a la gente que comía menos verdes, dice Morris. “Era alrededor del equivalente de ser 11 años más joven”, agrega.
Murali Doraiswamy, profesor de psiquiatría del Centro Médico de la Universidad de Duke, y experto en Alzheimer que no estuvo involucrado en el estudio de la dieta MIND, elogia el potencial de la dieta. Afirma, no obstante, que se necesita un estudio controlado aleatorio para determinar si la dieta realmente reduce el riesgo de demencia, y si combinarla con cambios en el estilo de vida como hacer ejercicio y meditación podría generar más beneficios.
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