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Una gran investigación estudia las bases de la convivencia y la cooperación universal que nos han llevado a ser lo que somos
Definimos moral por el "conjunto de normas que rigen el comportamiento de las personas que forman parte de una sociedad determinada, de modo que puedan contribuir al mantenimiento de la estabilidad y de la estructura social". Se trata de una de las palabras que más han preocupado a filósofos y pensadores desde tiempos inmemoriales. Bien se podría decir que los valores morales son los que nos hacen ser lo que somos, seres humanos que comparten un espacio y un tiempo determinado y que en base a este razonamiento, se ven forzados a convivir de acuerdo a unas reglas. Estos valores no deben confundirse con los éticos, ya que estos últimos pretenden definir los comportamientos correctos, mientras que los morales son los aceptados de antemano por una sociedad.
"Las personas de todo el mundo se enfrentan a un mismo conjunto de problemas sociales, a la par que usan un modo parecido de hacerles frente". Son las palabras de Oliver Scott Curry, profesor de Antropología en la Universidad de Oxford, quien se ha aventurado a realizar un estudio, publicado en la revista 'Current Antropology', para descubrir cuáles son los rasgos morales que compartimos todos los seres humanos. "En todas partes, todos compartimos un código moral común. De alguna forma, todos estamos de acuerdo en que cooperar y buscar el bien común es lo correcto".
Robar está mal visto en casi todas las culturas, salvo en la de los chuukeses, donde se ve como positivo demostrar dominio sobre los otros
Un buen día, Curry organizó un debate entre sus alumnos sobre si la moral era un atributo innato o adquirido. El aula se dividió entre los que pensaban que la moral era la misma en todas partes y los que no. "Me di cuenta, obviamente, de que nadie lo sabía realmente, así que decidí averiguarlo por mí mismo", afirma en la revista 'Quartz'. Siete años más tarde, el profesor ha obtenido importantes respuestas a todas estas preguntas que, sin duda, han recorrido todas las épocas, desde Aristóteles y Platón a Nietzsche, pasando por Kant (y su negación de la moral) o el escocés David Hume.
Para realizar el estudio, Curry y su grupo de investigación estudió los relatos etnográficos de la ética de un total de 60 sociedades, en más de 600 fuentes y versiones. Así, halló que estos seis elementos coincidían y se repetían entre ellas: ayudar a la familia o al grupo social, obeder a los superiores, devolver favores, la valentía, dividir recursos y respetar la propiedad del otro.
Hay algunos valores morales muy extravagantes pero que a estas alturas solo siguen un número de adeptos muy reducido
Estas bien podrían ser las bases sobre las que se ha sustentado el mundo a lo largo de toda la historia. El profesor argumenta que la idea de moral ha ido evolucionando para promover la cooperación entre todos los seres humanos, de ahí que hayamos avanzado hacia un mundo mucho más justo y se rechace o la violencia como forma de conseguir unos fines, a pesar de todos los malos episodios de un pasado no tan remoto, como fue el siglo XX y sus numerosos conflictos bélicos.
El equipo de la investigación refrendó que estas siete formas de comportamiento se consideraron moralmente buenas en el 99,9% de los casos en todas las culturas analizadas. La única diferencia vino dada por el orden de preferencia o importancia que se les asigna a cada una de ellas, pero por norma general, todas las sociedades se han adherido a ellas en mayor o menor medida.
"Quedé bastante sorprendido con el resultado", valora Curry. "Esperaba que hubiera muchos 'ser valientes', 'no robar a los demás' o 'devolver favores', pero también esperaba algunas normas morales algo más extrañas". Hay algunos que sí que son bastante extravagantes, pero poseen un número de adeptos muy reducido, por lo que son minoritarios. Los investigadores resaltan el caso de los chuukeses, el grupo étnico más grande de los Estados Federados de Micronesia, en el que "robar a los demás se admira abiertamente, ya que exhibe el dominio de una persona sobre los otros y demuestra que no está intimidado por la agresividad de los demás".
Las críticas
Lo relevante de este estudio es que es el primero que se hace sobre el tema con una muestra tan grande. A pesar de esto, el hecho de reducir la moralidad humana universal a estas siete características sigue pareciendo demasiado pretencioso. Paul Bloom, profesor de psicología en la Universidad de Yale, es uno de los académicos que más han criticado el trabajo de Curry, asegurando de que estamos aún muy lejos de obtener un consenso sobre la definición de moralidad. "¿Se trata de justicia, de equidad o de maximizar el bienestar de los seres?", se pregunta. "¿No es más bien ver la gratificación como un bien a largo plazo en vez de mero altruismo?"
Bloom también critica que los antropólogos contemporáneos no explican suficientemente bien la manera en la que se llega a ciertos juicios morales, es decir, los roles que juegan la razón, las emociones, las estructuras cerebrales y su desarrollo para moldear las ideas sobre moralidad. "Si bien el texto afirma que los juicios morales son universales debido al conjunto de instintos, intuiciones, invenciones e instituciones, los autores no especifican correctamente la parte innata, lo aprendido y lo que va surgiendo a la hora de tomar una decisión personal".
AUTOR
E. ZAMORANO 31/03/2019
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