Imagine que paga un 52% en impuestos y aun así le encanta el lugar donde vive. ¿Le parece imposible?
Hable con otros empleados expatriados que se han establecido en Ámsterdam.
"Estoy en la franja del 52% y no me importa, porque los servicios son muy buenos", señaló la diseñadora estadounidense Rachel Ericson.
"Vivo en una ciudad preciosa, mi hijo va a un buen colegio, el seguro médico es mucho más barato que en Estados Unidos", añadió una de los tantos expatriados que ahora consideran a esta ciudad holandesa su hogar.
Los atrajeron los miles de puestos de trabajo disponibles en los sectores tecnológico y petrolero, entre otros. Se quedaron por las grandes ventajas de la ciudad, pese a que Ámsterdam tienes una de las tasas de impuestos más altas de Europa.
"Sé que si mañana me pasara algo, hay un sistema que está en condiciones de ocuparse de mí y de mi familia, así que no me preocupa", afirmó Ericson, que trabaja para la consultora de medios holandesa Van Gaal & Company.
Los Países Bajos figuran con regularidad en el ranking de los 10 países más felices del mundo, según estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Esas ventajas parecen estar también al alcance de los extranjeros que llegan a la zona para trabajar.
Un reciente sondeo del banco HSBC halló que los Países Bajos son el sexto mejor lugar del mundo para ser expatriado, citando como argumentos el período de permanencia de los encuestados y su capacidad de generar ingresos y ahorro.
¿Está pensando en la posibilidad de mudarse a Ámsterdam? Aquí tiene algunos consejos para conseguir trabajo y aclimatarse en una de las capitales más agradables para vivir del continente.
La búsqueda de trabajo
El mejor lugar para empezar una búsqueda de trabajo es su propia red de contactos, internet o los sistemas de búsqueda de ejecutivos, señaló Laura Quick, administradora del sitio web de Adams' Multilingual Recruitment en Ámsterdam.
Con 2.500 empresas extranjeras, 27 sedes de compañías globales y 269 sedes de compañías europeas, hay una amplia gama de oportunidades, especialmente en los sectores de petróleo y gas (piense en Shell), moda y venta minorista, publicidad y tecnologías de la información.
Hay mucha demanda de "candidatos cualificados que no hablen holandés para empresas internacionales", señaló Quick.
"’Sentimos la crisis (económica de 2008). La actividad se frenó, pero desde luego que no hubo un colapso. Ahora está volviendo a mejorar y hay un nivel de actividad razonable".
La primera escala para aquellas personas que quieran iniciar su aventura es el Expatcenter Amsterdam, un servicio con apoyo gubernamental cuyo único objetivo es ayudar a los inmigrantes muy cualificados a establecerse en Ámsterdam y sus alrededores. Ayuda a los interesados a lidiar con la troika crucial holandesa: obtener un permiso de residencia, inscribirse en el ayuntamiento y lograr un número de BSN (o de la seguridad social).
Si tiene un trabajo en un país de la Unión Europea o es originario de uno, debería poder hacer todas esas cosas con facilidad. "Pero los inmigrantes no procedentes de la UE y que están muy cualificados necesitan obtener un empleo antes de venir, y la duración de su estancia será equivalente a la de su contrato", afirmó Sietske van Tuin, gestor de operaciones de Expatcenter Amsterdam. "Después de eso, deberán encontrar un nuevo empleo o un socio que sea ciudadano de la UE".
Los trabajadores freelance (sin contrato temporal, con remuneración por trabajo específico), especialmente los que no sean procedentes de países de la UE, afrontan un reto mayor, ya que para obtener un permiso de residencia deben probar que generan ingresos suficientes.
"Estamos tratando de facilitarles las cosas", señaló van Tuin. "Ámsterdam es una ciudad creativa. Viene gente con grandes ideas y con start-ups(nuevos emprendimientos), y somos conscientes de que son igual de valiosos que los inmigrantes muy cualificados".
Fraser Robertson, un australiano 31 años que va a abrir una "tienda de cerveza artesanal" en Ámsterdam este verano, puede dar fe de ello. "Es cierto que esta ciudad te ayuda incluso a captar capitales", afirmó. "Aceptan las nuevas ideas y tienen un sistema regulatorio flexible. Siempre hay algún resquicio legal, y siempre que no presumas de ello no vas a tener ningún problema. Si contribuyes al bienestar del país, son muy receptivos".
Salarios e impuestos
Los sueldos son competitivos en comparación con otros países europeos, señaló Quick.
Además, los expatriados pueden aprovechar la regla impositiva especial que los declara exentos del pago de impuestos sobre un 30% de su sueldo. Sin embargo, deben tener un empleo y tener categoría de inmigrante muy cualificado, que requiere un salario bruto mensual mínimo de alrededor de 4.371 euros (US$5.943).
Esto ayuda a compensar el hecho de que los Países Bajos tengan una de las tasas de impuestos más altas de Europa. La tasa media es del 42% para quienes ganan entre 33.000 y 54.000 euros (entre 44.857 y 73.402 dólares). La tasa máxima es del 52% para ingresos de 54.000 euros o más.
La mayoría de los expatriados estadounidenses, incluida la diseñadora Ericson, deben hacer su declaración de impuestos estadounidense además de la holandesa. Si usted es estadounidense y se va a trasladar a Ámsterdam, es imprescindible que contrate a un buen asesor contable para que lo ayude a lidiar con estas cuestiones.
Afortunadamente para quienes no son estadounidenses, otros países aplican sus impuestos basándose en criterios de residencia.
Manejarse en holandés
Normalmente no se necesita hablar holandés para obtener un empleo o abrir una empresa. De hecho, los Países Bajos tienen una de las tasas de competencia en inglés más altas de Europa.
Robertson ha vivido 10 años en Ámsterdam y sigue sin hablar el idioma. "Tener un socio holandés ayuda, especialmente con los impuestos, porque no se puede hablar con las autoridades en ningún idioma que no sea el holandés", indicó este empresario que va a poner en marcha su negocio con un ciudadano de ese país.
"Pero para las empresas pequeñas no es necesario tener un holandés en el proyecto".
Aunque mudarse a un país en el que prácticamente todo el mundo habla inglés supone claras ventajas, también puede ser un obstáculo para la integración. "Para alguien que hable inglés es difícil aprender holandés porque todos le hablan en inglés y resulta muy cómodo, pero a mí no me gustaba sentirme tan aislada", dijo Ericson en alusión a sus primeros años allí.
Un estudio de 2012 sobre la vida de los expatriados financiado por el Expatcenter Amsterdam estableció que una de las quejas principales es la falta de integración: más de la mitad de los encuestados afirmó que no se siente parte de la comunidad local.
"Me llevó dos años tener mis primeros amigos holandeses", señaló Mark Austen, que se trasladó a Ámsterdam desde el Reino Unido hace tres años y va a abrir una tienda de impresión en 3D. "Es difícil meterse en ese círculo".
Vivienda y vida familiar
Los impuestos pueden ser agobiantes, pero la vivienda es relativamente asequible. "Todas las capitales y ciudades de un tamaño similar en Europa, como Frankfurt, Madrid, Copenhague y Estocolmo, son más caras que Ámsterdam en la actualidad", apuntó el agente inmobiliario Tale van Zandwijk, de Wedema Van Veen Jansen VOF.
Un departamento de dos habitaciones en los barrios más apetecibles del centro de la ciudad (como el cinturón de canales) podría costarle entre 2.000 y 2.500 euros (entre 2.719 y 3.398 dólares) al mes. Fuera del centro, puede esperar pagar de 1.300 a 1.500 euros (de 1.767 a 2.039 dólares) por un piso de dos habitaciones. Normalmente se pide una fianza equivalente a dos meses de alquiler. Los sitios webfunda.nl y pararius.nlson buenos para empezar a buscar, y ambos tienen anuncios en inglés.
Los colegios privados son caros. La British School de Ámsterdam, situada en Amsterdam South, cuesta 15.156 euros (US$20.600) al año. Hay opciones de enseñanza más baratas, incluidos los colegios privados concertados o los colegios públicos holandeses, que son conocidos por dar una educación de calidad.
Equilibrio entre la vida laboral y familiar
De todas las cosas en las que destacan los Países Bajos, la que más elogios acapara es el equilibrio entre la vida laboral y familiar. Es habitual que los profesionales, especialmente aquellos que tienen familia, solo trabajen cuatro días a la semana.
"Los holandeses esperan que sus empleados tengan vida más allá del trabajo, incluso durante la semana", señaló Quick.
"Nadie espera que estés en la oficina a las 7 de la mañana y que te quedes ahí sentado hasta las 8 de la tarde. De hecho, en muchas empresas ese comportamiento no se vería con buenos ojos, y en algunas sería motivo de crítica".
Debe saber que es posible que las empresas que no son holandesas, especialmente las estadounidenses, esperen que cumpla un horario extendido, no holandés. "Algunas han adaptado su forma de trabajar a la norma holandesa y otras se rigen en forma bastante estricta por las costumbres estadounidenses", afirmó Quick.
Ámsterdam tiene todas las ventajas culturales de una capital, incluidos museos, auditorios y restaurantes de prestigio mundial, así como varios parques frondosos. Sin embargo, sigue siendo suficientemente pequeña para que muchos expatriados consideren que la capital holandesa se parece más a un pueblo.
"Es el único lugar de Europa donde quiero vivir", señaló Austen, y tomó un sorbo de su café con leche en una de las muchas cafeterías independientes de la ciudad. "Es genial".
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