Las ciudades más dinámicas del 2025 estarán en Oriente. Las
occidentales pierden terreno y peso en el PIB mundial. Y la mayoría de estas
grandes ciudades estarán sólo en un país: China. Así consta en un informe
elaborado por McKinsey Global Institute.
Asia dominó el mundo durante muchos años, pero desde
mediados del siglo XIX quedó subordinada a Occidente y Japón. Zhongguo, nombre
tradicional de China, que significa Reino del Centro, se encerró en sí misma y
cerró sus puertos a todo lo que llegara por mar. Así estalló la denominada
primera guerra del Opio entre el Reino Unido e Irlanda y la dinastía Qing, una
monarquía despótica. La China anquilosada y feudal era obligada a firmar con el
Reino Unido el tratado de Nankin (1842), por el que perdía Hong Kong, abría sus
puertos más importantes al comercio con Occidente y concedía a los británicos
el derecho a arrendar tierras y construirse casas, las llamadas concesiones
extranjeras, territorios en las principales ciudades de la costa y en Pekín
sobre los que China carecía de jurisdicción. Dos siglos después, Asia recupera
el esplendor perdido con China ocupando el centro del escenario. Y lo hace de
la mano de sus ciudades, que ganan poder, como lo hacen también otras del
hemisferio Sur, a costa de las de Occidente.
"Más que nunca importan las ciudades. Sólo 600 centros
urbanos generan hoy el 60% del PIB mundial", han escrito Richard Dobbs,
director del McKinsey Global Institute, y Jaana Remes, investigadora del mismo
centro. Ni el número de ciudades ni su impacto en el PIB mundial variarán en el
año 2025. Lo que cambiará serán los miembros de este club de élite. Un 25% de
las occidentales desaparecerán, y su lugar será ocupado por 93 ciudades del
mundo en desarrollo. De ellas, 72 estarán en China, según recoge el informe'The
Most Dynamic Cities of 2025', elaborado por McKinsey Global Institute a partir
de su Cityscope, una base de datos que monitoriza 2.650 ciudades. Unos 2.000
millones de personas, el 25% de la población mundial, vivirá en las 600
ciudades o áreas metropolitanas económicamente más dinámicas del mundo, que
aportarán al PIB casi 47 billones de euros (cerca del 60%) en el 2025. Y el 40%
de las seiscientas ciudades estarán en un solo país: China, subrayan Dobbs y
Remes.
En la lista habrá dentro de once años ciudades que suenan a
todo el mundo, como Shanghai, Pekín, São Paulo, Nueva York, Tokio, Londres o
Houston. Pero habrá otras que sorprenderán a sus propios conciudadanos, como
Wuhan o Shantou (China), Barranquilla (Colombia), Surat (India) o Port Harcourt
(Nigeria), por citar algunos ejemplos. Wuhan, que está por delante de Los
Ángeles, Londres o Houston en el ranking de las 25 ciudades con mayor
crecimiento del PIB (ver cuadro), luce orgullosa sus poderes en su website
oficial: "...una moderna metrópoli con posibilidades ilimitadas, en el
corazón de China". Los analistas del McKinsey Global Institute señalan que
está previsto que aporte diez veces más al crecimiento del PIB mundial que
Auckland, aunque ironizan a renglón seguido que esta ciudad de Nueva Zelanda
seguro que tiene más diplomáticos acreditados que Wuhan, si es que la capital
de la provincia de Hubei tiene alguno.
Situada en las costas del mar de China Meridional, Shantou
fue una importante ciudad en la historia china del siglo XIX, al ser uno de los
principales puertos de comercio y contacto con las culturas occidentales. Lo
perdió con las guerras del opio y el ocaso del Reino del Centro. Hoy acoge
industrias químicas, electrónicas, farmacéuticas y petroquímicas, entre otras,
y es uno de los mayores centros de producción de aluminio del país. Shantou
tiene relaciones económicas con 165 países, y más de 50 multinacionales tienen
inversiones en la ciudad. Barranquilla es el puerto de Colombia hacia Estados
Unidos, México, Venezuela y los demás países de la cuenca del Caribe, y de su
dinamismo puede dar fe la creación, en 1911, de la primera línea comercial del
continente y la segunda del mundo, Scadta, convertida años más tarde en
Avianca. Surat, al oeste de India, es conocida por ser el centro mundial de los
diamantes y por ser la ciudad de la seda. Situada en el delta del río Níger,
Port Harcourt acoge la refinería de petróleo más importante de Nigeria.
Y si hay riqueza hay consumo. En las 600 ciudades más
dinámicas del mundo habrá 745 millones de hogares con un PIB per cápita
promedio de 23.000 euros. De ellos, 520 millones estarán en el mundo en vías de
desarrollo y tendrán un PIB cercano a los 15.000 euros. Se estima que 500
millones de personas se incorporarán a la sociedad de consumidores en estas 600
ciudades. El 60% de ellos, de acuerdo con los análisis del McKinsey Global
Institute, estarán en 440 ciudades emergentes. En el 2025, los consumidores
urbanos de estas 600 ciudades estarán dispuestos a inyectar en la economía unos
12,7 billones de euros en gastos de consumo adicionales en la economía. En
China, por ejemplo, el gasto en cenar fuera de casa empieza a despegar en los
ingresos anuales de alrededor de 2.200 euros por hogar. Aquellos que ingresan
en torno a los 6.600 están en una firme y ascendente trayectoria.
Y si hay consumo, las grandes compañías lo buscan y otras
nuevas nacen para dar satisfacción a las necesidades de sus posibles clientes.
El informe del McKinsey Global Institute señala que hay unas 8.000 empresas en
el mundo que tienen unos ingresos iguales o superiores a los 732.000 millones
de euros y que tres de cada cuatro están actualmente en los países
desarrollados. Los analistas de McKinsey esperan que a estas se les añadan
otras 7.000 en el 2025 y que siete de cada diez de ellas estén en regiones
emergentes.
"Así como las compañías japonesas y surcoreanas fueron
formidables competidoras en la última mitad del siglo pasado, nuevos
protagonistas de los mercados emergentes, como el gigante de las
telecomunicaciones chino Huawei, el fabricante de aviones brasileño Embraer y
el conglomerado industrial indio Aditya Birla Group están fortaleciendo su
presencia en los mercados, y otras muchas les seguirán. En el 2025 –vaticinan–,
algunos de los líderes globales en muchas industrias serán compañías de las que
no hemos oído hablar, y muchas es probable que tengan su sede en ciudades que
no sabríamos señalar en el mapa".
Así, y a pesar del dominio de Pekín, sede de los cuarteles
generales de 116 grandes empresas, hay otras ciudades chinas que acogen a
grupos de compañías en las que la concentración de talento y servicios se
autorrefuerzan. Es el caso de Hangzhou, descrita por Marco Polo como la ciudad
más refinada y lujosa del mundo, que acoge las sedes centrales de 22 grandes compañías
de diversos sectores, entre ellas la farmacéutica Huadong Medicine y la
manufacturera Hangzhou Steam Turbine.Shenzhen, una ciudad situada al sur de la
provincia de Cantón, es una gran área urbana que está creciendo rápidamente y
acoge 27 grandes compañías, como Huawei Technologies y Ping An, la
aseguradora más grande del país. Ambas están en el ranking de las 25 ciudades
del mundo con mayor crecimiento del PIB entre el 2010 y el 2025.
También figura en ese ranking Chongqing, que fue en 1938 la
capital de la República China y ha ocupado un lugar preeminente con la
construcción de la presa de las Tres Gargantas. Esta ciudad, que ostenta el
privilegio de ser, junto a Pekín, Shanghai y Tianjin, una de las cuatro
municipalidades del gigante asiático con el estatuto equiparable al de las
provincias chinas, inauguraba el pasado 25 de diciembre el Parque Industrial
del Grafeno, material que revolucionará la industria de las nuevas tecnologías y
la vida cotidiana. Este parque será capaz de producir decenas de millones de
películas de grafeno, producto que será utilizado en la fabricación de
teléfonos móviles celulares y de pantallas táctiles de ordenador.
China, además de ser el banquero del mundo, se ha convertido
en un motor de crecimiento, y sus compañías comienzan a extenderse allende de
sus fronteras. Lo hicieron, por ejemplo, en el puerto de Barcelona, donde
Hutchinson Port Holding tiene en concesión el muelle de El Prat y comprometida
una inversión de 500 millones de euros. Algo similar ocurría en mayo del año
pasado en Londres, donde su alcalde, Boris Johnson, anunciaba un acuerdo para
transformar el Royal Albert Dock en el próximo distrito financiero de la
ciudad, puerta de entrada para las empresas de China y el resto de Asia en
busca de establecer la sede en Europa. No hace mucho que 'The Economist'
recordaba a Benjamin Disraeli, quien decía que una gran ciudad deja una idea,
un concepto en la memoria del hombre. Roma representa la conquista, la fe se
cierne sobre las torres de Jerusalén, y Atenas representa la calidad del mundo
antiguo, el arte. Construyendo sus ciudades, añadía el semanario, las
autoridades chinas tienen un objetivo: crecer y crecer. Y, como se ve, no sólo
en casa.
¿Pero cuáles son las características comunes para lograr que
una ciudad triunfe? ¿Qué ingredientes comparten las 600 ciudades más dinámicas
del mundo que figuran en el informe del McKinsey Global Institute? Los
investigadores de este instituto señalan tres:
1. Han de adoptar un enfoque estratégico, planificar el
cambio, lograr un crecimiento inteligente y sostenible, o lo que es lo mismo,
tener una mentalidad ecológica e insistir en que es una oportunidad para todos
los ciudadanos.
2. Hacer más con menos. Evaluar y gestionar los gastos
rigurosamente y realizar las inversiones con transparencia y responsabilidad.
También se han de explorar posibles alianzas y apostar por la tecnología.
3. Obtener el máximo de apoyos para el cambio forjando un
consenso entre las partes afectadas y realizarlo con un equipo altamente
cualificado.
Singapur es el paradigma del cambio. Ha pasado de ser un
puerto colonial a ser una gran ciudad reconocida internacionalmente en unas
pocas décadas. ¿Cómo lo ha hecho? Se centró en la creación de un entorno
empresarial atractivo y proactivo en la captación de inversiones, esfuerzos
encabezados por la Junta de Desarrollo Económico (JDE), establecida en 1961.
Este organismo identificó las áreas de fortaleza y de debilidad de la ciudad y
diseñó el plan de prioridades industriales. La JDE ha construido una
organización muy efectiva focalizada en el cliente, una cultura altamente
cualificada y establecido 19 oficinas en el extranjero. Hoy, una amplia gama de
filiales extranjeras con un ingreso total de unos 464.000 millones de euros
tienen su base en Singapur y hacen de ella el lugar elegido por las
multinacionales en países emergentes de Asia. Esto incluye el cuartel general
regional de petroleras como Exxon y Shell, el fabricante de coches Toyota y las
empresas líderes en diversos sectores como Pfizer, PayPal y Philips
Electronics.
Al convertirse en un centro internacional de negocios, el
éxito de Singapur ha estado acompañado por un fuerte crecimiento del PIB real
que promedió un 8% entre los años 1960 y 2012. Singapur tiene hoy el cuarto PIB
per cápita más alto del mundo.
ÁLEX RODRÍGUEZ 19/09/2014 - 12:40h
http://www.lavanguardia.com/magazine/20140919/54416018473/oriente-china-2025-ciudades-futuro-occidente-europa-magazine.html
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