- Más del 95% de la producción de galio y el 67% de la de germanio se da en China
- China responde con la misma moneda a los vetos aplicados desde EEUU
- El desafío recuerda la "urgencia" de poner fin a la dependencia de China
Las tensiones comerciales y tecnológicas entre China y Occidente van en aumento después de que Pekín haya anunciado la restricción de la exportación de dos metales clave para la fabricación de semiconductores.
El Ministerio de Comercio de China ha anunciado este martes que a partir del 1 de agosto no se podrá exportar metal de galio o germanio ni más de una docena de sus derivados sin solicitar un permiso específico; no obedecer la prohibición será constitutivo de delito.
Más del 95% de la producción de galio y el 67% de la de germanio se realiza en China, mayor productor mundial de ambos elementos. En un editorial recogido por Efe, el diario oficial China Daily defendió la decisión como "justa", y acusó a EEUU, principal contrincante en estas tensiones con Occidente, de tener los mayores yacimientos de germanio del mundo pero "apenas explotarlos" porque su extracción representa una importante fuente de contaminación ambiental.
EEUU y los argumentos ecologistas no son los únicos focos de críticas desde Pekín. El rotativo también señala a Países Bajos por las restricciones impuestas a la exportación de máquinas de chips a China: "Son ellos los que ponen en peligro las cadenas de suministro mundiales, y no pueden echar la culpa a China, que está defendiendo sus intereses nacionales legales en este mundo de incertidumbre".
Medida de presión a Occidente
Para los expertos, citados por el diario hongkonés South China Morning Post, la restricción es una medida de presión de cara a las negociaciones con Washington y otros gobiernos occidentales para que retiren sus restricciones a la exportación a China de chips y equipamiento necesario para la fabricación de estos productos, en los que el país asiático todavía depende del exterior pese a sus esfuerzos por conseguir ser autosuficientes.
La medida ha sido anunciada la misma semana en la que la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, efectuará una visita oficial a China. "EEUU es el objetivo número 1 del control a las exportaciones impuesto al galio y al germanio. El germanio también se utiliza en importantes tecnologías militares. [...] Es una clara represalia por las restricciones impuestas por EEUU a la venta de chips a empresas chinas y probablemente exacerbará la guerra tecnológica a medio plazo", explicó Aadil Brar, profesor visitante de la Universidad Nacional Chengchi de Taipéi.
Para otros, este desafío es una puerta a cambiar el planteamiento. Aunque reemplazar a China como fuente de estos materiales conllevaría una gran dificultad en el corto plazo, Thorsten Benner, director del Instituto Global de Políticas Públicas de Berlín, cree que las restricciones son un "recordatorio muy útil" sobre la "urgencia" de eliminar los riesgos de la dependencia de China en lo que a recursos clave se refiere, incluso aunque supusiera incurrir en "mayores costes o en iniciativas impopulares de minería o refinado en nuestros territorios nacionales".