Era enero de 2022 cuando el encarecimiento de la vida comenzaba a resonar cada vez más fuerte en diferentes partes del mundo. Un ruido que fue aumentando, mes a mes, hasta cerrar el ejercicio con una inflación media mundial en torno al 8%. Desde ese primer mes del año pasado hasta hoy, el dato de IPC global medio se suaviza levemente hasta el 6,1%, según Bloomberg, con pocos activos pudiendo hacerle frente.
El precio de las materias primas, tan vinculado a este medidor, se ha visto especialmente golpeado, con el principal índice de commodities de Bloomberg restando un 7% en el año y con sólo once de ellas, entre las principales, con una revalorización superior a la tasa de inflación global (6,1%) desde enero del año pasado. Las estimaciones de un frenazo en la actividad económica y los fantasmas de recesión que merodean en muchos países empujan a la baja las cotizaciones de algunos recursos, como los energéticos, por el temor a un descenso en la demanda. En este sentido, son los combustibles los que lastran especialmente al conjunto –suponen un tercio del peso de Bloomberg Commodity Index–, con el gas natural perdiendo más de un 27% desde el año pasado y más de un 40% en sólo 2023, lo que le convierte en el más bajista del presente curso.
La caída del gas responde, especialmente, a un invierno más cálido que el que se esperaba en un primer momento, con los inventarios en Europa en máximos gracias a que los países de la eurozona se prepararon para lo peor tras el conflicto entre Rusia y Ucrania por las sanciones impuestas al primero , que impedían acudir al mismo en busca de combustibles. Así, a comienzos de 2023, el precio del gas natural superaba ligeramente los 70/MWh, un valor muy alejado, sin embargo, del máximo alcanzado en agosto del año pasado, cuando superó los 350/MWh.
Y es que, en cuanto al papel de las commodities como escudo ante la subida de precios, desde XTB indican: "Las materias primas tienden a subir cuando se produce un repunte en los precios, pero no necesariamente nos protegen de la inflación. Puede que durante la fase inicial podamos aprovecharlo, pero una alta inflación también trae consigo un endurecimiento monetario y un sobrecalentamiento económico que provocan una menor demanda y por lo tanto un descenso en los precios. Hay determinadas materias primas que pueden comportarse mejor impulsadas por una tendencia concreta como ocurre actualmente con algunos componentes utilizados en infraestructuras relacionadas con las renovables o en dispositivos de Inteligencia Artificial. La única materia prima que es considerada como una reserva de valor en periodos de alta inflación es el oro, uno de los activos donde los inversores buscan refugio ante periodos de volatilidad".
En la otra parte de la tabla, hay materias primas que no sólo sacan provecho al año, sino que cotizan en máximos históricos. Las pertubaciones meteorológicas y la intensa sequía que azota al panorama mundial desde hace meses, que afecta directamente a las cosechas, se traslada al precio de las conocidas como materias blandas (que incluye los productos agrícolas), las cuales ocupan los primeros puestos de la tabla.
El crudo brent consigue aguantar en positivo gracias a la guerra
Así lo explica Diego Morín, analista de IG, que indica que, uno de los aspectos a barajar "son las estaciones de cambios meteorológicos a los que están sometidas las materias primas, condicionando, en ocasiones, la producción, como el problema en el Golfo de Guinea con el cacao, con los futuros en máximos de cinco años, provocando un encarecimiento del chocolate, mientras que los precios del café se dirigen a mínimos anuales ante el cambio en las estimaciones de producción", indica.
La relajación de la estricta política de Covid-cero en China, en el pasado mes de octubre, y la reapertura del país en enero de este año juegan un papel importante en el alza de precio de los recursos agrícolas, como el arroz o el jugo de naranja, que no ha dejado de encarecerse, ya que este país es el principal consumidor. Así, desde el pasado mes de enero, el jugo de naranja se anota una subida de más del 100% y de más de un 30% este año. El cacao es el siguiente en la tabla, con una revalorización en su precio que también supera el 30%. En este caso, el motivo viene de un fuerte problema de producción con las cosechas de Ghana y en parte de Costa de Marfil –principales exportadores–, que ha provocado que el coste del cacao haya subido más de un 25% desde marzo.
El crudo brent, por su parte, consigue aguantar en positivo en la primera tabla (desde enero de 2022) gracias al fuerte repunte que experimentó en 2022 tras el estallido del conflicto geopolítico, cuando alcanzó máximos no vistos desde 2007. Sin embargo, su precio comenzó a moderarse ante la desaceleración económica provocada por las restrictivas políticas económicas y que recortan el precio del crudo en un 6% este año.