miércoles, 3 de julio de 2019

La expansión de los robots potenciará los conflictos laborales y la polarización regional

Dreamstime


El auge de la robótica añadirá cinco billones de dólares al PIB global en 2030, según Oxford Economics.
El intenso ritmo al que evoluciona la robótica, en unión con los avances tecnológicos, augura una revolución en los próximos años que transformará las capacidades de los robots y provocará un importante aumento de los puestos de trabajo en los que podrán sustituir a los humanos. En este futuro cercano, la mecanización de esta fuerza laboral supondrá un importante impulso a la productividad y el crecimiento, pero que también potenciará la desigualdad regional y el desplazamiento del mercado laboral de los trabajadores menos cualificados.
Las profundas implicaciones que la revolución de la robótica supondrá para la economía, la política, la sociedad y el empleo son analizadas en el informe How robots change the world: what automation really means for jobs and productivity at a global, national and regional level, elaborado por Oxford Economics. En él se recuerda que el stock global de robots industriales se multiplicó por tres en las últimas dos décadas, hasta alcanzar los 2,25 millones, y el ritmo está lejos de ralentizarse. Las previsiones apuntan a que alcanzarán los 20 millones de unidades en 2030, de los que 14 millones operarán solo en China.
Los analistas del servicio de estudios ligado a la universidad británica del mismo nombre auguran que este aumento de la utilización de robots potenciará la productividad y el crecimiento y facilitará la creación de empleos en puestos que aún no existen, pero desplazará del mercado laboral a más de 20 millones de trabajadores no cualificados, sobre todo en las regiones más desfavorecidas del planeta.
El documento indica que las previsiones más pesimistas afirman que esta fuerza robótica podría desplazar el doble de trabajadores en las regiones más desfavorecidas que en las que cuenten con un mayor nivel de ingresos, incluso dentro del mismo país. Esta situación obligará a los gobernantes a adoptar medidas para mitigar los riesgos de la automatización en el empleo.

NUEVAS OPORTUNIDADES

No obstante, estos temores sobre la destrucción global de puestos de trabajo podrían tender a la exageración, ya que la robotización impulsaría la productividad y el crecimiento económico, generando nuevas oportunidades laborales a un ritmo comparable al de la destrucción del empleo a corto y medio plazo. Desde Oxford Economics estiman que aumentar un 30% las instalaciones robóticas hasta 2030 impulsaría un 5,3% el PIB global ese año, lo que supondría una ganancia extra de 4,9 billones de dólares.
La utilización de robots gana tracción en puestos como la manipulación de equipajes en los aeropuertos o en inventarios de almacenes, pero queda poco tiempo para que participen activamente en cinco sectores clave: salud, ventas en comercio, atención al público, transporte y agricultura y construcción. En algunos de estos puestos, como el trabajo en almacenes, la labor humana ya está en riesgo de desaparición, pero otras funciones necesitarán personas al mando, sobre todo los que demanden empatía, creatividad o habilidades sociales.

Por ello, y ante la existencia de áreas especialmente vulnerables y que ya se están viendo afectadas, los autores recuerdan a líderes políticos y empresariales que tienen el reto de conseguir que los dividendos alcanzados con la robótica se distribuyan de forma equitativa para ayudar a los trabajadores vulnerables a prepararse y adaptarse al nuevo orden. La automatización ya no se puede frenar, por lo que ganar terreno para responder a los impactos sociales de la robotización será un factor determinante.

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