miércoles, 3 de marzo de 2021

Burbujas, irracionalidad, exuberancia... si el mercado 'explota' no será por falta de advertencias

 

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  • BiS: "Están resurgiendo los recuerdos del boom tecnológico de finales de los 90"
  • BCE: "Los precios de las acciones podrían ser eventualmente vulnerables"
  • China: "Estamos muy preocupados por el riesgo de que estalle la burbuja"



"Los mercados financieros deberían ser un reflejo de la situación de la economía real, si hay una gran brecha entre ellos, habrá problemas y los mercados se verán obligados a ajustarse. Así que estamos muy preocupados por los mercados financieros, en particular por el riesgo de que estalle la burbuja en los activos financieros extranjeros", advierte Guo Shuqing, director de la Comisión Reguladora de Banca y Seguros de China.

Esta es la última de muchas advertencias sobre la desconexión de los mercados de la economía real. En las últimas semanas desde el Banco Central Europeo (BCE) hasta el Banco Internacional de Pagos (BiS) han alertado, de una forma u otra (su lenguaje nunca es claro ni directo), de la vulnerabilidad de la renta variable y fija ante cualquier shock. Mientras, la burbuja crece y además lo hace en varios mercados.

Las acciones y los bonos (hasta hace poco) han disfrutado de un rally que ha llevado al precio de estos activos a acercarse o, incluso, superar máximos históricos, mientras que la economía real sufría (y sufre) los estragos de la crisis derivada del covid-19. Además, la vivienda, a diferencia de otras crisis, también ha seguido subiendo o se ha mantenido estable en gran parte del mundo. Esta desconexión puede ser fruto, entre otros factores, de las políticas monetarias sin precedentes que han llevado a cabo los bancos centrales más importantes del mundo, que han puesto en marcha grandes compras de bonos, vastas inyecciones de liquidez y bajadas de tipos.

Las fases de una burbuja

Los inversores han incrementando su exposición a los activos de riesgo en busca de algo de rentabilidad, puesto que los depósitos o los bonos más seguros no ofrecen absolutamente nada. A esta ola no solo se han subido los grandes inversores, los minoristas también se han sumado de forma masiva (quizá efecto rebaño) ante la popularización de la inversión (brokers low cost) y a la vista de las 'fáciles' ganancias. ¿Mercados racionales o irracionales?

Desde el Banco Internacional de Pagos aseguran en su último informe trimestral que están resurgiendo los recuerdos del boom tecnológico de finales de los noventa. Las ofertas públicas de venta (OPV) están creciendo con fuerza. "Además, los inversores minoristas se están apalancando a niveles récord, utilizando opciones para especular con acciones individuales y coordinarse en las plataformas sociales para presionar a los vendedores en corto. Por otro lado, aunque los fondos de criptoactivos son un fenómeno nuevo, los flujos que están atrayendo refuerzan la imagen de un fuerte apetito por el riesgo".

Ahora son los propios bancos centrales (para cumplir con  su mandato de inflación han podido impulsar esta burbuja) y otros reguladores los que están alertando de la situación. El riesgo existe. La sostenibilidad del rally es frágil y un aumento de la rentabilidad de los bonos o un shock alcista en el petróleo (que incremente la inflación), entre otras cosas, pueden hacer descarrilar a estos mercados y poner en peligro la naciente recuperación económica. El estallido de una burbuja puede tener consecuencias muy serias en la economía real.

Las últimas advertencias

-Banco Internacional de Pagos (BiS). En su informe trimestral, publicado este lunes, el BiS lanzaba un mensaje relativamente claro: las ganancias de la renta variable y el crédito se han producido gracias a unas perspectivas más favorables y a las expectativas de un mayor apoyo fiscal, sin embargo aparecen "signos de exuberancia reflejados en el comportamiento de los inversores minoristas".

"Incluso si las valoraciones de las acciones no parecen excesivas a la luz de los bajos tipos de interés, algunos signos de exuberancia resultan familiares. Al igual que durante el auge de las puntocom a finales de la década de 1990, las OPV han experimentado una gran expansión y los precios de las acciones a menudo se han disparado el primer día de negociación. La proporción de empresas no rentables que recurren a los mercados de valores también ha seguido creciendo".

-Banco Central Europeo (BCE)En las minutas de su última reunión de política monetaria también se advertía sobre la vulnerabilidad del precio de las acciones, en concreto. Las actas destacaban que los datos de precios y flujos en los mercados bursátiles mundiales sugieren que se ha producido una mejora en el sentimiento de riesgo y una recuperación en las expectativas de beneficios a largo plazo. Los mercados bursátiles mundiales han registrado nuevas ganancias y el índice EURO STOXX 50 está cerca de alcanzar los niveles previos a la pandemia del covid-19.

Además, "los recientes aumentos de precios también se han visto respaldados por las constantes entradas en la renta variable mundial. Los activos gestionados en fondos de inversión han aumentado más de un 10% desde principios de noviembre de 2020".

Para continuar advirtiendo de que "al mismo tiempo, los precios de las acciones podrían ser eventualmente vulnerables a un aumento en los rendimientos reales a nivel mundial". Si los intereses de la deuda suben, como lo están haciendo, los precios de las acciones podrían sufrir una corrección.

El BCE explica que el 'excess CAPE yield', un indicador que analiza la rentabilidad media de un índice (S&P, Ibex...) durante los últimos 10 años menos el rendimiento real (ajustado por inflación) de los bonos a 10 años de su comparable (Treasury 10Y, bono español a diez años...) sigue siendo atractivo, por ahora.

Este indicador muestra la 'prima' que se obtiene al invertir un euro en acciones frente a bonos supuestamente libres de riesgo. Según el BCE esta prima "sigue siendo alta en la actualidad, lo que significa que los inversores no tienen porqué haber reducido la prima que exigían por mantener activos de mayor riesgo". Es decir, la fuerte caída de los tipos de interés hace mucho más atractiva la renta variable y parece que hoy lo sigue siendo.

"No obstante, un aumento más sostenido de los tipos reales podría reducir rápidamente el atractivo relativo de las acciones y, por tanto, plantear el riesgo de una revisión de precios de base más amplia. Dichos riesgos de correcciones de precios no se distribuye uniformemente en todo el universo de acciones", sentenciaba el banco central en sus actas de la última reunión de política monetaria.

-Comisión Reguladora de Banca y Seguros de China. Guo Shuqing, director de la Comisión Reguladora de Banca y Seguros de China, ha advertido durante esta madrugada (hora española) de que los mercados globales están comenzando a ver los efectos secundarios de las medidas implementadas en política fiscal y monetaria como respuesta a la pandemia del covid-19.

"Los mercados financieros están operando a altos niveles en Europa, EEUU y otros países desarrollados, algo que no se ve en la la economía real", asegura Guo. Esto es un riesgo también para China. Los inversores extranjeros están buscando rentabilidad en los mercados del 'gigante asiático' para aprovecharse de la recuperación económica y los atractivos precios de los activos, asegura el regulador. Sin embargo, esta tendencia puede generar también burbujas en los activos chinos que si estallan podrían afectar a la economía asiática, pese a que ha sido el 'dinero' extranjero que ha hinchado supuestamente la burbuja.

¿A quién beneficia la burbuja?

El estallido de una burbuja puede tener consecuencias graves para la economía real a través de un descenso de la confianza empresarial, del consumidor y de la inversión, que a su vez ralentice la actividad económica. Alicia García-Herrero, economista jefe de Natixis de Asia-Pacífico, se pregunta en una nota para clientes "si el enorme aumento en los precios de los activos que estamos experimentando realmente nos ayudará a alejarnos del enorme impacto que el covid ha tenido en nuestras economías y nuestras empresas, y mi respuesta honesta es no".

En primer lugar, en un momento en el que es necesario proteger los ingresos de los hogares, las burbujas de activos solo protegen los ingresos de quienes tienen suficiente riqueza para invertir, mientras que otros continúan sufriendo, especialmente en términos relativos, asegura la economista española, que también forma parte del 'Consejo de Sabios' de Nadia Calviño, vicepresidenta económica del Gobierno de España.

Por otro lado, la entrada de pequeños inversores en la cresta de la ola de los mercados puede ser un grave problema si la burbuja estalla. Estos inversores con rentas medias o bajas pueden sufrir una caída de su riqueza financiera que afecte de manera importante a su consumo (suelen presentar un presupuesto más ajustado que los grandes inversores), lastrando la actividad económica.

García-Herrero cree que "una vez que tenemos en cuenta las consecuencias socioeconómicas de la burbuja, es decir, un mayor empeoramiento de la distribución de los ingresos, esta burbuja parece más un problema que una solución al shock económico derivado de la pandemia del covid-19. Es posible que este problema no se note todavía, pero será cada vez más grave con el tiempo, tanto política como económicamente, a medida que las consecuencias de este impacto en la distribución del ingreso se hagan más visibles".