domingo, 8 de mayo de 2022

El plan de Turquía para convertirse en la fábrica de Europa y del mundo tras la guerra de Ucrania


  • El país logra exportaciones récord en 2022
  • España dispara sus importaciones con Turquía hasta los 8.326 euros


Erdogan tiene una ambición: aprovechar el viento de cola y convertir a Turquía en la fábrica del mundo. Tras la crisis en la cadena de suministro, el país otomano se erigió como uno de los grandes ganadores. Las empresas de todo el mundo tuvieron problemas para abastecerse de las fábricas de países lejanos como China, Vietnam o Bangladesh y, en consecuencia, rearmaron sus redes logísticas poniendo a Estambul como la gran estrella de este nuevo modelo.

La guerra de Ucrania ha acelerado esta tendencia y, si antes eran los problemas logísticos los que impulsaban las exportaciones del país, ahora el miedo a exponer la economía nacional a un país como China y que puedan reeditarse los problemas que han surgido con la invasión rusa de Ucrania, han provocado que las industrias miren con mejores ojos a Turquía.

Además, Erdogán ha aprovechado el aislamiento mundial sobre Rusia, ofreciendo su facilidades a sus magnates para que inviertan en el país y aprovechando para aumentar sus ventas a Rusia. No en vano, Vladimir Putin ha firmado un decreto hace escasas semanas para quitar las restricciones y aranceles que su país tenía sobre Turquía. Según datos de enero del Gobierno de Rusia, Turquía fue uno de los principales suministradores del país con más de 4.600 millones de dólares en importaciones y se espera que gracias a esta 'relajación' de los aranceles esta cifra aumente de forma sensible.

Estos dos fenómenos han provocado que el propio Gobierno del país acelere su plan para convertirse en la fábrica de Europa y del mundo y las empresas españolas son algunas de las que más se han sumado a esta apuesta. Los resultados ya empiezan a notarse y el último informe de McKinsey sitúa a esta nación como la tercera con más potencial para el suministro textil (su principal industria) para 2025, solo detrás de Bangladesh y Vietnam.

En 2021 Turquía logró el récord histórico en sus exportaciones, al alcanzar la cifra de 225.400 millones de dólares. A mediados del año, en lo peor de la crisis de suministros, lograron disparar sus exportaciones a la UE un 42%. Según el propio ministerio de Comercio del país, sus previsiones son que en 2023 disparen sus ventas al extranjero a más de 300.000 millones de dólares.

Ikea, Benetton, H&M, Primark... numerosas multinacionales aumentan su apuesta por Turquía

2022, por su parte, ha arrancado de forma frenética  en los tres primeros meses del año. En enero empezó con 17.590 millones de dólares en ventas al exterior. En febrero superaron levemente los 20.000 millones y en marzo la escalada ha seguido hasta alcanzar los 22.700 millones. De este modo, las exportaciones turcas firman un primer trimestre récord y, de mantenerse la tendencia, podrían consolidar un año histórico.

El presidente de la Oficina de Inversión de la presidencia turca, Burak Daglioglu, afirmó que "numerosas multinacionales están eligiendo Turquía para aprovisionarse" y destaco el textil y la industria automovilística como la principal punta de lanza de este incremento. Hay todo tipo de ejemplos de esta situación. Tanto Ikea como Benetton han reconocido que van a trasladar parte de su producción a Turquía por su proximidad a Europa.

España dispara las importaciones turcas

España, con las grandes empresas del sector textil con una fuerte presencia en el país, es una de las naciones que más ha notado esta relocalización de la industria hacia la península de Anatolia. En 2019 las importaciones de productos turcos por parte de España eran de 7.564 millones de euros y, tras una bajada hasta los 6.316 millones el año del covid, en 2021 esta cifra se ha disparado hasta los 8.326 millones de euros.

Entre los productos que más han comprado las industrias españolas de Turquía destacan las prendas de vestir que suponen un 30% de todas las importaciones y suponen 2.507 millones de euros. El segundo producto son los vehículos que suponen más de 1.165 millones de euros y el 14% de compras españolas. Aunque la gran sorpresa ha sido el hierro y el acero, productos que han disparado sus ventas un 95%, pasando de los 496 millones a los 975.

Volviendo a la moda, principal negocio entre España y Turquía, las principales empresas del país tienen a este país como una de sus referencias en sus cadenas de suministro. Inditex cuenta con 1.790 clústeres en la región, siendo el segundo más importante por detrás de China (3.035). Mango, por su parte, cuenta con 210 fábricas en Turquía frente a las 263 que tiene en China, su principal suministrador.

Un país con grandes riesgos

Sin embargo, el problema que se plantea para las empresas de todo el mundo a la hora de desembarcar en este país o reforzar sus posiciones, es la volatilidad de la Lira y la inflación desbocada. El último dato del IPC del país apunta a un 48,7% y el banco central del país está teniendo que tomar medidas drásticas, como elevar los tipos de interés al 14%. Las empresas están buscando soluciones frente a este problema como pagar en dólares o en euros, pero muchas de las operaciones aún se basan en una moneda sometida a importantes vaivenes.

Ima Sammani, analista de Mercado FX en Monex Europe. explicaba que "de cara al futuro, la lira va a ser muy vulnerable a las tensiones geopolíticas regionales a través de la subida de los precios de la energía, el descenso del turismo y la interrupción del comercio, todo lo cual plantea riesgos". La experta defiende que "esto se suma al ya volátil y elevado contexto inflacionista que experimenta actualmente el país, lo que plantea importantes riesgos para la lira a medio plazo". Además, advierte de que esperan que los líderes del país probablemente "se vean obligados a tomar medidas en la segunda mitad de 2022", lo que sigue llenando de incertidumbre el futuro de la economía del país.