- Financian indirectamente a la industria de los combustibles fósiles
- Si lo tuvieran en cuenta, su huella aumentaría entre un 91 y un 112%
Google, Apple, Meta, PayPal y Microsoft, entre otros gigantes tecnológicos, se han comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de sus operaciones y cadenas de suministro. El objetivo último de estos compromisos es no contribuir al cambio climático, algo que no están consiguiendo ya que, con su dinero y sus inversiones, están proveyendo indirectamente de financiación a la industria de los combustibles fósiles. Si estas compañías tuvieran en cuenta las emisiones asociadas a su dinero, su huella de carbono aumentaría entre un 91 y un 112%, según un informe reciente.
Las compañías calculan su huella de carbono analizando sus operaciones. En primer lugar, calculan la electricidad que consumen sus oficinas/fábricas y la gasolina o gas de los vehículos de la empresa. A continuación, se fijan en la cadena de suministros en sentido ascendente y luego de manera descendente las emisiones producidas por los clientes al utilizar sus productos. Según esta ecuación, las compañías no tienen en cuenta los gases de efecto invernadero generados a partir del dinero de sus cuentas bancarias, una actividad que, de contabilizarse, podría superar a todas las demás fuentes de emisiones juntas, según se desprende de las conclusiones del informe The Carbon Bankroll elaborado por la red internacional Climate Safe Lending Network, The Outdoor Policy Outfit y BankFWD, fundado por la familia Rockefeller.
El problema reside en que los gigantes tecnológicos trabajan con instituciones financieras que siguen canalizando sus beneficios hacia la industria más contaminante, la de los combustibles fósiles. Desde 2015, los 60 principales bancos comerciales y de inversión del mundo han invertido colectivamente 4,6 billones de dólares en este sector.
Así, de manera indirecta, Google, Apple, Meta, PayPal y Microsoft contribuyen con su dinero a incrementar la contaminación del planeta. Según el informe, cada 1.000 millones de dólares en efectivo que un banco pone a trabajar es responsable del volumen de emisiones de gases de efecto invernadero equivalente a la contaminación generada por 27.398 coches (esta cifra se basa un informe de la consultora climática South Pole que estimó en 2021 que la intensidad de carbono del sector financiero de EEUU equivale aproximadamente a 126.000 toneladas métricas de dióxido de carbono por cada mil millones de dólares).
Los autores del informe obtuvieron información sobre el efectivo y las inversiones de cada uno de los gigantes tecnológicos a partir de los documentos presentados por los mismos ante la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés). A continuación, cotejaron esos datos con medidas establecidas de intensidad de carbono para diferentes tipos de inversiones, con el objetivo de calcular la huella financiera de cada empresa. Aunque los resultados del análisis son inexactos, dado que las empresas no revelan con qué instituciones financieras trabajan, son lo suficientemente aproximados como para indicar la magnitud de estas huellas de carbono ocultas.
PayPal, la que más incrementaría su huella de carbono
De las compañías tecnológicas analizadas, la que ve como su huella de carbono se incrementa más al incluir en la ecuación sus finanzas es Paypal. En 2021, la plataforma reportó 14,841 millones en efectivo e inversiones y generó 24 toneladas de dióxido de carbono. Según el informe, ese mismo año, PayPal financió indirectamente la producción de 1,345 toneladas de gases de efecto invernadero. Es decir, la huella financiera de la compañía fue 55 veces mayor que todas sus emisiones juntas.
En el caso de Google, su huella financiera en 2021 fue 38 veces mayor que el total de las emisiones operativas directas de la empresa en los últimos cinco años. Mientras tanto, la de Microsoft fue 3,3 veces mayor que las emisiones generadas por el uso de todos sus productos en el mundo, incluyendo la Xbox.
Apple, por su parte, declaró más de 190.000 millones de dólares en efectivo e inversiones en 2021, los cuales generaron casi 15 millones de toneladas métricas de emisiones que favorecen el cambio climático. Una cifra tres veces superior a la contaminación generada por el uso de cada producto de Apple en el mundo ese mismo año.