El presidente ruso, Vladimir Putin, durante el Día de la Victoria. (Reuters)
La esperada alocución del presidente ruso ha sido más corta, menos agresiva y menos celebratoria de lo esperado, ¿qué significa esto para la guerra de Ucrania?
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha ofrecido este lunes el discurso más esperado del año. Lanzada frente a más de 10.000 tropas que desfilaron en la plaza Roja con ocasión del 77 aniversario del Día de la Victoria soviética sobre la Alemania nazi, la alocución del mandatario ha sido también seguida con detalle por una comunidad internacional que buscaba encontrar en él un indicio de la dirección que tomará de ahora en adelante la guerra en Ucrania.
Una vez concluido, estas son las cinco claves rápidas a extraer de las palabras de Putin.
1. Una "operación" obligada
El vértice central del discurso del mandatario ruso ha sido la justificación de la “operación militar especial”, como el Kremlin denomina la invasión de Ucrania. Aquí, Putin no ha traído nada nuevo a la mesa, limitándose a ampliar y reiterar los puntos que ya había enumerado en el pasado. “Los países de la OTAN no querían escucharnos, lo que significa que, de hecho, tenían planes completamente diferentes, y lo vimos. Abiertamente, se estaban realizando preparativos para otra operación de castigo en el Donbás, para la invasión de nuestras tierras históricas, incluida Crimea”, ha aseverado.
Describir la ofensiva como una maniobra defensiva ha sido la estrategia del Gobierno de Rusia desde el principio, recurriendo a un popurrí conspirativo que el presidente ruso ha vuelto a enumerar en su alocución: Rusia iba a ser atacada, Ucrania tenía pensado adquirir armas nucleares, Occidente planeaba tomar la península de Crimea por la fuerza, etcétera. “Se creó sistemáticamente una amenaza absolutamente inaceptable para nosotros y, además, directamente en nuestras fronteras”, ha manifestado Putin. Basándose en estos planteamientos —de los que no existe prueba alguna—, Moscú presenta la decisión de intervenir en Ucrania como la única salida posible.
2. Ni guerra total ni victoria
El discurso de Putin había generado una enorme expectativa ante la posibilidad de que fuera utilizado para declarar una movilización general o una declaración formal de guerra, dos escenarios que habrían supuesto una intensificación considerable de la guerra en Ucrania. Sin embargo, finalmente, no se ha producido ninguna declaración que apuntara hacia una posible escalada del conflicto. De hecho, la alocución estuvo desprovista de la amenaza de usar armas nucleares, a pesar de que este tipo de retórica ha sido empleada de forma recurrente por Rusia para intimidar a las potencias occidentales que respaldan a su país vecino.
Otra de las hipótesis que se planteaban era que el presidente ruso presumiera de sus conquistas en Ucrania, donde ya controla cerca de un 20% del territorio. Esto podría haber indicado la voluntad rusa de consolidar sus avances y reorientarse hacia la mesa de negociación con el objetivo de obtener concesiones ventajosas. Pero, de nuevo, no ocurrió tal cosa. En el Día de la Victoria, la palabra 'victoria' ha estado completamente ausente. Putin ha dicho que las tropas rusas están luchando heroicamente en Donbás, pero no ha hecho ni una sola mención de Mariúpol (la conquista urbana y estratégica más importante) o de cualquier otro territorio capturado.
3. El simbolismo antinazi
Putin no ha desaprovechado la oportunidad de establecer una conexión entre la resistencia soviética a la Alemania nazi y la invasión actual de Ucrania. Dirigiéndose a las fuerzas rusas que están luchando en el país vecino, el presidente ha asegurado que "están luchando por la madre patria, por su futuro, para que nadie olvide las lecciones de la Segunda Guerra Mundial, para que en el mundo no haya sitio para verdugos, represores y nazis". También ha anunciado que en el desfile que ha tenido lugar este lunes en Moscú estaban presentes soldados que combatieron durante la “operación militar especial”. Estas tropas rusas, ha señalado, "están luchando por lo mismo que hicieron sus padres y abuelos".
Desde el inicio de la guerra, el Gobierno de Rusia ha descrito a las autoridades ucranianas como “nazis”, “neonazis” o “banderitas” —por Stepan Bandera, histórico líder nacionalista ucraniano que colaboró temporalmente con el Tercer Reich para intentar lograr la independencia del país—. De hecho, la invasión fue descrita originalmente como una operación para “desnazificar” Ucrania. Aunque esta retórica ha ido en descenso conforme el Kremlin se ha visto obligado a moderar sus objetivos en un país vecino que originalmente confiaba en conquistar con rapidez, la propaganda rusa continúa intentando utilizar el simbolismo antinazi para respaldar el conflicto.
Putin: "La muerte de cada uno de nuestros soldados y oficiales es un dolor para todos nosotros"
4. Mención a los muertos rusos en combate
El mandatario también ha dedicado un espacio de su discurso a reconocer las bajas rusas en Ucrania, afirmando que “la muerte de cada uno de nuestros soldados y oficiales es un dolor para todos nosotros y una pérdida irreparable para familiares y amigos”. El Kremlin solo ha admitido el fallecimiento de 1.351 de sus tropas, una cifra que en Occidente estiman en torno a 10 veces inferior a la real. Tanto la OTAN como Reino Unido calculan que en torno a 15.000 rusos han muerto en combate. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha afirmado que la cifra supera los 23.000.
“El Estado, las regiones, las empresas y las organizaciones públicas harán todo lo posible para cuidar de esas familias y ayudarlas. Brindaremos apoyo especial a los hijos de los camaradas muertos y heridos. Un decreto presidencial al respecto fue firmado hoy”, ha anunciado Putin. Desde el inicio del conflicto, analistas han señalado que el mayor problema interno para el Gobierno de Putin sería el coste humano de la guerra, dada la dificultad de ocultar a los ciudadanos el fallecimiento de sus hijos, hermanos y nietos.
5. Hay guerra para rato
El discurso de Putin ha sido más corto, menos agresivo y menos celebratorio de lo esperado, lo cual apunta a que el Gobierno ruso ha decidido que el actual ‘statu quo’ del conflicto continúa siendo su mejor opción. Sin mayor movilización, sin cantar victoria y sin cambios en la terminología —sigue considerándose una “operación militar especial”, no una guerra—, el lento proceso de invasión, consolidación y pequeños avances en el este y sur de Ucrania parece destinado a extenderse durante meses o incluso años. O, al menos, esa es la hipótesis más probable, ya que, una vez más, las palabras del presidente de Rusia han dejado a Occidente sin una idea clara de lo que viene a continuación.
Como recordatorio de que las consecuencias de la guerra van para largo, este lunes también se produjeron pequeñas celebraciones en las partes de Ucrania ocupadas por Rusia, incluyendo la ciudad Jersón, según los medios estatales rusos. Cuentas prorrusas hicieron circular en redes sociales vídeos tomados en la urbe, situada en el sur ucraniano, que mostraban a pequeñas multitudes ondeando banderas rojas y llevando flores mientras conmemoraban el Día de la Victoria. Activistas ucranianos, por su parte, afirmaron que los soldados rusos habían traído gente desde Crimea para aumentar el número de asistentes.
Por
L. P.
09/05/2022 - 13:03 Actualizado: 09/05/2022 - 14:00
¿Hacia dónde va la guerra de Ucrania? Las cinco claves del discurso de Putin en el Día de la Victoria (elconfidencial.com)
www.elconfidencial.com/mundo/2022-05-09/hacia-donde-va-la-guerra-las-5-claves-del-discurso-de-putin-en-el-dia-de-la-victoria_3421357/