miércoles, 30 de abril de 2025

Agua, de un recurso escaso a inversión de futuro


Vista aérea de una planta de tratamiento de agua
SONGPHOL THESAKIT / Getty

La carrera por garantizar el suministro impulsada por gobiernos de todo el mundo ante el cambio climático y la demanda por la actividad económica abren una oportunidad de negocio


Los episodios de sequía van en aumento. La subida de temperaturas provocada por el cambio climático está provocando fenómenos extremos que dificultan el acceso al agua. Pese a los esfuerzos para reducir el consumo, la demanda se mantiene fuerte por el crecimiento sostenidos de las grandes regiones metropolitanas y por la irrupción de las nuevas tecnologías como centros de datos o la industria de semiconductores. Para afrontar esta situación, los gobiernos tiene previstas inversiones millonarias en desalinizadoras, plantas potabilizadoras y sistemas de distribución más eficientes. En medio de esta carrera por garantizar el suministro, una idea gana fuerza entre inversores y analistas: el agua no solo es vital. También puede ser muy rentable.

El World Resources Institute (WRI), una organización sin ánimo de lucro especializada en estudios económicos, sociales y financieros, señala que actualmente hay 25 países, que acogen una cuarta parte de la población mundial, en una situación de estrés hídrico; es decir, se consume el 80% del suministro de agua disponible. La mayor parte de ellos se concentran en el Norte de África y Oriente Medio, aunque también se cuela en la lista Grecia. En un grado de estrés hídrico menor, entre el 40% y el 80% de los recursos, se sitúan países europeos como España, Portugal o Italia.

El WRI prevé que 3.000 millones de personas vivirán en países con estrés hídrico en 2050

Según las previsiones de esta fundación norteamericana, para el 2050, hasta 1.000 millones de personas adicionales vivirán en países con estrés hídrico, incluso con una subida moderada de temperaturas por el cambio climático (entre uno y dos grados).WRI apunta que la mayor demanda de agua se producirá en el África subsahariana. “Si bien la mayoría de los países del África subsahariana no tienen un estrés hídrico extremo en este momento, la demanda está creciendo más rápido allí que en cualquier otra región del mundo”, pronostica. La fundación señala que el 31% del PIB mundial (70 billones de dólares) estará expuesto a un alto estrés hídrico para el 2050, frente a los 15 billones de dólares (24% del PIB mundial) de 2010. Sólo cuatro países (India, México, Egipto y Turquía) representarán más de la mitad del PIB expuesto en el 2050.

En la Unión Europea, se calcula que los 27 deberán invertir 255.000 millones de euros hasta el 2030 en suministro y saneamiento de aguas para cumplir con la normativa sobre tratamiento de aguas residuales o calidad del agua. Así lo indica un estudio de la organización Water Europe, que agrupa empresas, instituciones científicas y administraciones europeas para promover la sostenibilidad en el uso del agua. Esta plataforma apunta que España es uno de los países que más esfuerzo inversor en términos relativos sobre su población deberá hacer, con un volumen total de 26.200 millones de euros. En términos absolutos destaca el caso de Alemania, que necesita una inversión de 40.200 millones.

Veolia estima que el mercado mundial de desaladoras se duplicará hasta los 97.000 millones de euros en 2030

Allianz Global Investments asegura en un informe de este año que espera un incremento de inversiones en este campo. La gestora de inversiones señala que el crecimiento de la población en determinadas ciudades requiere inversiones, y lo ejemplifica con los flujos migratorios internos de EE.UU. hacia los estados más cálidos del Sur. En este sentido, la firma apunta que, en muchas ciudades, las infraestructuras de distribución de agua son viejas y por tanto deben ser actualizadas para una mejor eficiencia. Por otra parte, sostiene que las sequías y las inundaciones a causa del cambio climático están llevando a los gobiernos a tomar medidas preventivas mediante inversiones.

El documento sitúa también como factor clave el impacto del crecimiento de la actividad económica. Según el informe, una mayor producción industrial genera mayores volúmenes de residuos y, por tanto, una mayor demanda de plantas de tratamiento. También apunta al uso de agua en el desarrollo de centros de datos, fábricas de semiconductores e industrias similares. “Si bien es bien sabido que estas consumen grandes cantidades de electricidad, quizás se comprenda menos que también requieren grandes cantidades de agua para refrigeración o como parte de sus procesos de producción”, señala. Finalmente, el documento recuerda que el 70% del agua dulce se usa en la agricultura.

Pese a las previsiones de negocio, los inversores muestran un interés moderado. Por ejemplo, la agencia de calificación S&P cuenta con el Global Water Index, conformado por 63 compañías, que se ha revalorizado por encima del 5% en el último año, un poco por debajo que el S&P 500 Index, que lo ha hecho por encima del 6%. En comparación, el Ibex ha subido más de un 20%. “Si bien la brecha entre la oferta y la demanda de agua es bien conocida y el agua como tema ha evolucionado desde un nicho de sostenibilidad a un pilar de inversión adoptado de forma más amplia, el mercado aún no parece haber incorporado en sus precios el potencial de viento de cola que se avecina”, indica el informe.

Las compañías del S&P Global Water Index se han revalorizado por encima del 5% en el último año

En el S&P Global Water Index figuran empresas que abordan el sector del agua desde distintas perspectivas de negocio. La principal es American Water Works, con una capitalización de 28.860 millones de dólares, que se encarga del suministro en varios estados norteamericanos. En el índice se encuentran varias compañías parecidas como Severn Trent (Reino Unido), United Utilities (Reino Unido) o Saneamento Basico De Sao Paulo (Brasil). También hay proveedores de tecnología e ingeniería como Xylem (EE.UU.), Veralto (EE.UU.) o Veolia (Francia) o fabricantes de sanitarios y sistemas relacionados como la alemana Geberit.

La multinacional francesa Veolia presentó la semana pasada su plan estratégico GreenUp con horizonte 2030. La compañía prevé que el negocio mundial de la desalinización de agua duplicará su tamaño hasta los 97.000 millones de euros en el 2030, a partir de proyectos en fase de estudio y licitación, y ya engrasa la maquinaria para llevarse su trozo del pastel. La compañía estima que la mayor parte de los contratos se licitarán en Oriente Medio (38%) y África (30%), aunque también se espera una importante oferta en Asia (15%). Actualmente, Veolia factura 18.000 millones con su división de agua y posee una cuota de mercado del 18% en desaladoras.

Allianz Global Investors señala que el mercado todavía no reconoce el potencial del sector

Las cifras para hacer frente al estrés hídrico mundial son gigantescas. Global Water Intelligence (GWI), consultora especializada en el sector, calcula que el capital total empleado para garantizar la seguridad hídrica hasta los 12,6 billones de dólares en la próxima década. La firma apunta a que son necesarios 4,2 billones de dólares en infraestructuras en la próxima década, las soluciones tecnológicas vinculadas al agua se situarán en 1,4 millones de dólares y las compañías privadas invertirán 3,2 billones de euros en sus propias industrias, entre otros.

“Los desafíos físicos se ven exacerbados por la fragmentación de las estructuras de gestión del agua y la crónica falta de inversión en infraestructura hídrica”, afirma SEB Group. El banco sueco asegura que el capital privado tendrá un papel “fundamental” similar al que ha tenido en la descarbonización en la última década. “En el sector hídrico, el capital privado será crucial para financiar la modernización de infraestructuras obsoletas, garantizar el acceso al agua, implementar tecnologías avanzadas de tratamiento de aguas residuales y soluciones de gestión y adaptación de aguas pluviales”, dice en el informe The Green Bond. Your insight into sustainable finance.


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