En otoño no sólo se caen las hojas, también el ánimo. La estación se ha hecho de rogar pero al fin parece que está aquí. El cambio de hábitos, de clima, la lluvia y, sobre todo, el disminuimiento de las horas de luz termina por alterar nuestra psique. Con cuatro pequeños gestos será más fácil sobrellevar la llamada depresión otoñal.
Este síntoma afecta gravemente a un cinco por ciento de la población, pero los psicólogos consideran que de una forma u otra la depresión de otoño perturba a casi un 30% de los ciudadanos y es la primera causa de absentismo laboral e incluso cuadros ansiosos y suicidios.
Las modificaciones de los ritmos vitales, derivadas de la reducción de horas de luz y de la llegada del frío, son el origen de este trastorno psicológico que afecta sobre todo a mujeres entre 25 y 45 años. Esta tristeza de otoño se incluye dentro del grupo de las depresiones endógenas, lo que quiere decir que el trastorno psicológico no tiene un motivo desencadenante de los síntomas, ni en la vida del paciente ni en sus factores genéticos.
Trucos fáciles para pasar el otoño con sonrisas:
La alimentación:
Ante el decaimiento general es fundamental activar nuestro organismo con una alimentación completa, que no es lo mismo que calórica. El desayuno se convierte en el momento clave, tiene que ser más abundante que en otras estaciones y no debe faltar la vitamina C, la fruta, los hidratos de carbono (cereales o pan) y minerales. También es bueno algo líquido y caliente que nos temple, café con leche o infusiones, que además de levantar el ánimo nos despejan, son los más indicados para esta época. Alcohol, tabaco y drogas, lejos de mejorar el ánimo aumentan el problema.
Tomar el aire y la luz…
La luz natural activa la serotonina, la dopamina, y la noradrenalina, que son los neurotransmisores encargados de estimular las neuronas. Si estos neurotransmisores no reciben suficiente luz su actividad disminuye lo que aumenta el estado de tristeza. Aunque existen algunas técnicas artificiales como la fototerapia, lo mejor es buscar la luz natural. Puesto que las horas de sol son menores, hay que aprovechar cualquier rato que podamos para estar al aire libre. Evite comer en la oficina y oblíguese a realizar paseando algún trayecto de los que haga habitualmente.
Vida activa
El cambio de clima invita a quedarse en casa, pero el sedentarismo no hace más que aumentar el ánimo bajo. Oblíguese a realizar cierta actividad, póngase rutinas y quehaceres y si no se le ocurren demasiados, apúntese a cualquier curso o actividad de esas que siempre quiso hacer pero nunca encontró momento.
Actividad física
Pero no solo hay que mantener entretenida la mente, el cuerpo también necesita su dosis y la mejor fórmula es hacer ejercicio físico moderado y constante. Hacer deporte ayuda a aumentar las defensas y además fomenta un buen estado de ánimo. Si no es muy amigo de la actividad física al menos propóngase al menos pasear, mejor si es por el campo que por la ciudad.
Si aun así su ánimo no se levanta, tire de los suyos, quede con familia o amigos, organice algún plan, salga a pasear y dese algún capricho. Mimarse es la mejor terapia.
From Expansion.com
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