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América Latina es una de las regiones más inseguras del mundo. Con el 8,9% de la población mundial concentra el 27% de los homicidios en el mundo. La inseguridad es para la tercera parte de sus ciudadanos es el principal problema y el 70% de los salvadoreños dicen haber sido, ellos o un familiar suyo, víctima de un delito los últimos doce meses. En ciudades como Guatemala, Tegucigalpa o San Salvador la inseguridad se hace insoportable y vacía las calles armándolas con militares y seguridad privada. Quienes más sufren esta situación son las personas con menos recursos, sin seguridad privada, que tienen que caminar por calles inseguras o que viven en barrios donde no se atreve a entrar ni la policía.
Las desigualdades, la falta de políticas sociales, la corrupción de la policía o los sistemas judiciales ineficaces, son algunas de las principales de las múltiples causas. Lamentablemente, a este problema complejo, se trata de buscar soluciones simples como armar más las calles- “mano dura contra la criminalidad” es la frase más escuchada en todas las campañas electorales. En ciudades como Bogotá o México DF es habitual ver militares por las calles armados con metralletas, casco y dedo en el gatillo. Estás políticas han demostrado ser ineficaces si no van de la mano de una estrategia integral que invierta en políticas sociales, “limpie” la policía y haga más eficaz la justicia y el sistema penal.
Sin duda la inseguridad es un criterio para viajar a un sitio, y no son pocos los turistas que han sufrido de delitos en algún país de América Latina. Pero no nos confundamos, esta no es una situación replicable a todos los países y, con precaución y sentido común, es posible viajar por toda la región. Por ejemplo Costa Rica, Bolivia y Argentina son países en los cuales no hace falta tomar más medidas de seguridad de las que se podrían tomar para viajar a Francia, Italia o Inglaterra. En Bolivia, un país maravilloso, robar está socialmente muy rechazado, hasta tal punto que en varios de los barrios más populares hay muñecos ahorcados con un cartel que dice “el ladrón será linchado”.
Informarse previamente sobre al lugar donde se viaja, asesorarse por una agencia de viajes, no llevar objetos de valor a la vista y andar acompañado a la noche son algunos consejos básicos con los cuáles he podido conocer sin ningún asalto gran parte de América Latina durante casi 7 años. Estas no son muy diferentes que la que nos aconsejaría un amigo para pasear por el Rastro de Madrid y las Ramblas en Barcelona. Disfrutar de lugares tan impresionantes como la Amazonía, cataratas de Iguazú, lago Titicaca o playas de Costa Rica merece la pena.
Y además, estando como están las cosas con la crisis, si uno decide conocer por ejemplo Argentina no estaría de más preguntar a los porteños en Buenos Aires las consecuencias de seguir hace una década las mismas recomendaciones que el FMI está imponiendo ahora a España, Portugal o Grecia.
Por Asier Hernando from blogs.elpais.com 29/07/2011
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