La caída del precio del petróleo y de los valores de mercado de algunas empresas de energía cambia los cálculos de rentabilidad de extraer hidrocarburos. Reuters
Los costos de encontrar petróleo están en aumento, mientras que el valor de algunas petroleras pequeñas se ha tambaleado. Para los mayores productores de petróleo del mundo, esto se suma a una pregunta: ¿resulta más barato comprarle petróleo a otro productor que extraerlo directamente?
Por estos días, ejecutivos de empresas como Exxon Mobil Corp. XOM +1.69% yChevron Corp. CVX -1.82% probablemente reciban preguntas sobre su apetito por concretar grandes acuerdos como la compra que realizó en abril Royal Dutch ShellRDSA.LN +0.02% PLC de BG Group BG.LN +0.38% PLC por US$70.000 millones.
“No hay dudas de que es mucho, mucho menos costoso comprar una empresa que desarrollar un nuevo proyecto petrolero para reemplazar reservas”, dice Leonardo Maugeri, un investigador del Centro Belfer de Harvard y ex ejecutivo de la petrolera italiana Eni ENI.MI +0.35% SpA. Maugeri prevé que las candidatas más probables a ser compradas son petroleras con un valor de mercado de entre US$10.000 millones y US$40.000 millones, relativamente pequeñas comparadas con la capitalización de mercado de US$368.000 millones de Exxon.
Los costos crecientes de encontrar y producir petróleo estaban socavando las ganancias aún antes de que los precios globales del crudo comenzaran a caer a mediados del año pasado, desde más de US$100 por barril a alrededor de US$66 actualmente. El colapso del precio ha intensificado la iniciativa de las empresas por reducir costos y deshacerse de operaciones menos rentables.
BP BP.LN -0.32% PLC reportó el martes que sus ganancias trimestrales cayeron 40% frente a un año antes, a pesar de un aumento de la producción del petróleo y el gas, y un impulso de su negocio de refinería. Exxon reportó el jueves que su utilidad se derrumbó 46% sobre una base interanual en el primer trimestre. Shell, en cambio, reportó el jueves un aumento de 7% en sus ganancias de los primeros tres meses del año, resultado que se explica porque sus ganancias habían sido muy bajas un año antes, sumado a una exención impositiva en el Reino Unido y sólidos resultados en sus refinerías y estaciones de servicio minoristas. Excluyendo ítems extraordinarios, las ganancias de Shell cayeron 56% sobre una base interanual. Analistas pronostican que las ganancias de Chevron, que las dará a conocer el viernes 1 de mayo, sean al menos 60% más bajas que hace un año.
Desde 2010, Exxon ha gastado un promedio de US$29.000 millones al año en encontrar y extraer petróleo y gas, sumando un promedio de 1.500 millones millones de barriles al año a sus reservas probadas, el inventario de hidrocarburos que puede explotar de forma rentable. Eso representa alrededor de US$19 por barril.
Pero la empresa podría obtener casi la misma cantidad de hidrocarburos por menos dinero si compra un rival más pequeño ahora que los valores de mercado de las empresas de energía han caído junto al precio del crudo.
Por ejemplo, Continental Resources Inc., CLR -1.86% una empresa de perforación de petróleo de esquisto, tiene 1.350 millones de barriles de reservas probadas y un valor de mercado de menos de US$20.000 millones, o menos de US$15 por barril de reservas probadas. La empresa, controlada por el presidente ejecutivo Harold Hamm, ha perdido alrededor de 22% de su valor de mercado en los últimos 12 meses. Continental prefirió no hacer comentarios.
Algunos analistas creen que algunas empresas medianas centradas en Estados Unidos probablemente se vuelvan más baratas en los próximos meses. Analistas de BarclaysBARC.LN -0.37% señalaron el miércoles que las acciones de algunas empresas de perforación parecían asumir un precio del petróleo de US$95 por barril, muy por encima del precio actual de US$59 para el crudo estadounidense (West Texas Intermediate), y más que los contratos a futuro por petróleo dentro de un año.
Exxon y otras petroleras señalan que han encontrado mucho petróleo y gas que aún no han registrado como reservas probadas, algo para lo que en general esperan hasta que decidan comprometerse a gastar el dinero para extraerlo. Exxon, por ejemplo, dice que ha encontrado el equivalente a 92.000 millones de barriles de petróleo, de lo cual un poco más de 25% se cuenta como reservas. La empresa dice que el año pasado gastó sólo US$1,25 por barril para encontrar el petróleo y el gas que aún no se ha comprometido a bombear.
Debido a que los pozos de petróleo y gas declinan con el tiempo, las energéticas buscan reemplazarlos constantemente. El costo de encontrar más hidrocarburos se ha disparado para las mayores empresas de energía del mundo, conforme exploran lugares cada vez más inaccesibles.
Exxon prefirió no hacer comentarios. Pero a una pregunta de analistas en marzo sobre potenciales compras, Rex Tilerson, presidente ejecutivo de Exxon, respondió que la caída de los precios del petróleo ofrecía muchos tipos de oportunidades diferentes, no sólo en términos de acceder a nuevos recursos a través de varios medios sino de volver a llevar la estructura de costos a donde Exxon cree es más apropiada.
La mayor petrolera estadounidense posee un enorme poder para realizar adquisiciones con su capacidad de obtener financiación barata y una gran cantidad de acciones en sus arcas que podría usar en una fusión.
Durante años, Exxon ha ahorrado dinero al reducir su fuerza laboral global, que descendió casi un tercio desde su fusión en 1999 con Mobil Corp. En la actualidad, Exxon tiene menos empleados que hace 20 años y bombea 50% más de petróleo y gas.
Pero crecer en tamaño hoy podría no crear los ahorros que buscan las firmas de energía, señalan algunos analistas. “Ahora tienen una escala enorme”, dice Tom Ellacott, analista senior de la consultora Wood Mackenzie. “Ha resultado bastante difícil crecer con ese tipo de escala. Creo que otra ola de mega-fusiones es bastante improbable actualmente”.
En cambio, dice, las empresas harán acuerdos para cubrir brechas en sus activos o para potenciar fortalezas existentes, como propone hacer Shell con la compra de BG. Con el acuerdo, Shell consolida su dominio como un proveedor mundial de gas natural y obtiene depósitos potencialmente enormes cerca de la costa de Brasil.
Por DANIEL GILBERT — Justin Scheck contribuyó a este artículo
http://lat.wsj.com/articles/SB10094777726869184749604580613180119838668?tesla=y
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