martes, 3 de diciembre de 2019

Amundi no teme una recesión global, pero advierte de los peligros de la desglobalización



EXPANSION


Perspectivas para el próximo ejercicio de la gestora francesa. El retorno de la inflación a finales de 2020 obligará a los bancos centrales a intervenir.


La ralentización económica marcará el próximo ejercicio, que entrará en una fase de transición en la que los mercados no se desplomarán, aunque tampoco se recuperarán, según Amundi. Con los países exportadores atenazados por las guerras comerciales y el contrapeso de los bancos centrales, la gestora gala recomienda ser «cautelosos» a la hora de invertir y se decanta por las zonas con fuerte demanda interna.

Las perspectivas económicas de Amundi para 2020 no brillan por su optimismo. Víctor de la Morena, director de inversiones de la gestora, descarta la entrada en recesión de la economía mundial durante el próximo ejercicio, aunque atisba una variación de la tendencia motivada por la desglobalización para finales del mismo: «Los efectos de la globalización propiciaron una modificación en la estructura productiva mundial que ha cambiado después de un año de guerra comercial, lo que ha afectado sobre todo a los países exportadores de productos y materias primas», indica el analista.

Este escenario central cuenta con las previsiones más bajas de cumplimiento de la historia de la gestora (55%), mientras que el riesgo de que empeore suma un 30% de probabilidades, por el 15% de que mejore. «La indefinición del Brexit, la pugna entre EEUU y China, las próximas elecciones norteamericanas, el polvorín en Suramérica, Oriente Próximo, Hong Kong... Todo se ha compensado con las políticas expansivas de los bancos centrales y los tipos bajos, pero cuando aparezca la inflación cambiarán las reglas del juego, algo que podría ocurrir a finales de 2020 y obligará a intervenir a los reguladores», señala De la Morena.

La firma de análisis señala a China como uno de los principales perjudicados por esta tendencia de desglobalización económica y por primera vez en la década le otorga un crecimiento inferior al 6% (5,8%), mientras que otros países exportadores como Alemania e incluso España también sufrirán las consecuencias, aunque en menor medida por el peso del sector servicios. La gestora espera que España avance un 1,6% en 2020, medio punto por encima de la media comunitaria.

En la parte positiva, el director de inversiones de la gestora francesa señaló la combinación de las políticas monetarias y fiscales. «Se ven los primeros atisbos de cambios en los planes fiscales de varios países de la Unión Europea para conseguir balances más flexibles y combatir la guerra comercial», apunta. En cuanto al rumbo del BCE bajo la batuta de la nueva presidenta, Christine Lagarde, De la Morena opta por el continuismo. «Draghi aguantó la presión alemana y Lagarde mantendrá esta línea, aunque al contar con menos margen que su antecesor queda por ver cuánto tiempo podrá seguir el mismo rumbo», destaca.


Recomendaciones de inversión

La gestora considera que los inversores deben reconsiderar la sostenibilidad de la deuda, por lo que las principales oportunidades al alza estarán en acciones cíclicas de calidad en Europa y de valor en Estados Unidos. En este sentido, Amundi advierte de las «vulnerabilidades de las ganancias corporativas», por lo que recomienda un «mayor escrutinio» a nivel sectorial y de títulos para evitar negocios insostenibles.

En cuanto a los bonos, los pertenecientes a países emergentes también son «atractivos» para la gestora, aunque De la Morena destaca la importancia de distinguir entre zonas dentro de estos mercados. Para la renta fija, el analista mantiene reparos ante la deuda soberana europea para 2020. No obstante, ha sugerido que los inversores deberían estar atentos ante posibles cambios en las políticas fiscales. «Puede ser un año adecuado para movernos de growth al value, sobre todo en Europa», explica.

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