En el envase de Yoplait se puede leer: "Proveedor oficial de la olimpiada de Montreal 1976" (Youtube)
Una activista de Greenpeace halla en Denia un envase del 1976 casi intacto y difunde el vídeo para concienciar a la ciudadanía de la necesidad de reducir el uso de plástico
Cada segundo se vierten 200 kilos de plástico en el mar y, en total, al final de cada año los océanos cuentan con hasta 12 millones de toneladas de plástico más. Este material que empezamos a producir a escala industrial en 1950 se ha vuelto imprescindible para nosotros y en la actualidad se halla desde en el punto más alto hasta en el más profundo de la Tierra.
El primer recuento mundial de plástico se hizo en 2017 y cifró en 8.300 millones de toneladas la cantidad de plástico generada hasta entonces, lo que equivale al peso de un millón de torres Eiffel. La mayor parte de todo este plástico ya no se usa y yace en vertederos, playas u otros enclaves naturales más o menos descompuesto.
La velocidad a la que se desintegra el plástico depende de su composición y de las condiciones ambientales a las que se expone. Así, por ejemplo, la descomposición de un plástico muy expuesto al sol y a las corrientes oceánicas será mucho más rápida que la de un objeto de plástico postrado en un sitio a la sombra.
En el fondo marino una botella de plástico tarda, de media, 500 años en degradarse, mientras que un hilo de pescar se descompone en aproximadamente 600 años. Por su parte, los mecheros pueden permanecer intactos durante un siglo y la suela de un zapato puede tardar 20 años en desintegrarse, algo más que una colilla, que se estima que tarda entre 1 y 5 años en descomponerse.
El caso de los envases de yogur es también sorprendente, pues pueden tardar en desintegrarse 400 años. Y si no que se lo pregunten a la activista de Greenpeace Maite Mompó, que el otro día, mientras se dedicaba a recoger basura de la playa de Les Deveses de Denia (Valencia), halló casi intacto un vaso o envase de yogur, de plástico, del año 1976.
Indestructibles
Un hilo de pesca tarda 600 años en descomponerse, una botella de plástico 600, un mechero 100 y una colilla entre 1 y 5 años
Lo explica ella misma en un vídeo que publicó la semana pasada en su canal de Youtube para concienciar a la ciudadanía de la necesidad de reducir el uso de plástico. En él detalla que la marca del envase es Yoplait, que fue el proveedor oficial de las olimpiadas de Montreal de 1976 y dejó de venderse en España en el año 2001.
El hallazgo de Mompó demuestra que este tipo de envases pueden permanecer prácticamente inalterados durante medio siglo aún dejándose llevar por el vaivén de las corrientes, lo que da cuenta de su resistencia.
La historia de los polímeros sintéticos (plásticos) se inició hacia el año 1860 y por tanto todavía no hemos tenido tiempo de comprobar la vida de productos hechos de plástico. Por ello, observar el proceso de degradación de envases como este puede ayudar a los científicos a concretar los tiempos de vida de cada tipo de plástico.
Otra aspecto a destacar del envase de yogur hallado hace unos días por Mompó es que es prácticamente igual a los que se venden hoy en día, lo que pone de manifiesto que, pese a todo lo que se ha dicho del efecto nocivo de los plásticos sobre la biodiversidad del planeta, las cosas no han cambiado.
2 de enero de 2020. Un bote de yogurt Yoplait de 1976 es encontrado intacto en playa de Dénia. El plástico que utilizamos de niños seguirá vivo durante decenas de generaciones humanas. Abandonemos el plástico ¡Ya! #Mojate #zerowastevía @YouTube
La Gran Mancha de Basura del Pacífico (del inglés Great Pacific Garbage Patch, GPGP), con 1,8 billones de fragmentos de plástico y un peso de 80.000 toneladas, es la mayor acumulación de residuos plásticos flotantes que existe en el mar.
No obstante, los polímeros sintéticos también flotan a lo largo y ancho de la columna de agua y se acumulan en el fondo en forma de microplásticos, donde pueden ser ingeridos por los organismos que aquí se aposentan.
Puede que hayan llegado aquí como consecuencia de la desintegración de fragmentos de plástico mayores, aunque algunas pinturas, jabones, dentífricos y productos de cosmética también contienen microplásticos que acceden al mar a través de las aguas residuales.
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