- Amazon se ve obligada a deshacerse de productos de varias procedencias
- La revelación llega en medio del Prime Day
Una investigación del canal británico ITV ha puesto el foco en la política de Amazon para deshacerse de los productos que ocupan espacio en sus almacenes; aunque la compañía se defiende afirmando que estos desechos no van a los vertederos, y que está trabajando para cambiar.
Estamos en la semana del Prime Day, el evento más importante del año de Amazon donde podemos encontrar innumerables ofertas en todas las secciones. Como contrapartida al Black Friday de dentro de unos meses, el Prime Day es una gran oportunidad para hacerse con ese dispositivo tecnológico que teníamos tantas ganas de comprar.
No es casualidad que haya sido justo ahora que se haya revelado uno de los grandes problemas que tiene Amazon para ofrecer semejante cantidad de productos a bajo precio: simplemente, no tiene espacio en los almacenes, y muchas unidades acaban siendo destruidas.
Según la investigación de ITV y testimonios de antiguos trabajadores, sólo en el centro logístico de Glasgow, Escocia, todas las semanas se destruyen 130.000 mercancías cada semana; sólo este almacén ya produciría más de millón y medio de productos destruidos, sin tener en cuenta los que hay en el resto del mundo. Todo tipo de productos pasan por este proceso, y un vídeo muestra libros, mascarillas, herramientas y más, todo en su caja original.
Pero son los dispositivos electrónicos los más afectados, con MacBooks, iPads, aspiradores Dyson y más siendo eliminados de esta manera. Es especialmente preocupante, no sólo por el problema de la basura electrónica, sino porque estas unidades no están rotas, y en muchos casos, ni siquiera han sido sacadas de sus respectivas cajas.
Por qué Amazon destruye productos
Algunos de estos dispositivos destruidos vienen de los clientes, que los han devuelto por cualquier razón. Pero en muchos otros casos, no son propiedad de Amazon, sino de tiendas de terceros que usan la plataforma web del gigante para vender su mercancía de manera rápida y sencilla.
Pero estos vendedores a veces deciden no seguir pagando para mantener el artículo en stock, especialmente si las ventas son malas; en ese caso, Amazon se queda con un producto que ocupa espacio, no está dando ningún beneficio, pero tampoco puede vender. A eso hay que sumar que muchos productos vienen de la otra punta del mundo, y devolverlos supone una seria inversión en transporte.
En esa situación, Amazon no tiene más remedio que deshacerse de ellos, en ocasiones destruyéndolos, y en otras, donándolos a instituciones de beneficencia. En un documento filtrado del pasado mes de abril, 124.000 productos fueron marcados como "destruir" por los empleados de Amazon, mientras que 28.000 fueron marcados como "donación".
Amazon no ha negado los resultados de la investigación, pero sí que ha aclarado algunos puntos. Para empezar, asegura que los productos destruidos van para reciclaje, y en ningún caso acabarán en vertederos; su prioridad es donar a organizaciones caritativas y reciclar productos no vendidos. Además, parece que es consciente de este problema, prometiendo trabajar duro para reducir la cantidad de veces que esto ocurre a cero.