Las Médulas, León (Castilla y León) | Fuente: Canva
De norte a sur y de este a oeste, pasando por las islas. Nuestro país tiene mucho que ofrecer. Aúna multitud de monumentos, paisajes naturales de ensueño, historia, cultura y una gastronomía exquisita en cada uno de sus rincones. Es difícil elegir, pero aquí os dejamos con 20 lugares de España para conocer una vez en la vida. Los 10 mejores destinos europeos para viajar en invierno
1. Playa de las Catedrales, Lugo (Galicia)
Esta playa conforma un monumento natural que deja sin aliento a quien lo conoce. La acción erosiva del agua salada, el viento y el paso del tiempo han tallado cuevas, lagos y pasadizos y, precisamente, esto es lo que le da el nombre a este enclave, ya que sus arcos recuerdan a los arbotantes de una catedral. Cada visita es diferente y no hay dos fotografías iguales, ya que las mareas borran el rastro de las huellas de los turistas.
Es un espacio protegido que se encuentra dentro de la Red Natura 2000 y abarca una extensión de unos 15 kilómetros de largo. Durante la Semana Santa y los meses de verano, desde el 1 de julio al 30 de septiembre, es preciso solicitar una autorización para poder entrar. Esta es la manera de mantener controlada la afluencia de personas y, así, conservar la zona. Encuentra aquí los mejores alojamientos familiares en Lugo.
2. Santiago de Compostela, A Coruña (Galicia)
La capital gallega es una ciudad que enamora a primera vista y que, además, es uno de los tres principales centros de peregrinación del cristianismo junto con Jerusalén y Roma. Su catedral es maravillosa, se levantó entre 1075 y 1211 y mezcla el estilo románico con elementos góticos y barrocos, lo que contribuye a darle el imponente aspecto del que goza. Es un templo que acoge a miles de peregrinos cada año y es la viva imagen del arte universal, Además, ha sido recientemente restaurada, por lo que sus fachadas están en su mejor momento.
Su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad, es uno de los rincones más bonitos de nuestro país y en él, además, podréis degustar auténticas delicias gallegas como la empanada o la tarta de Santiago. Entre otros lugares que podéis descubrir en esta ciudad destacan el parque de la Alameda y el monasterio de San Martín Pinario. Y para terminar, proponemos una subida al monte Pedroso. Encuentra aquí los mejores alojamientos familiares en Santiago.
3. Bufones de Pría, Llanes (Asturias)
La costa del Cantábrico está llena de sorpresas. La furia del mar y de las olas, junto con la erosión del viento, provocan lo que se conoce como ‘bufones’. Estos saltos de agua son diferentes a la típica acción del oleaje contra la costa, ya que en esta ocasión es el agua la que aprovecha estas chimeneas de piedra caliza para salir a la superficie, por las que llega a alcanzar alturas de más de 20 metros. Este fenómeno se muestra con toda su fuerza cuando el mar está más bravo, es decir, en otoño e invierno.
En la propia localidad de Llanes también hay mucho que conocer. Empezando por la playa del Sablón y continuando por el paseo de San Pedro, el Palacio de los Duques de Estrada, la iglesia de Santa María del Conceyu, el faro y la ermita de la Virgen de la Guía. Como curiosidad, ¿sabíais que en Llanes se rodó El Orfanato? Concretamente, varias escenas tuvieron lugar en Villa Parres. Encuentra aquí los mejores alojamientos familiares en Llanes.
4. Parque Natural de Somiedo (Asturias)
El Parque Natural de Somiedo es uno de los últimos parajes de España donde la naturaleza es pura. Sus paisajes, su fauna y flora, su gastronomía y sus gentes hacen de este rincón un sitio privilegiado. Además, es uno de los espacios protegidos más importantes y mejor conservados de Asturias.
Es un sitio perfecto para disfrutar de la naturaleza en familia haciendo senderismo y rutas en bicicleta, además de disfrutar de la historia y comida típicas de la zona. Está formado por cuatro grandes valles y de entre sus enclaves más impresionantes destacan los lagos de Saliencia y del Valle, además de las brañas, los prados situados en lo alto de las montañas. Todos los grandes mamíferos de la Cordillera Cantábrica, en especial el oso pardo, y más de 100 especies de aves tienen su hogar en este Parque Natural. Encuentra aquí los mejores alojamientos familiares en Somiedo.
5. Parque Nacional de los Picos de Europa (Asturias-León-Cantabria)
Enclavado en la Cordillera Cantábrica y declarado como Reserva de la Biosfera en 2003, el Parque Nacional de los Picos de Europa es una maravilla natural de nuestro país. Es el reflejo de un paisaje modelado por el hielo y las aguas sobre la piedra caliza que, con el paso del tiempo, formaron un increíble karst de montaña. Posee tres macizos principales limitados por valles y gargantas y lo atraviesan los ríos Dobra, Deva, Cares y su afluente, el Duje.
En el macizo central se encuentra su cumbre más alta: el Picu Urriellu, el Naranjo de Bulnes en castellano. Con más de 2.500 metros de altitud, se puede llegar a él gracias al funicular desde la localidad de Poncebos.
El macizo occidental es el más cercano al Real Sitio de Covadonga, lugar de peregrinación religiosa, donde se sitúan los lagos Enol y Ercina. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en Asturias.
6. Desfiladero de la Hermida (Cantabria)
Este escarpado desfiladero tiene más de 20 kilómetros de largo, lo que lo convierte en el de mayor extensión de España. Lo atraviesa el río Deva, que corre flanqueado por verticales paredes de roca con 600 metros de altura, algo que da lugar a un paisaje, sin duda, impresionante.
Hay varios miradores magníficos, pero sobresale el de Santa Catalina. Desde él se observa el panorama desde las alturas, con los Picos de Europa de fondo y los quebrantahuesos sobrevolando la zona. Además, aunque a simple vista no lo parezca, aúna un rico patrimonio histórico; uno de los sitios más especiales es la iglesia de Santa María de Lebeña, una construcción prerrománica. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en Cantabria.
7. Geoparque de la Costa Vasca, Guipúzcoa (País Vasco)
Encajado entre el mar Cantábrico y las montañas vascas, este enclave forma parte de la Red Europea y la Red Mundial de Geoparques desde el año 2010 y en 2015 consiguió ser declarado Geoparque Mundial por la Unesco, denominación que se otorga para realzar la importancia de determinados paisajes geológicos de gran valor. Tiene 13 kilómetros de acantilados, en cuyo interior hay espectaculares formaciones de capas de roca denominadas Flysch que muestran la historia de nuestro planeta desde hace 60 millones de años.
Se puede apreciar, por ejemplo, una fina capa de color negro que evidencia el impacto de un gran asteroide y la consiguiente extinción de los dinosaurios. Un paraje donde el tiempo, la vida y nuestra propia especie son los máximos protagonistas. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en País Vasco.
8. Salto del Nervión, Álava-Burgos (País Vasco-Castilla y León)
Ubicado dentro del Monumento Natural del Monte Santiago, este impresionante abismo es la caída de agua más grande de la Península Ibérica. El Salto del Nervión es un lugar paradisíaco. Su cascada, de más de 220 metros de altura, atrae a cientos de turistas cada año. Se puede admirar desde arriba en el Mirador del Nervión, o si queréis otra perspectiva, también se puede observar desde abajo tras cruzar el Cañón de Delika.
La belleza de este enclave radica, como no podía ser de otra manera, en el agua. Sin ella, la peculiaridad de su atractivo se evapora. Por ello es necesario planificar muy bien el momento de la visita. Un momento ideal para conocerlo es tras una gran tormenta, una buena lluvia o en la época del deshielo. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en Burgos.
9. Bardenas Reales (Navarra)
El Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Bardenas Reales está situado en el centro de la depresión del Valle del Ebro y su apariencia hace que muchos lo describan como ‘El Cañón del Colorado de España’. Toparse con un desierto de más de 40.000 hectáreas a tan solo 70 kilómetros de los Pirineos es algo muy sorprendente, sobre todo por su singular aspecto.
Una vez os adentréis en ellas, descubriréis tres zonas diferenciadas: El Plano, una gran meseta horizontal; La Negra, formada por un conjunto de relieves horizontales con bosques de pino y matorrales, y La Blanca, donde se dan las formaciones más espectaculares. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en Navarra.
10. Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Huesca (Aragón)
Declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es el macizo calcáreo más alto del continente y aúna cuatro valles: Ordesa, Añisclo, Escuaín y Pineta. Está en el corazón de los Pirineos y fue uno de los primeros espacios naturales protegidos de Europa. Buitres, águilas, quebrantahuesos y marmotas viven en sus hayedos y bosques de pinos.
Sus zonas más populares son el Valle de Ordesa, el alma del parque y repleto de senderos; la localidad de Torla, un pequeño pueblo pirenaico; el Cañón de Añisclo, una profunda brecha que corta la montaña; las Gargantas de Escuaín y el Valle de Pineta, de origen glaciar y rodeado de laderas boscosas y cumbres de más de 3.000 metros de altura. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en Huesca.
11. Montserrat, Barcelona (Cataluña)
La montaña de Montserrat es un lugar con gran interés paisajístico, histórico y religioso enclavado dentro de un Parque Natural con increíbles formaciones rocosas. Aúna bosques de encinas, robles, tejos y pinares que son el hogar de ardillas, cabras y jabalíes. Además, en su interior se localiza el monasterio de Montserrat. Es uno de los sitios más frecuentados de Cataluña y su origen se remonta al año 888.
La basílica es de visita obligada, sobre todo porque alberga la famosa Moreneta, una talla románica policromada de finales del siglo XII. Aunque igualmente recomendable es el Museo de Montserrat, una pinacoteca muy completa con obras de importantes artistas como Caravaggio, el Greco, Berruguete, Picasso, Dalí y Monet, entre otros.
Si sois aficionados al senderismo, os gustará realizar alguna ruta por la zona. Las más recomendables son las de Dels Degollats, apta para todos los públicos; Santa Cueva, una de las más transitadas; Cima de Sant Jeroni, sendero circular de dificultad media, y Las ermitas de Montserrat, un poco más larga que las demás, pero igualmente apta para todos. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en Barcelona.
12. Las Médulas, León (Castilla y León)
En Las Médulas, lugar declarado Patrimonio de la Humanidad, se descubre el efecto de un proceso histórico. En el Bierzo, y junto al valle del río Sil, se encuentra este paisaje fruto de las explotaciones auríferas romanas. Considerada como la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio Romano, el trabajo de ingeniería que se llevó a cabo en la zona cambió considerablemente el entorno y dio lugar a este espectacular enclave.
Las Médulas llaman la atención por las caprichosas formas del terreno, por sus arenas rojizas y su vegetación. Una de las mejores vistas panorámicas las ofrece el Mirador de Orellán; para apreciarlas en todo su esplendor, lo más recomendable es ir al amanecer o bien al atardecer. Hay varias rutas disponibles de mayor o menor distancia, según el interés de los visitantes. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en León.
13. Segovia (Castilla y León)
Declarada como Patrimonio de la Humanidad desde 1985, concentra varias joyas arquitectónicas bien conocidas, como también lo es su deliciosa oferta gastronómica. Su acueducto romano data de principios del siglo II d. C, está perfectamente conservado y por ello es uno de los mayores atractivos de la ciudad. Impresiona por su altura de casi 30 metros y sus 167 arcos.
Por otro lado, no nos podemos olvidar del alcázar, que parece un auténtico castillo de cuento, ni de la impresionante catedral, conocida como la Dama de las Catedrales. Esta enorme edificación es de estilo gótico y cuenta con una torre de más de 80 metros de altura e increíbles vidrieras.
Pero los puntos de interés de Segovia no terminan aquí, puesto que también merece la pena recorrer el barrio judío, la plaza Medina del Campo y el mirador de la Pradera de San Marcos, desde donde se puede disfrutar de una de las mejores vistas del alcázar. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en Segovia.
14. Ciudad Monumental de Cáceres (Extremadura)
Esta ciudad es tan singular e impresiona tanto a quien la visita, que no puede faltar en un viaje a la tierra de los belloteros y mangurrinos. Recorrer sus plazas y callejones es retroceder en el tiempo y viajar a la Edad Media. El centro histórico es Patrimonio de la Humanidad desde 1986 y Bien de Interés Cultural desde 1949; quien conoce Cáceres, sabe por qué. Además, en 2015 fue la Capital Española de la Gastronomía y ha sido seleccionada como uno de los lugares imprescindibles que visitar según el diario The New York Times.
El casco antiguo está delimitado por la muralla y en la zona situada intramuros es donde se sitúa la conocida Ciudad Monumental. En ella hay muchas cosas que admirar: la plaza Mayor, el Arco de la Estrella, la concatedral de Santa María, la iglesia de San Francisco Javier, el Conjunto Patrimonial y Arqueológico de Bujaco y el Museo de Cáceres, entre otras. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en Cáceres.
15. Real Monasterio de El Escorial, San Lorenzo del Escorial (Comunidad de Madrid)
El Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial, en la madrileña sierra de Guadarrama, es un lugar perfecto para conocer la historia de España ligada al reinado de Felipe II. En 1984 fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Se construyó durante el siglo XVI y la basílica, la zona central de la obra arquitectónica, constituye una representación maravillosa del renacimiento español.
Por su parte, la biblioteca del monasterio posee un fondo bibliográfico increíble; de hecho, es uno de los más importantes a nivel mundial. Dentro de sus cincuenta mil volúmenes se encuentran obras especialmente valiosas, como manuscritos en árabe, hebreo y latín. También llaman la atención los jardines. El de los frailes es un gran jardín diseñado en torno a pequeños estanques, con una fuente en el centro, y cerca de él se ubica la huerta del monasterio. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en la Comunidad de Madrid.
16. La Alhambra, Granada (Andalucía)
Es un verdadero privilegio contar con un conjunto monumental creado a lo largo de más de 600 años por la cultura musulmana —que levantó los palacios nazaríes sobre los restos de fortificaciones romanas— y la cristiana, que dejó la impronta de los Reyes Católicos en su reconstrucción y más magníficos ejemplos del arte renacentista.
Su singularidad ha hecho que la Unesco lo declarase Patrimonio de la Humanidad. Es el mejor tesoro que guarda la ciudad de Granada y es el monumento más visitado de España.
La visita puede hacerse en horario de mañana, tarde o noche, pero la mejor es la diurna, pues permite el acceso a todos los espacios visitables del monumento: Alcazaba, Palacios Nazaríes, Generalife, Palacio de Carlos V, Baño de la Mezquita y Visita de Jardines. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en Granada.
17. Parque Nacional de Timanfaya, Lanzarote (Islas Canarias)
El Parque Nacional de Timanfaya es el segundo Parque Nacional más visitado de nuestro país y uno de los paisajes más espectaculares de las Islas Canarias. En él se pueden observar gran variedad de fenómenos geológicos relacionados con su naturaleza volcánica.
Inalterado por la mano humana, la ausencia de vegetación, la extrema rugosidad de las formas, la variedad de colores, sus volcanes y su abrupta costa confieren a Timanfaya una belleza muy singular y extraordinaria. La mejor manera de adentrarse de lleno en este paraje es a través de las Montañas de Fuego, que ofrecen vistas increíbles que parecen sacadas del planeta Marte. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en Lanzarote.
18. Parque Nacional de Garajonay, La Gomera (Islas Canarias)
El Parque Nacional de Garajonay se compone en su mayoría por bosques frondosos que contrastan fuertemente con la aridez que caracteriza al archipiélago canario. La Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1986. Se ubica en la parte más elevada de la isla y tiene una altura que ronda entre los 800 y los 1.487 metros. Su vegetación se debe a su clima tan particular, caracterizado por temperaturas suaves, lluvias y una niebla casi permanente, lo que facilita el crecimiento y desarrollo del Monteverde canario.
Lo mejor para disfrutar del parque en toda su amplitud es recorrerlo a través de los muchos senderos de los que dispone. Cada uno de ellos está marcado según su grado de dificultad y duración. Y, además, cuenta con varios miradores desde los que poder observar el paisaje. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en La Gomera.
19. Cuevas del Drach, Mallorca (Islas Baleares)
Las Cuevas del Drach, en Mallorca, esconden en su interior un gran lago subterráneo llamado Martel, que es uno de los más grandes del mundo. Constituyen un auténtico espectáculo visual de estalactitas y estalagmitas que se extienden a lo largo de 25 metros y crean formas imposibles que recuerdan bosques, palmeras o, incluso, animales.
La temperatura de las cuevas se mantiene constante durante todo el año y suele ser de 20º C, con una humedad del 80 %. La visita al interior se realiza en grupo y dura en torno a una hora. Al finalizar el recorrido tiene lugar el momento más esperado: disfrutar de un concierto en el que los músicos interpretan obras clásicas a bordo de pequeñas barcas en el lago. Esta actividad es una de las principales atracciones turísticas de Mallorca y, sin duda, algo que hay que hacer una vez en la vida. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en Mallorca.
20. Menorca (Islas Baleares)
Las Islas Baleares, en su conjunto, son un archipiélago de ensueño, pero, sin duda, Menorca es un paraíso. Declarada Reserva de la Biosfera en 1993 por la Unesco, si hay una palabra que describe a este enclave no es otra que sostenibilidad, su seña de identidad. Este camino, iniciado a principios de los 90, ha marcado la línea medioambiental y turística, con un respeto máximo al paisaje y a su conservación. Además, desde 2019, sus aguas también son un espacio protegido y se han convertido en la mayor Reserva Marina del Mediterráneo, con una extensión que supera las 500.000 hectáreas.
Disfrutar en sus playas y calas es una de las mejores formas de conectar con la naturaleza. La belleza del entorno, la increíble preservación de sus ecosistemas, el color de sus aguas y la finura de la arena hacen de Menorca un destino imprescindible. Entre las que no os podéis perder destacan la cala Mitjana, la cala Macarella, Son Saura, cala en Turqueta, cala Pregonda y la playa de Cavalleria. Encuentra aquí los mejores alojamientos para familias en Menorca.