Gotas de mercurio (Fuente: iStock)
Utilizado tradicionalmente en los termómetros que teníamos de pequeños en casa, el mercurio es un elemento muy tóxico para la salud humana, fauna, flora y ecosistemas
Es el número 80 de la tabla periódica y es de los pocos metales que encontramos en estado líquido. El mercurio era conocido por los romanos como la plata líquida o 'hydrargyrum', de ahí su símbolo Hg en la tabla periódica.
Utilizado tradicionalmente en los termómetros que teníamos de pequeños en casa, es un elemento muy tóxico para la salud humana, fauna, flora y ecosistemas y que puede permanecer hasta un año en la atmósfera, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). España acaba de ratificar el Convenio de Minamata sobre Mercurio que ha entrado en vigor este mes de marzo en nuestro país.
Este Convenio internacional promovido por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) tiene como objetivo proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y las liberaciones antropogénicas de mercurio y sus compuestos.
Estos días se celebra en Bali (Indonesia) la cuarta Conferencia de las Partes del Convenio de Minamata y en ella se debate la posible prohibición de lámparas fluorescentes, propulsores para satélites, pilas de botón de óxido de plata y zinc-aire, y ciertos dispositivos de medición no electrónicos que contienen mercurio. “Esto supondría que estos productos no se podrían ni fabricar, comercializar ni usar en los países pertenecientes al Convenio”, explican a El Confidencial fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica presentes en la reunión.
La mayor parte del mercurio presente en el medio ambiente procede de la actividad humana, especialmente de las centrales eléctricas de carbón, las calderas industriales a carbón y las plantas de incineración de desechos. La extracción de oro artesanal y en pequeña escala, en la que el mercurio se utiliza para formar una amalgama antes de quemarse, es la mayor fuente de emisiones antropogénicas a nivel mundial.
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“Estas operaciones mineras, en muchos países ilícitas, generan un flujo de comercio ilegal de mercurio, son importantes focos de contaminación ambiental y suponen una elevada exposición de las poblaciones implicadas en esta actividad”, advierten fuentes del MITECO.
También se emplea como amalgama dental, para realizar empastes, que puede contener hasta un 50 % de mercurio, y en productos como cremas y jabones para aclarar la piel, lo que puede provocar daños en el riñón.
Por eso, la OMS reclama que se eliminen los dispositivos de medición médica que contienen mercurio, se reduzcan las amalgamas dentales y cese la fabricación, la importación y la exportación de productos para aclarar la piel que contienen mercurio.
Existe una preocupación creciente porque “debido los aportes de diversas actividades humanas, los niveles de mercurio están aumentando significativamente en el agua, el aire y los suelos de todas las zonas del planeta, lo que supone un problema global, cuya solución tiene que plantearse también a esta escala global”, explican fuentes gubernamentales.
Residuos contaminados
Los residuos contaminados por mercurio son también una fuente potencial de liberación y contaminación por este metal pesado. Se está debatiendo en Bali establecer distintos umbrales de concentración de mercurio en diferentes tipos de residuos, lo que permitiría poder mejorar su identificación y gestión ambiental.
La OMS advierte del riesgo para niños, adolescentes y mujeres en los vertederos donde extraen metales valiosos como el cobre de los desechos electrónicos
En este sentido, la OMS advierte del riesgo para niños, adolescentes y mujeres de la exposición a contaminantes como el mercurio en los vertederos donde extraen metales valiosos como el cobre de los desechos electrónicos. Se calcula que 12,9 millones de mujeres trabajan en el sector no regulado de los desechos, lo cual las expone a residuos electrónicos tóxicos que ponen en riesgo la salud del feto. Y más de 18 millones de niños y adolescentes, algunos a edades tan tempranas como los 5 años, trabajan en sectores industriales no regulados, como el tratamiento de los residuos, según datos de la OMS.
El mercurio se deposita en los sedimentos de lagos, ríos o bahías, donde se transforma en metilmercurio, es absorbido por el fitoplancton, ingerido por el zooplancton y los peces, y se acumula especialmente en las especies depredadoras longevas, como los tiburones y los peces espada. La OMS advierte de que el consumo de pescado y marisco contaminados es la principal fuente de exposición al metilmercurio, especialmente en las poblaciones que dependen en gran medida del consumo de peces depredadores, ya que la cocción no elimina el mercurio del pescado.
España, primer productor mundial
España fue durante siglos el primer productor mundial de mercurio hasta el cierre de la mina de Almadén (Ciudad Real) en 2003 y de ella salió el 35% de todo el mercurio que se ha empleado en el mundo. Se explotó desde tiempos de los fenicios y ahora es un patrimonio histórico visitable.
A día de hoy no hay procesos industriales en nuestro país que usen mercurio
La principal industria que utilizaba cantidades significativas de mercurio en España en su proceso productivo fue la industria de cloro álcali, para producir lejía, por ejemplo. Esta línea de producción cerró en España y en toda la Unión Europea en 2017, por lo que hoy no hay procesos industriales en nuestro país que usen mercurio.
Por
María García de la Fuente
28/03/2022 - 05:00 Actualizado: 28/03/2022 - 11:00
Al mercurio que le quedan los días contados (elconfidencial.com)
www.elconfidencial.com/medioambiente/2022-03-28/al-mercurio-que-le-quedan-los-dias-contados_3397830/