domingo, 23 de noviembre de 2025

Del salmón a Silicon Valley pasando por el petróleo: el triunfo del modelo económico de uno de los países más ricos del mundo

 


  • El PIB per cápita de Noruega es el sexto más alto 
  • El Fondo Soberano del país es accionista de Apple, Microsoft y Nvidia, entre otras


Según Focus Economics, Noruega es el sexto país más rico del mundo según PIB per cápita. Una nación que en tan solo 100 años ha logrado que su economía pase de depender de la actividad pesquera propia de la zona a tener presencia en los consejos de administración de las grandes compañías de Silicon Valley. Un modelo económico que ha cambiado el salmón y la madera para convertirse en uno de los mayores inversores del mundo. Es más, según Reuter, el Fondo Soberano de Noruega posee el 1,5% de todas las acciones cotizadas del planeta. Y todo gracias al hallazgo fortuito de petróleo en el mar del Norte en 1969, lo que le ha convertido en el mayor exportador de crudo de Europa.

El tropiezo con el 'oro negro' ha sido el gran detonante para que, gracias a sus beneficios de exportación, Noruega haya disparado su fortuna y ahora sea considerada como una de las naciones más ricas del mundo con unas condiciones de calidad de vida reconocidas en todo el mundo que corresponden también a una significativa evolución del bienestar social de sus más de 5,5 millones de habitantes en ámbitos como la educación pública, la sanidad universal y las políticas tanto de igual como de redistribución de la riqueza.

No obstante, hace más de 200 años, cuando logró la independencia de Dinamarca, Noruega no era más que un país rural dedicado a la agricultura y pesca y siempre por detrás de las avanzada Suecia y la misma Dinamarca. Y aunque hoy en día siga siendo liderando el mercado del salmón a nivel mundial, con una cuota de más del 43%, también lo hace con el petróleo, siendo el país del continente con más reserva.

Pero, a diferencia de otros países que ha dilapidado sus recursos naturales, Noruega ha demostrado el poder de una economía diversificada a través de un fondo soberano y un estado de bienestar envidiados por el mundo entero. Así es como cada barril que se extrae del Mar Norte no solo enriquece las arcas nacionales, sino que termina financiando fondos de inversión de Silicon Valley que retornan en beneficios para financiar escuelas, hospitales, carreteras...

95.000 millones de euros en exportaciones de crudo

A finales de los sesenta, el hallazgo de petróleo en el yacimiento de Ekofisk en el mar del Norte, en parte de territorio antes de Reino Unido y Dinamarca, hizo virar el destino económico de la escandinava Noruega. Una economía hasta entonces sostenida por el 90% de la población dedicada a la agricultura y que sucumbió de manera heroica a la seducción del crudo: evitó dejarse arrastrar por la dependencia económica que sí había atraído a otros países, por ejemplo, Venezuela, y comienzan a reinvertir los beneficios obtenidos.

Bien es cierto que, con la Crisis del Petróleo de 1973, la industria petrolífera en Noruega tardó en arrancar, pero en 1975 el sector ya había generado miles de empleo, acabando prácticamente con el paro del país. Y no solo el sector aurífero: alrededor surgió toda una red de nuevas empresas tecnológicas para investigar y explorar las aguas del mar del Norte.

Cincuenta años después, el valor de las exportaciones de crudo, condensado y gas natural alcanzó en 2024 los 95.000 millones de euros, lo que supone más de un 60% de las exportaciones nacionales, según la compañía del sector Norsk Petroleum, que se derivaron hacia inversiones sostenibles y para mejorar el Estados de bienestar.

Government Pension Fund Global: el mayor fondo soberano de riqueza

El éxito del modelo económico de Noruega radica fundamentalmente en la diversificación de los beneficios y gestión de estos, muy diferente a la de otros países petrolíferos, como por ejemplo Venezuela y Nigeria, quienes sufrieron 'la maldición del petróleo'. Situaciones que llevaron a ambos países a la quiebra después de años de inflación y corrupción consecuencia directa de la dependencia de crudo.

Noruega, sin embargo, lleva décadas aplicando una regla fiscal estricta que limita el gasto público derivado del petróleo a un porcentaje hacia Government Pension Fund Global (Statens Pensjonsfond en noruego), el fondo soberano del país, fundado en los 90 y usado como vehículo de transformación: de los ingresos del petróleo a acciones, bonos, inversiones en inmuebles y un sin fin más de ramas para diversificar.

Es así, con este modelo, que su economía no se ha hundido y ha permanecido no solo estable sino en continuo crecimiento, a pesar de las continuas caídas en el precio del barril. De hecho, durante la pandemia de la COVID-19, la OCDE felicitó al país escandinavo ya que fue uno de los pocos países de Europa en ese momento cuyo gasto social se mantuvo estable; resultado sin duda de una resiliencia económica trabajada estructuralmente desde más de 50 años.

Por su parte, el fondo soberano de Noruega es el más grande del mundo, con un valor, según Bloomberg, cercano a los 2 billones de dólares y una rentabilidad acumulada de 1,8 billones de dólares, de acuerdo con el Norges Bank Investment Management. De esta manera, el fondo invierte un 70% de lo que ingresa en renta variable, un 20% en renta fija y algo más del 7% en bienes raíces no cotizados.

Es esta estructura la que permite a Noruega financia su sanidad, su educación y su sistema de pensiones sin depender de manera directa del precio del petróleo, asegurando el estado de bienestar a largo plazo.

Presencia en Silicon Valley

Gracias a esta estrategia y gestión, el fondo soberano noruego posee cerca del 1,5% de todas las acciones cotizadas del planeta, según las cifras de Reuters. Entre sus mayores participaciones se encuentran grandes firmas de Silicon Valley como Apple, Microsoft, Nvidia, Alphabet y Meta Platforms, con gran presencia en todos sus consejos de administración

De hecho, esta presencia en las grandes tecnológicas del mundo es el símbolo de una transformación económica sin precedentes: el paso de un pequeño país de pescadores del norte de Europa a uno de los mayores accionistas del planeta.