martes, 22 de noviembre de 2011

Mercury: «Ha llegado el momento de que todo el mundo sepa la verdad»


Foto from BBC.co.uk

El 24 de noviembre se cumplen 20 años desde que el líder de Queen perdiera la batalla contra el sida. Justo el mismo año en que se conmemoran los 40 años de la formación de la banda. Los rumores sobre su deteriorado aspecto llevaron a Freddie Mercury a hacer público que tenía sida y buscar el apoyo «para luchar». Al día siguiente murió.
«He procurado mantener oculta esta situación para proteger mi vida privada y la de quienes me rodean, pero ha llegado el momento de que mis amigos y fans de todo el mundo conozcan la verdad, y espero que todos se unan a mí, a mis médicos y a todos cuantos luchan por combatir esta terrible enfermedad, para luchar contra ella». El 23 de noviembre de 1991, Freddie Mercury realizaba esta declaración pública, reconociendo que tenía sida y asegurando que, como había hecho casi siempre durante su carrera, continuaría con su política de «no dar entrevistas». No le dio tiempo. Al día siguiente, murió.
La prensa británica llevaba varios meses lanzando rumores su deteriorado aspecto físico y la muerte de varios de sus amigos a causa, también, del sida. Las sospechas no hicieron más que crecer tras la publicación de varias fotografías y sus escasas apariciones públicas, por lo que el 22 de noviembre, dos días antes de su muerte, Mercury, de 45 años, llamaba al manager de Quuen, Jim Beach, para discutir un asunto concerniente a él que quería hacer público. Ya estaba bien de secretos.
El histriónico y carismático cantante se encontraba ya extremadamente delgado, prácticamente ciego, sedado y sin apenas poder hablar. Una «penitencia» que tan sólo compartió con unos pocos amigos, como Montserrat Caballé: «Mira Montse, cada uno en la vida tiene su camino y lleva su equipaje. Y dentro de este están todas las cosas que debemos cargar. Yo llevo mi equipaje igual que tú llevas el tuyo. Sería inútil tirarlo, porque… tengo que llevarlo», le dijo en una ocasión a la soprano española, que vio en aquella confesión, según comentó tras su muerte al programa de TVE «Informe Semanal», «una forma muy filosófica de ver su corto futuro».
La muerte de sus amantes
Freddie sabía que era seropositivo desde 1987. Al parecer, había quedado impactado por la muerte de dos de sus antiguos amantes a causa del sida y, consciente de los riesgos de su variada y ajetreada vida sexual, decidió hacerse los primeros análisis. Sus temores se hicieron realidad.
La terrible noticia le cambió su estilo de vivir. Se encerró en su casa de Londres y la convirtió en una clínica, en la que continuaba componiendo. Sus últimas canciones, de hecho, reflejan un estado de ánimo depresivo. Intuye que no le queda mucho tiempo de vida y, de alguna manera, esto se refleja en sus letras.
El avance de la enfermedad provocó que apareciera poco en los videoclips, y, cuando lo hacía, como en «Show must go on», se cuidaba mucho la iluminación y el maquillaje para no mostrar las huellas del sida.
Según contaría su pareja de entonces, Jim Hutton, los dolores que sufría Mercury en los últimos días de su vida eran enormes. En la madrugada del domingo 24 de noviembre, tras una noche muy convulsa en la que el cantante ya no se mantenía en pie, llamaron al médico, que decidió ponerle una inyección de morfina, asegurando que no aguantaría ni dos días.
Las últimas visitas
Por la mañana, cuando ya se encontraba inconsciente, pasaron a verle Elton John y Dave Clark, dos de sus grandes amigos, pero ya no respondía a ningún estímulo. Pocas horas después, moría en compañía de su novio.
Freddie había previsto su final y dejado listos todos los detalles para después. Regaló coche y casa a muchos de sus amigos, grabó una serie de vídeos sobre su enfermedad para que se emitieran tras su muerte y donó su fortuna, 5.000 millones de pesetas, a la lucha contra el sida. Por último, quiso que en su funeral se escucharan algunas grabaciones. Entre ellas, el tema «Barcelona» que grabó junto a Montserrat Caballé.

Los inicios
Nacido en Zanzíbar (Tanzania) el 5 de septiembre de 1946 con el nombre de Farrokh Bulsara, el músico británico comenzó a tocar el piano desde muy joven. A los diecisiete años huyó de Zanzíbar junto a su familia a causa de una sangrienta Revolución en el país para desembarcar en Inglaterra. Allí estudió Arte y Diseño en la universidad de West Thames, que le valió para obtener la nacionalidad. Tras graduarse, estuvo presente en varias bandas «amateur» y conseguiría algo de dinero vendiendo ropa de segunda mano en el Kensington Market (Londres). Pero su sueño era ser músico profesional.
Creación del mito
Todo comenzó con la banda de Roger Taylor y Brian May llamada Smile, que tuvo poca trascendencia, pero que sentó las bases de Queen. En abril de 1970, Mercury conoció a ambos. Y formaron la banda. Tras muchas discusiones acordaron llamarse Queen pese a las connotaciones homosexuales. Entonces, Freddie cambió su apellido por el de Mercury al considerar que aquel apellido paterno no era digno de una estrella de rock. Eligió «Mercury», porque era el mensajero de los dioses. Con sus dos primeros discos, dieron el salto. El primer single que entró en las listas de ventas británicas fue «Seven Seas of Rhye».
Su personalidad
El músico era extravagante, perfeccionista, bromista aunque tímido, con un gran bagaje cultural aderezado con una provocadora y carismática personalidad y un tanto alocado. Talentoso y polifacético. Su potente voz de barítono - aunque arrastrada hasta el registro de tenor- y sus rarezas le valieron para convertirse en uno de los mejores y más recordados cantantes de la historia. Mercury atribuía la sonoridad de su paladar a sus grandes dientes. En 1980, Freddie cambió su imagen. Se cortó el pelo y se dejó crecer el bigote. En el recuerdo permanecerá algunas de sus vestimentas que exhibía en sus actuaciones, tales como vestidos de novia, aires grotescos y circenses, pantalones de deporte junto a sus ya famosas zapatillas Adidas o aparecía vestido de mujer en videoclips.
Los espectáculos de Mercury
Rock de estadio cargado de emocionantes y caleidoscópicas actuaciones en vivo. La banda y, sobre todo él, tenía una gran parte teatral. Mercury era un «showman» en todas sus características. Queen fue precursor de los conciertos masivos, con espectaculares puestas de escena, incluida la pirotecnia. Mercury era capaz de arrastrar al público, abducirlo y provocar un intenso «feedback» gracias, en parte, a sus míticos cánticos que requerían de la participación e interacción de los asistentes, posteriormente imitado por numerosos artistas
«Live Aid»
Fue uno de los grandes momentos de Freddie. El concierto, celebrado de 1985, congregó a más de 72.000 personas en el estadio londinense de Wembley. Un año después, en Budapest (Hungría), se produjo el mayor espectáculo en un estadio desde la caída del Telón de Acero ante 80.000 almas. Su última actuación en directo con la banda tuvo lugar en agosto de 1986 en Knebworth en un concierto en el que asistieron trescientas mil personas.
Influencias
Influenciado por artistas de la talla de The Who, Elvis Presley, Led Zeppelin, The Beatles, The Rolling Stones o, incluso, Aretha Franklin, el estilo de Mercury se caracterizó por la progresión sonora así como sus armonías vocales y versatilidad. También se apasionó con los toques cabareteros de Liza Minelli, a quien amaba. Entre algunas curiosidades, la canción «Stone cold crazy», perteneciente a su tercer trabajo «Sheer Heart Attack» de 1974 -una de las canciones más rápidas del grupo- es considerada como una de las primeras del thrash metal. Por otro lado, y entre otras aportaciones, la banda abrió un nuevo camino con el videoclip «Innuendo» en donde se mezcló 7 técnicas de animación diferentes.
Carrera en solitario
Al margen del grupo, Mercury grabó 2 discos como solista («Mr. Bad Guy» y «Barcelona») y ejerció en varias ocasiones de productor musical, así como colaborador de otros artistas, como la grabación del tema «Barcelona» junto con la cantante de ópera española Monserrat Caballé, con motivo del himno de los Juegos Olímpicos, que tuvieron lugar en 1992.
Queen en cifras
Con más 300 millones de discos vendidos en todo el mundo, 32 de ellos en Estados Unido, Queen es una de las bandas más reconocidas del mundo. Su discografía oficial está compuesta de 14 álbumes de estudio, 5 directos, 1 banda sonora (Flash Gordon), 10 álbumes recopilatorios y un total 48 singles editados. En cuanto a galardones, la banda tiene 14 discos de oro y 12 de platino.
La despedida
El 24 de noviembre de 1991 su voz se apagó para siempre a los 45 años, por una neumonía causada por el sida, una enfermedad que había comunicado que padecía un día antes. Sus fans acudieron masivamente a los aledaños de su casa en Londres, donde falleció. Un año después, en abril de 1992, sus compañeros organizaron un tributo en su memoria, en Wembley, donde acudieron más de 72.000 personas. Por el escenario pasaron aristas tan consagrados como David Bowie, Robert Plant, Metallica, George Michael, Lisa Stansfield, Guns n' Roses o Elton John.
Críticas
Aunque el cuarteto británico tuvo una gran aceptación, popularidad y éxito comercial, la crítica no tomó en serio al conjunto en sus primeros años. De hecho, la prestigiosa revista Rolling Stone calificó al álbum Jazz de «fascista». A veces fueron acusados banda dantesca y poco resultona. Otras la crítica punzaba en la figura de Mercury. En los ochenta, la imagen pública de Mercury despertó debates acerca de su orientación sexual, lo que le cerró las puertas de emisoras de radios y televisión en EE.UU. Entre algunas anécdotas, la canción «Death On Two Legs» (dedicada al exmánager de Queen
Por Israel Viana   from ABC.es   22/11/2011

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