El Banco de España ha mejorado sus previsiones de crecimiento para el país poco después de que el Fondo Monetario Internacional dijera que la nación ya ha dejado atrás lo peor de la crisis.
Pero, ¿la recuperación de España se asienta sobre cimientos endebles?
Se espera que la economía del país crezca un 1,3% en 2014 y un 2% en 2015, según datos del banco central, que antes esperaba un crecimiento del 1,2% y del 1,7%, respectivamente.
Probablemente, el crecimiento será particularmente pronunciado en el segundo trimestre, con una expansión del 0,5% respecto a los tres meses anteriores, una de las mejores evoluciones de entre los socios de la eurozona.
El crecimiento del país se logra gracias, en gran medida, a la indulgencia de Bruselas con sus sustanciales déficit estatales.
El déficit del sector público de España fue del 6,6% del PIB en 2013, frente al 6,8% de 2012, pero por encima del objeto oficial del Estado del 6,5%. Si se incluyen las ayudas al sector bancario, el déficit fue del 7,1%.
Este año, la Unión Europea ha fijado un objetivo para el déficit del 5,8% del PIB. Pero si el Gobierno no logra ampliar la subidas de impuestos de emergencia, el agujero probablemente sea del 6,5% del PIB.
Y lo que es más, algunos de los factores positivos detrás de la recuperación de España se están desvaneciendo.
Aunque España registró un superávit por cuenta corriente el pasado año tras los enormes déficit de los años anteriores a la crisis financiera, la mejor evolución comercial se ha estado revertiendo, señaló en su blog Edward Hugh, un economista independiente en España.
Además, la competitividad internacional española podría también comenzar a erosionarse. Lo que más preocupa es que a medida que el empleo vaya mejorando, los costos laborales unitarios comiencen a subir nuevamente.
"El peligro, por tanto, es que gran parte de lo que tanto costó lograr en los años de la crisis se pierda en la recuperación", indicó Hugh.
En otras palabras, aunque la crisis llevó a la economía española a reequilibrarse hacia la sostenibilidad, la recuperación podría provocar una reversión hacia los malos viejos modos.
A más largo plazo, España sufre el mismo problema que afecta a gran parte del resto de Europa: las malas cifras demográficas, que apuntan al envejecimiento de la población y el descenso de la tasa de nacimientos.
Esto se agrava por la emigración de los trabajadores jóvenes cualificados --Londres está lleno de ellos, y no se dedican únicamente a la profesión de camarero, sino que también trabajan en los bancos--. Estos factores tienden a reducir el potencial de crecimiento de la economía.
http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702304297104580047774080578634?tesla=y&tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10001424052702304297104580047774080578634.html
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