El amor entre hombres fue reflejado en muchas obras de arte griegas y romanas MUNDO
Un estudio de EEUU afirma que las nuevas generaciones buscan más estabilidad en sus relaciones y huir de la promiscuidad.
Sin embargo, estas conclusiones son muy contestadas por aquellos que piensan que esa 'pasión monógama' es fruto de la edad y de una ola conservadora
Javier, WapeteDepor en Grinder, tiene 23 años, estudia Derecho y acude al gimnasio a diario como si, en realidad, se preparara para las oposiciones de bombero. En su perfil en la red social de ligue gay usa un especie de spanglish para definir lo que busca. «No into drugs, chemsexs (sexo con drogas), cerdeo o sexsiones, qué pereza. Empecemos por unas cañas. Buscando alguien especial». Cuando abre esta aplicación suele tener varios mensajes que se fijan más en sus brazos musculosos que en el texto con el que se presenta. «La gente incluso se ofende cuando le digo que no busco sexo por sexo, hay mucho salido. Pero yo lo que quiero es un novio», cuenta Javier.
Puede que muchos crean que Javier es una excepción en el mundo gay, a menudo asociado a la promiscuidad, las relaciones abiertas y a disfrutar de su sexualidad con menos culpabilidad que los heterosexuales. Sin embargo, hace un par de semanas la revista Shangay se hacía eco de un estudio de dos investigadores de la Universidad de San Francisco que concluía que la nueva generación gay es monógama y busca casarse.
Según el estudio firmado por los investigadores Lanz Lowen y Blake Spears en el que participaron casi mil hombres gays, de entre 18 y 39 años, un 92% de ellos quería casarse algún día, y un 90% de los mismos buscaba únicamente relaciones monógamas. Entonces, según estos datos ¿por qué Javier se queja de tenerlo tan difícil?
EN GENTE JOVEN ES MÁS NORMAL TENER IDEAS DE MONOGAMIA"
Gabriel J. Martín, autor del libro Quiérete mucho, maricón
El psicólogo afectivo Gabriel J. Martín, autor del libro Quiérete mucho, maricón, cree que las conclusiones del estudio no son fiables. «Para empezar, gran parte de los encuestados eran parejas. Es como si les preguntas a gente que va a Torremolinos, si lo que les gusta es la playa y los que van a Huesca, si les gusta la montaña. ¡Pues claro! Luego, está el hecho de que Lowen y Spears cambian la nomenclatura y, a veces, hablan de relaciones monogamish. Esto es lo que yo llamo pareja permeable, que significa que está abierta a tríos u orgías pero siempre yendo juntos. Así que no es lo que se suele considerar aquí como monógamo», explica.
Además, Martín añade otro factor menos científico. «En gente joven es más normal tener ideas de monogamia. Una chica de 14 años puede creer en el príncipe azul pero una mujer de 30 se descojona con ese concepto. Si cada vez más los heteros quieren huir de esas relaciones heteronormativas, de fidelidad asfixiante, y buscan nuevas fórmulas, ¿cómo se van a meter ahora en esa idea los gays?».
Pese a este diagnóstico, escritores veteranos (y crápulas) como Eduardo Mendicutti o Luis Antonio de Villena, con muchas noches a sus espaldas, llevan años alertando sobre la domesticación y aburguesamiento de las nuevas generaciones gays, que han dado la espalda a esa vida bohemia y algo lumpen que marcó el estilo de sus antecesores para ser aceptados por la sociedad. Algo así como pasar del sonido de las chancletas de la sauna al de las campanas de boda.
Por su parte, el periodista Paco Tomás, conductor de Wisteria Lane, el único programa LGTB de RNE, cree que «los gays han caído en esa ola de conservadurismo tan de moda que nos invade. Estoy muy a favor de los derechos civiles logrados, pero a veces parece que usamos esos derechos para ser aceptados por la heteronorma. Nos aceptan porque nos parecemos a ellos. Hemos comprado cosas que no somos conscientes de haberlas comprado».
Quizás ese conservadurismo al que alude Tomás sea el que ha hecho que muchos jóvenes homosexuales aspiren al matrimonio y la monogamia lejos de aquel efervescente ambiente que Pedro Almodóvar retrató en películas como Laberinto de Pasiones (1982) o La ley del Deseo (1987). O puede que el haber crecido con la posibilidad del matrimonio homosexual en el horizonte, algo vedado a generaciones anteriores, les haya hecho abrazar ese modelo... Sin embargo, como asegura Gabriel J. Martín: «El hecho de que ahora sean monógamos no significa que en unos años no cambien de opinión».
Javier mientras no pierde la esperanza de encontrar a su príncipe azul.
JOSÉ LUIS ROMO
Madrid
26 MAY. 2018 02:37
http://www.elmundo.es/papel/lifestyle/2018/05/26/5b07dffbca474103218b467a.html
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