miércoles, 17 de septiembre de 2025

¿Especulación, revolución o carrera de armamentos? El gran debate sobre el futuro de la IA sigue sin resolverse

 

Un operador pasa por delante de una pantalla con la cotización de Nvidia, en la Bolsa de Nueva York.

BRENDAN MCDERMID (REUTERS)


La explosión de Oracle, último ejemplo de cómo la tecnología ha cambiado las reglas de la inversión: las estratosféricas valoraciones se ven compensadas con la apuesta ilimitada de las tecnológicas


La capacidad de desarrollar máquinas capaces de debatir argumentos o componer canciones es un cambio tecnológico cuya evolución futura es difícil de calibrar hoy por hoy. Aunque los científicos llevan décadas trabajando en el aprendizaje automático, el lanzamiento de ChatGPT a finales de 2022 fue el pistoletazo de salida para una carrera por desarrollar modelos más avanzados, en la que la fiebre inversora, el gasto masivo en centros de datos y las mejoras tecnológicas se alimentan entre sí.

La IA ha cambiado las reglas de la inversión, y el mejor ejemplo llegó la semana pasada. Oracle, el gigante del software especializado en bases de datos aumentó su valor de mercado en 240.000 millones de euros en cuestión de minutos después de anunciar contratos para computación en la nube ligados a la IA que reportarán 400.000 millones de euros. De repente, y pillando a contrapié a las decenas de analistas que siguen la empresa (que se apresuraron a recalcular sus previsiones), la empresa se coló en la carrera por la IA, su valoración quedó a un paso del billón de dólares y Larry Ellison pasó a ser el hombre más rico del mundo.

En el epicentro del terremoto está otra empresa estadounidense, Nvidia, suministradora de la infraestructura clave, los chips diseñados para el tipo de computación que exige el entrenamiento de modelos de IA. Fue la primera empresa de la historia en valer tres billones dólares, y también la primera en valer cuatro, cuando en septiembre de 2022 estaba en 300.000 millones. Al igual que representa la euforia por la IA, Nvidia representa también el riesgo de burbuja, pues rara es la revolución tecnológica —desde el ferrocarril a internet— que no viene acompañada de una fiebre financiera. Pero de momento el idilio de los inversores con la empresa y, por extensión, con la tecnología, parece a prueba de desengaños.

“Tras una de las recuperaciones más rápidas en la historia existe una creciente preocupación de que la IA se encuentre en una burbuja insostenible”, explicaba Bank of America poco antes de que publicara sus resultados trimestrales, “cualquier indicio de ralentización en el gasto en IA podría avivar aún más las preocupaciones sobre la burbuja”. Hubo señales de ralentización (el negocio en centros de datos quedó algo por debajo de lo esperado) que el mercado, a grandes rasgos, obvió. Uno de los grandes debates del mercado en 2025,y el único en el que Donald Trump es un elemento secundario, sigue pendiente de resolución.

Centro de datos de Microsoft en una imagen cedida por la empresa.
ROB_KALMBACH


En la encuesta mensual de gestores de fondos de Bank of America correspondiente a julio, el temor a una burbuja en inteligencia artificial no era el riesgo extremo (tail risk) más citado por los profesionales (están por delante una recesión global por los aranceles o un rebrote inflacionista), pero sí el que más crecía. Tras una ronda de contactos con grandes inversores, el estratega de UBS Andrew Garthwaite indicaba (el mes pasado) que prácticamente todos preguntan al respecto. Y, a título anecdótico, las búsquedas en Google de la expresión “AI bubble” fueron en agosto seis veces superiores a las registradas en junio.

Las señales de alerta han saltado algunas veces. En febrero irrumpió DeepSeek, el modelo de IA chino capaz de mirar de tú a tú a los gigantes de Silicon Valley con una inversión menor. La guerra arancelaria se ha librado, también, en el terreno de los chips. Este verano, el MIT (organismo de investigación ligado a la Universidad de Harvard) publicó un estudio indicando que el 95% de los proyectos empresariales de IA pierden dinero, y el lanzamiento de ChatGPT 5 no ha sido todo lo brillante que el mercado esperaba. “Los inversores más agresivos están listos para abalanzarse ante los primeros indicios que sugieren que el auge de la IA ha terminado, o que simplemente se ha exagerado. El verano les brindó varias oportunidades”, explica Deutsche Bank, que cita la creciente exigencia de resultados. La cara visible de la explosión de la IA, Sam Altman, fundador de ChatGPT, también manifestó que es posible que se esté inflando una burbuja en el sector. Pero las cotizaciones siguen en zona de máximos.

Valoraciones y un poco de hemeroteca

En todo caso, si hubiera una burbuja, no estaría construida sobre la nada sino sobre una apuesta decidida y masiva de las otras grandes tecnológicas. Las cifras son mareantes: Meta, Alphabet, Microsoft y Amazon prevén inversiones de capital de 300.000 millones solo este año, un esfuerzo posible porque estas empresas son unas máquinas de ganar dinero como el ser humano nunca ha conocido. Así, Nvidia cerrará 2025, según las previsiones, con ventas de 112.000 millones, el doble que un 2024 cuando ya duplicó ingresos. Se espera que los vuelva a duplicar de aquí a 2027. Similar tendencia anticipan los analistas para los beneficios. Cotiza cara, pero porque espera crecer sin freno. “Las valoraciones siguen pareciendo más moderadas que en el apogeo de la burbuja puntocom”, añade Deutsche. “En esta ocasión, hay menos acciones directamente afectadas por el auge y, en general, tienen modelos de negocio mucho más consolidados, bases de clientes más antiguas y niveles de deuda más bajos”.

UBS hace una distinción similar sobre aquellas firmas que perdían dinero, aunque la entidad es más cauta: “El dilema actual es la evolución del flujo de caja desde niveles ya elevados. Las valoraciones infladas dejan poco margen para decepciones”. Y fija tres cautelas clave: la primera, si la IA dará los retornos que promete: “Muchos de los casos de uso son promesas de futuro, no oportunidades de ingresos reales”. La segunda, que la política de estos Google, Amazon, Microsoft y Meta (los llamados hiperescaladores) es intrínsecamente incierta, sobre todo en la medida en que esos casos usos de la IA están por definir (y este negocio no es la clave del beneficio de estas firmas). Finalmente, la entidad recuerda la paradoja Blackberry: una ventaja competitiva actual no se puede extrapolar al futuro. “DeepSeek destacó a principios de año que China se encuentra en una posición sólida para alterar el dominio tecnológico de EE UU. Aunque todavía se encuentra en niveles absolutos mucho más bajos”, explica.

Los analistas de Citi, no obstante, abrazan el tecno optimismo: “El mercado está subestimando el ritmo de aceleración que se avecina. Los ingresos por IA crecerán un 80% anual en cinco años, hasta alcanzar los 670.000 millones de euros en 2030”. El banco considera que los tres usos actuales de la IA (atención al cliente, programación y obtención de información) supondrán un ahorro anual a las empresas de 200.000 millones. Según Goldman Sachs, la inversión en centros de datos, de la que se nutre Nvidia, se está acelerando, y no desacelerando. Pero también lanza su propia alerta: “La proliferación de la IA empresarial no alcanza el nivel de gasto en infraestructuras. A pesar de que los casos de uso se están extendiendo, no parece que el gasto vaya a seguir el ritmo del acelerado gasto en infraestructura de IA a corto plazo”. El premio Nobel de Economía Daron Acemoglu también alertó este año del riesgo de que la inversión en esta tecnología no obtenga el rendimiento esperado.

Larry Ellison, fundador y principal accionista de Oracle.
KIMBERLY WHITE (GETTY)


Deutsche resume estas discrepancias: “Las previsiones sobre los efectos económicos de la IA han tendido hacia los extremos. Algunas han sido apocalípticas, basándose en aumentos específicos de productividad del 15% al 30%. Otras han sugerido que ‘no hay nada que ver aquí”. Oracle puede dar más carrete al optimismo: en la conferencia de analistas posterior a los resultados, Larry Ellison se centró en la llamada “inferencia de IA”, el proceso de utilizar un modelo ya entrenado para obtener información a partir de las bases de datos de los clientes de Oracle.

En todo caso, de momento manda el dinero. Y los gigantes tecnológicos, que compiten entre sí por ser los líderes, no expresan dudas. Como apuntó Sundar Pichai, CEO de Alphabet, “el riesgo de invertir menos de lo necesario es mucho mayor que el riesgo de invertir más de lo necesario”. Tom Riley, responsable de inversión temática de la gestora de fondos de Axa, explica que estas tecnológicas no están construyendo una infraestructura ad hoc para determinados usos, sino una tecnología de propósito general, de ahí la escala masiva. “Esta construcción ahora está respaldada no solo por proveedores de IA, como Open AI, que entrenan sus modelos, sino también por la demanda cada vez mayor de los usuarios. Es una situación más saludable”, añade. La mayoría de los ingresos de Nvidia procede de un puñado de clientes. El 40%, solo de dos de ellos.

El punto en que una subida se convierte en una burbuja siempre será difuso, y como mucho se puede apreciar a posteriori. Pero, a diferencia de otros procesos, esta burbuja tiene un combustible casi inagotable en las inversiones de los hiperescaladores… Siempre que mantengan su fe, y de momento parecen dispuestos a hacerlo incluso aunque tiren por el camino un dinero que, por otro lado, les sobra. En una carrera de armamentos (entre empresas, pero también entre países) no se busca la rentabilidad, sino la victoria. Una lógica más difícil de desmontar, pero que también contribuye, o contribuirá, a llevar las valoraciones de los activos más allá de lo que sea razonable, como ha ocurrido en todas, o casi todas, las revoluciones tecnológicas. En el mercado, la duda no suele ser el qué, sino el cuándo.





Nuño Rodrigo
Madrid - 15 SEPT 2025 - 05:25 CEST
https://cincodias.elpais.com/mercados-financieros/2025-09-15/especulacion-revolucion-o-carrera-de-armamentos-el-gran-debate-del-mercado-sobre-el-futuro-de-la-ia-sigue-sin-resolverse.html

La capa de ozono, en vías de recuperación total en poco más de medio siglo



Agujero de la capa de ozono entre el 1 de julio y el 8 de diciembre 1979-2024.
ARCHIVO



Los científicos advierten de que, sin embargo, todavía tardará medio siglo en volver a niveles previos a 1980.



Tras décadas de deterioro, la capa de ozono, esa fina franja de la atmósfera a unos 25 kilómetros de altura y que protege la vida en la Tierra de los rayos del sol, se encuentra en "proceso de recuperación", aunque aún tardará medio siglo en volver a niveles previos a 1980, ha explicado Alberto Redondas, científico del observatorio atmosférico de Aemet en Izaña (Tenerife).

El cumplimiento de acuerdos internacionales ha sido crucial para evitar retrocesos en un problema que se concentra en el polo sur, sobre la Antártida, y en menor medida en el polo norte y que hace décadas parecía "inabordable", explica Redondas en una entrevista con EFE, con motivo del día Mundial del Ozono.

Es necesario "seguir vigilando" porque las amenazas no cesan: fenómenos como grandes erupciones volcánicas, incendios forestales masivos o incluso la entrada de basura espacial en la atmósfera pueden dañar este escudo invisible, que hace posible la vida, incide el experto. Además, dicha recuperación sufre variaciones de un año a otro.

Por ejemplo, en 2023 el agujero sobre la Antártida fue uno de los más grandes registrados, mientras que en 2024 fue de los más pequeños, indicando una tendencia positiva hacia la recuperación de la capa de ozono.

En 2025 el agujero está en valores cercanos a la media. Hace casi cuarenta años, las naciones adoptaron el Protocolo de Montreal para eliminar los clorofluorocarbonos (CFC's) gases que empezaron a usarse en los años 30 en refrigeradores y aerosoles como medicinas o sistemas de extinción de incendios y que al reaccionar en la estratosfera, con los tres átomos de oxígeno que constituyen la molécula de ozono, la destruyen creando el llamado "agujero de la capa de ozono".

Para el científico, los tratados internacionales sobre el ozono son un hito en los acuerdos de protección del medio ambiente y ejemplifican el concepto de pasar de la ciencia a la acción global.


Aún se detectan emisiones ilegales

La señal de recuperación es clara, pero no se espera que la capa de ozono vuelva a los niveles previos hasta dentro de 50 años. Esto se debe a que las sustancias destructoras permanecen en la atmósfera durante décadas. Además, aún se detectan emisiones ilegales —como ocurrió en China entre 2013 y 2018— y hay compuestos no regulados que también afectan al ozono.

Según explica Redondas, la importancia de la capa de ozono radica en que "estamos vivos gracias a ella", porque "nos protege de la radiación ultravioleta del Sol, capaz de dañar el ADN. Sin esa barrera, la vida no habría podido salir del mar y colonizar la tierra firme. Es lo que ha permitido que los ecosistemas se desarrollen tal y como se conocen".

Su debilitamiento, en los humanos "aumentaría la incidencia de cáncer de piel, cataratas y se debilitaría el sistema inmunológico", ha explicado, y en los ecosistemas, "el impacto empezaría en el plancton y el fitoplancton —base de la cadena alimentaria marina— y se extendería a todos los organismos".


El agujero de ozono ha alterado los patrones de lluvia

Según el científico, la relación entre la capa de ozono y el cambio climático es bidireccional. Por un lado, el agujero de ozono ha alterado los patrones de lluvia, especialmente en el hemisferio sur: en regiones como Australia, la Patagonia o las zonas cercanas a la Antártida.

Por otro lado, el cambio climático también repercute en el ozono. Sobre qué se puede hacer, Redondas recuerda que hace ya más de 30 años que empezaron la prohibición de sustancias destructoras del ozono. Pero pide "frenar el cambio climático, porque se ha convertido en la principal amenaza indirecta para esta capa".



Noticia15 sep 2025 - 16:53
EFE
https://www.20minutos.es/ciencia/capa-ozono-vias-recuperacion-total-poco-mas-medio-siglo_6326246_0.html

Un estereotipo sobre el tamaño del pene obliga a Apple a censurar el anuncio del iPhone Air en Corea del Sur. Y no es broma



¿Un gesto inocente? No si el que lo ve es un surcoreano (Apple)




Los orígenes del gesto se asocian a una campaña iniciada en el año 2015. A lo largo de la última década, varias marcas han salido 'escaldadas' por utilizarlo en el país




Apple ha modificado la campaña publicitaria del nuevo iPhone Air en Corea del Sur para evitar una crisis de reputación. La compañía eliminó la imagen de la mano en forma de pinza, un gesto que en ese país se interpreta como una burla hacia la masculinidad y que ha generado conflictos sociales en repetidas ocasiones.

El anuncio internacional mostraba una mano pellizcando el aire para remarcar la delgadez del dispositivo. Este recurso visual, aparentemente neutro en otros mercados, fue sustituido en el país asiático para prevenir acusaciones relacionadas con el tamaño del pene de los surcoreanos. Ni en la web local ni en el canal de YouTube de la marca aparece la mano en cuestión.

La decisión ilustra cómo Apple ajusta su comunicación a la sensibilidad de cada país. En un mercado donde la “mano pinza” o jipgeson se asocia a disputas sociales, la compañía optó por eliminarla y así reducir el riesgo de boicots o reacciones negativas en redes sociales.


El trasfondo del símbolo

La “mano pinza” se popularizó en 2015 dentro de comunidades digitales y adquirió un significado ofensivo relacionado con estereotipos masculinos. Aunque el origen de la polémica se remonta a un movimiento 'feminista' ya desaparecido llamado Megalia, el gesto continúa siendo motivo de controversia y es motivo de escrutinio en campañas publicitarias.


placeholderEl anuncio del iPhone Air en Corea del Sur sin el gesto de la pinza (Apple)
El anuncio del iPhone Air en Corea del Sur sin el gesto de la pinza (Apple)


El rechazo ha calado tanto que sectores sociales analizan cada cartel o vídeo en busca de este gesto. Cuando lo encuentran, suelen exigir disculpas públicas, lo que convierte a las marcas en blanco de críticas masivas y, en muchos casos, en víctimas de campañas de desprestigio.


Marcas señaladas por el gesto

No es la primera vez que empresas han tenido que rectificar por esta cuestión. GS25 afrontó fuertes críticas en 2021 por un cartel en el que la mano aparecía junto a una salchicha. La cadena de pollos Kyochon también se vio envuelta en el mismo problema, al igual que Starbucks a través de su socio local Dongsuh Foods.

Uno de los casos más sonados fue el de Nexon, que se vio obligado a retirar un tráiler de MapleStory después de que un fotograma mostrara la mano en una décima de segundo. La reacción de la audiencia obligó a la empresa a tomar medidas inmediatas para frenar la crisis.



martes, 16 de septiembre de 2025

SALUD MENTAL ¿Reír disminuye el estrés? Esto dice la ciencia



(istock)



Terapias de la risa como el yoga de la risa, sesiones grupales y películas cómicas mejoran la salud mental y aumentan la satisfacción con la vida, concluye un estudio



¿Ysi la risa fuera el antídoto más sencillo contra el estrés? Reír no solo es un acto espontáneo o muchas veces contagioso; también es una herramienta terapéutica científicamente validada. Un reciente estudio liderado por instituciones como la Universidad de Jaén ha demostrado que la risa puede reducir significativamente los niveles de ansiedad y aumentar la satisfacción con la vida; es decir: reír podría ser tan efectivo como otras formas de intervención psicológica, con la ventaja de que puedes hacerlo en cualquier momento, es económica, sirve para todo el mundo y no tiene efectos secundarios adversos (salvo si te da un ataque 'mortal' de risa como al filósofo griego Crisipo de Solos).

La investigación, publicada en la revista Journal of Happiness Studies y liderado por el investigador Yelsyn-Mauricio Porras-Jiménez, analizó 33 ensayos clínicos aleatorizados en más de 2.100 adultos de distintos países. Cada estudio incluyó dos grupos: uno que recibió risoterapia y otro que continuó con la atención estándar o sin intervención. Los resultados fueron claros: aquellos que siguieron una terapia de risa tuvieron una reducción significativa de la ansiedad y un aumento notable en la satisfacción con la vida. Concretamente, los participantes sometidos a terapias de la risa puntuaron entre 8 y 10 puntos menos en escalas de ansiedad y entre 10 y 12 puntos más en escalas de satisfacción vital que los grupos de control.

“A diferencia del humor espontáneo, la risoterapia es una intervención estructurada y deliberada que utiliza técnicas como el yoga de la risa, sesiones grupales guiadas o payasos terapéuticos para inducir la risa y generar beneficios psicoemocionales”, señalaron los investigadores.

Estas prácticas tienen efectos fisiológicos y psicológicos medibles, ya que reír activa el sistema parasimpático (el que se encarga de las funciones corporales durante el descanso y la recuperación como la digestión), reduce el cortisol (la hormona del estrés), libera endorfinas -nuestros analgésicos naturales- y fortalece nuestro sistema inmunitario.


La risa y su conexión con la salud mental

Los beneficios de la risa no son solo anecdóticos, ya que la risoterapia en sus múltiples formas opera en tres dimensiones clave del bienestar: biológica, reduciendo la tensión muscular, bajando la presión arterial y mejorando la oxigenación cerebral, psicológica, interrumpiendo pensamientos negativos y facilitando una reevaluación positiva de situaciones estresantes y, por supuesto, social, ya que este tipo de tratamientos fortalece los vínculos, mejora la comunicación y genera un entorno emocional más seguro.

La risa potencia el optimismo, y este no es un detalle menor: se vincula a un sistema inmune más robusto, a una salud cardiovascular más sana y a una mayor capacidad de sobreponerse ante la adversidad. Con el tiempo, cultivar el sentido del humor se convierte en un hábito protector que facilita adaptarse a los giros inesperados de la vida.

Dentro del análisis, el yoga de la risa mostró ser la técnica con mayor impacto tanto en la reducción de ansiedad como en la mejora de la satisfacción vital. ¿Y qué es el yoga de la risa? Se trata de una práctica que combina la risoterapia con respiración diafragmática generando beneficios en pocos minutos. Sus beneficios fueron válidos para todo tipo de personas y entornos: estudiantes, profesionales, ancianos en residencias, entornos familiares, pacientes con enfermedades crónicas...

Y es que la risa es una respuesta biológica compartida por muchas especies, lo que sugiere unas raíces evolutivas profundas. Con todo, la evidencia es clara: la risa terapéutica puede y debe formar parte de los programas de salud mental y bienestar emocional porque tiene muchos beneficios y un bajo coste. Ya sea en formato película, en una sesión grupal dirigida, o en la mencionada de risoterapia con yoga, reír de forma consciente puede ser una medicina poderosa al alcance de todos.



 



“Sólo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y no estoy tan seguro de la primera.” La frase atribuida a Einstein parece una boutade, pero funciona como una sentencia filosófica disfrazada de chiste. ¿Y si la estupidez fuera, como la gravedad, una constante del universo?



En la Grecia clásica, Aristóteles no solo definió al hombre como zoon politikon, un animal político, sino que fundó la lógica como disciplina. Fue el primero en convertir el razonamiento en método, en diseñar el silogismo como instrumento para separar lo verdadero de lo falso. La polis, pensaba, era el lugar donde esa razón podía desplegarse colectivamente: en el debate, en la organización, en la búsqueda de la vida buena. Pero en ese sueño de claridad ya acechaba una paradoja. Porque allí donde el filósofo esperaba orden y medida, brotaba también lo contrario: la ceguera compartida, el error que se multiplica, el gesto irracional que se propaga más rápido que cualquier argumento lógico. 

Dos milenios más tarde, un historiador económico italiano decidió observar ese fenómeno con la frialdad de quien examina un organismo al microscopio. Carlo M. Cipolla escribió primero, en 1976, un breve ensayo que circuló de forma privada entre amigos. Doce años después lo publicó en Italia dentro del volumen Allegro ma non troppo, y en 2011 apareció en inglés bajo un título que lo convertiría en referencia global: The Basic Laws of Human Stupidity. Lo sorprendente es que no se trataba de una sátira ligera, sino de un marco analítico con pretensión científica: una teoría sobre la estupidez concebida como categoría autónoma y mensurable. 

Cipolla definía al estúpido como aquel que perjudica a otros sin obtener beneficio alguno, e incluso dañándose a sí mismo. No hablaba de ignorancia ni de falta de información, sino de un patrón de comportamiento con efectos medibles en el deterioro del bienestar colectivo. Lo más inquietante era su conclusión: la proporción de estúpidos en cualquier sociedad es invariable, independientemente de la época, la cultura o el nivel educativo. Hay tantos estúpidos en un mercado medieval como en un parlamento contemporáneo, tantos entre campesinos como entre rectores universitarios o incluso entre premios Nobel. No es un accidente cultural: es una constante antropológica inscrita en nuestra naturaleza.

A partir de esta constatación, Cipolla trazó un diagrama dividido en cuatro cuadrantes que sintetizan la conducta humana. Están los inteligentes, que producen beneficios para sí mismos y para los demás. Los oportunistas, que ganan a costa de dañar a otros. Los ingenuos, que pierden mientras otros se benefician. Y, finalmente, los estúpidos, que dañan a los demás sin obtener nada, e incluso perjudicándose a sí mismos. Este último cuadrante es el más inquietante, porque su fuerza reside en la ausencia total de lógica: es imprevisible, imposible de anticipar, inmune al cálculo racional.

Lo verdaderamente alarmante no es la existencia de la estupidez, sino sus consecuencias macro-sociales. Mientras el oportunista redistribuye riqueza —toma de unos para quedarse con ello—, el estúpido destruye riqueza neta: empobrece al conjunto sin producir equivalente alguno. De ahí la advertencia de Cipolla: las sociedades en decadencia no son aquellas que tienen más estúpidos —el porcentaje es siempre el mismo—, sino aquellas que les conceden un margen de acción cada vez mayor. El declive comienza cuando la irracionalidad deja de ser marginal y empieza a ocupar posiciones de influencia.

Y este último factor, es quizás el más inquietante: la estupidez multiplicada por el poder. Un individuo estúpido puede arruinar una tarde; un estúpido con responsabilidades institucionales puede arruinar generaciones. La historia ofrece innumerables ejemplos: generales que sacrificaron ejércitos por vanidad, burócratas que bloquearon innovaciones por orgullo, líderes que, convencidos de su propia visión, precipitaron catástrofes sociales. La estupidez, cuando se sienta en el trono, multiplica su capacidad destructiva de manera exponencial.

Esto lleva a una pregunta más radical: ¿es la estupidez una categoría autónoma, como defendía Cipolla, o basta con recurrir a otras herramientas de la psicología y la economía para explicarla?

Daniel Kahneman, psicólogo israelí-estadounidense y premio Nobel de Economía en 2002, demostró que gran parte de nuestras decisiones no se toman desde la reflexión, sino desde lo que llamó pensamiento rápido o Sistema 1. Ese mecanismo intuitivo, eficaz para la supervivencia, está plagado de sesgos que nos conducen a errores sistemáticos. Muchas de las conductas que solemos etiquetar como “estúpidas” —decisiones impulsivas, prejuicios, reacciones emocionales— encajan perfectamente en este marco.

Pero aquí aparece el matiz inquietante de Cipolla: incluso aceptando la teoría de Kahneman, hay un resto irreductible, una irracionalidad que no puede explicarse ni por sesgos cognitivos ni por defectos de información. Es una propensión estructural a causar daño sin obtener nada a cambio. Esa es la esencia de su tesis: la estupidez no es un error corregible, sino una regularidad antropológica inscrita en nuestra especie.

La paradoja de nuestro tiempo es que, rodeados de algoritmos diseñados para calcular, predecir y optimizar conductas, no hemos reducido la irracionalidad: la hemos acelerado. Lo que antes quedaba como rumor en una taberna hoy se convierte en un vídeo en TikTok con 20 millones de visualizaciones en cuestión de minutos; lo que antes era una ocurrencia aislada hoy se convierte en “narrativa” política amplificada por sistemas que premian la emoción por encima del dato, la indignación por encima de la evidencia.

Yuval Noah Harari, historiador israelí y autor de Sapiens y Homo Deus, lo ha señalado con claridad: el mayor peligro no es que las máquinas superen nuestra inteligencia, sino que multipliquen exponencialmente nuestra estupidez.

El miedo funciona aquí como catalizador. Los algoritmos convierten el miedo en infraestructura de control social, explotando la vulnerabilidad del pensamiento rápido. Pero incluso en ausencia de miedo o manipulación, la estupidez persiste. Es como si la naturaleza hubiera introducido un freno en el diseño humano: una dosis constante de irracionalidad que impide que el progreso se despliegue sin resistencias. 

¿Existe, entonces, la estupidez? La respuesta de Cipolla es afirmativa y sin concesiones. No como insulto, sino como categoría empírica. Y lo perturbador es lo que implica aceptar esta premisa: no todos los fracasos sociales pueden explicarse por intereses ocultos, conspiraciones o estrategias de poder. Una parte proviene de esa capacidad humana de actuar contra la lógica y contra el propio interés. 

La conclusión, por tanto, no es resignarse, sino reconocer que la estupidez forma parte de nuestra ecología política. No desaparecerá con más educación ni con más tecnología. Solo podemos contener sus efectos: diseñar instituciones que la limiten, fomentar la crítica que la desenmascare y establecer mecanismos que la expongan públicamente. Como en el cuento El traje nuevo del emperador de Hans Christian Andersen, lo esencial es no concederle el blindaje de la solemnidad. Todo el mundo tiene derecho a expresar su opinión, incluso cuando es manifiestamente absurda; lo que nadie tiene es derecho a exigir que esa opinión sea considerada respetable. La función social de la crítica —y, llegado el caso, de la risa— es precisamente esa: despojar a la estupidez de cualquier pretensión de autoridad y evitar que el error se normalice bajo la apariencia de consenso.

Aristóteles, Einstein, Cipolla y Harari coinciden en un punto esencial: la racionalidad humana es frágil. Lo que varía no es la existencia de la estupidez, sino la escala de sus efectos. En tiempos analógicos podía arruinar familias o pueblos; en tiempos digitales puede arrastrar democracias enteras y alterar el curso de civilizaciones. La verdadera pregunta, por tanto, ya no es si la estupidez existe, sino si seremos capaces de convivir con ella sin permitir que se convierta en el motor de la historia.



por

Miguel Alexander Barreiro Laredohttps://retinatendencias.com/vida-digital/una-teoria-de-la-estupidez-en-tiempos-de-inteligencia-artificial/

¿Nos encaminamos a otro 1939? Los conflictos regionales se "conectan" y la UE alza la voz para no terminar en una Guerra Mundial



Los conflictos bélicos en 1939 y 2025.
CARLOS G. KINDELÁN



La falta de alianzas fuertes entre países, la disuasión nuclear y la interdependencia hacen difícil un conflicto a gran escala, explican expertos a 20minutos.Un ataque con drones rusos a Ucrania viola el espacio aéreo de Rumanía, que moviliza dos cazas, y cierra un aeropuerto en Polonia



El mundo se ha vuelto peligroso. Eso es un hecho incontestable y hay unas palabras de la Alta Representante de la UE, Kaja Kallas, que resumen el sentir de la realidad actual. "La forma en que se desarrollen los escenarios depende en gran medida de nosotros, de cómo reaccionemos ante esto", sostuvo esta semana la dirigente estonia sobre la guerra en un Ucrania. Y llenó su mensaje de avisos: "Durante la Segunda Guerra Mundial se cometió el error de considerar todos los conflictos del mundo como partes separadas, cuando en realidad estaban todos conectados", algo que según ella también pasa en la actualidad. Y puso como ejemplo no solo las intenciones de Rusia, sino también las ínfulas de China. "Creo que todos los países pequeños del mundo están en peligro", espetó.

Pero, las preguntas son: ¿es el mundo de 2025 parecido al de 1939 justo antes de que se desatase la Segunda Guerra Mundial con la que Europa quedó completamente arrasada y dividida?¿Está el planeta ahora mismo más cerca de la III Guerra Mundial?

David Gómez, de El Orden Mundial, explica a 20minutos que hay que huir de alarmismos aunque el término de una nueva guerra global tenga "cierto tirón mediático". La realidad es diferente. "No niego que ahora mismo estamos en un orden internacional más inestable que hace unos años que, en cierto modo, existen algunos paralelismos con otros contextos internacionales que terminaron desembocando en una guerra mundial, como en el caso de la Primera Guerra Mundial", asume Gómez, que reconoce que el multilateralismo está en crisis.

Aunque existan estas coincidencias, que se ven con "conflictos militares cada vez más potentes como la guerra de Ucrania, la situación en Oriente Próximo con la genocidio en Gaza, las tensiones entre India y Pakistán o una hipotética invasión china de Taiwán", la verdad, añade el analista, es que las posibilidades de una guerra a gran escala son "remotas". Por varias razones. "Primero, la más importante, la disuasión nuclear. Siempre tendemos a olvidar que la disuasión nuclear fue precisamente el factor que evitó una conflagración directa entre Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría y ese factor sigue estando ahí", explica Gómez.

Tendemos a olvidar que la disuasión nuclear fue el factor que evitó una conflagración entre EE UU y la Unión Soviética durante la Guerra Fría y ese factor sigue estando ahí

"En segundo lugar, otro elemento importante también es el nivel de interdependencia económica entre los países en la era de la globalización. Ahora mismo hay un nivel de interconexión a gran escala, a escala global, que no existía hace 100 años y ya hemos visto, por ejemplo, las repercusiones de una guerra comercial como la que lanzó Donald Trump con sus aranceles el día de la liberación en abril. El impacto económico y la inestabilidad que estaba generando era tan grande que el propio Trump acabó reculando con la mayoría de países", desarrolla.

Y en último lugar, está también el asunto de las alianzas. "En la Primera Guerra Mundial y en la Segunda Guerra Mundial, teníamos bloques de alianzas bastante estables, bastante sólidas y bien preparadas para un conflicto militar. Y buena prueba de ello fue que un acontecimiento como el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria terminó desembocando en una reacción en cadena que derivó en la Primera Guerra Mundial", sostiene. Y eso ha cambiado hacia un escenario que dificulta un conflicto a gran escala. "Los países están priorizando sus intereses en diferentes áreas, o sea, economía, recursos a nivel energético, político... Están priorizando sus propios intereses por encima de esas alianzas multilaterales. Y el hecho de que se prioricen los intereses internos dificulta también que se formen bloques sólidos, bloques férreos que puedan enfrentarse entre sí", termina.

Todo lo anterior no cambia la foto que tenemos delante. Hay conflictos abiertos ahora mismo, perennes, a punto de estallar o en un punto muerto. La concentración de guerras a mayor o menor escala es indudable en 2025, especialmente en África y Medio Oriente. Sudán continúa sumido en una devastadora guerra civil entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido, generando la mayor crisis humanitaria del planeta. En el este de la República Democrática del Congo, el grupo rebelde M23 mantiene control sobre zonas estratégicas pese a un reciente acuerdo de paz con Ruanda, mientras Etiopía enfrenta combates en la región de Amhara contra la milicia Fano. Somalia, Mali y otros países del Sahel siguen luchando contra insurgencias yihadistas que amenazan la estabilidad de la región.

Todo parece escrito ahora mismo en Europa, donde la invasión rusa de Ucrania sigue activa, con ofensivas y bombardeos que afectan la infraestructura energética y civil. Ya van más de tres años de ofensiva, pero si hablamos del este de Ucrania se trata de un conflicto latente desde 2014, con disputas en las zonas de Donetsk y Lugansk. Eso sí, en la fecha actual la invasión rusa de Ucrania sigue activa con Rusia controlando menos del 20% del territorio ucraniano, incluida casi toda Lugansk, tres cuartas partes de Donetsk y grandes partes de Zaporiyia y Jerson.

El conflicto ha dejado, hasta ahora, un saldo humano devastador: según estimaciones de la ONU y autoridades ucranianas, al menos 11.000 civiles ucranianos han muerto y más de 21.000 han resultado heridos, aunque se cree que las cifras reales son mayores por las zonas ocupadas de difícil acceso. Ucrania calcula que las fuerzas rusas han sufrido más de un millón de bajas entre muertos y heridos, junto con la destrucción de 11.177 tanques y 23.266 vehículos blindados. La guerra ha provocado el desplazamiento de más de seis millones de ucranianos al extranjero y millones más internamente, mientras los combates y bombardeos siguen destruyendo infraestructura energética y urbana.

El hecho de que se prioricen los intereses internos dificulta también que se formen bloques sólidos, bloques férreos que puedan enfrentarse entre sí

Pero en el viejo continente por ejemplo acaba de resolverse la disputa histórica entre Armenia y Azerbaiyán por el territorio de Nagorno Qarabaj y la maniobra de Moscú se extiende en forma de amenazas híbridas en otros países como Moldavia o Georgia. "En conjunto, estos conflictos generan millones de desplazados, crisis alimentarias y económicas, y mantienen al Consejo de Seguridad de la ONU en un estado de deliberación constante sobre posibles intervenciones y misiones de paz", resumen los expertos.

En Oriente Medio todo lo marca la situación en Gaza. Es una conflicto extendido desde los años sesenta y que se ha recrudecido de manera paulatina, con altos y bajos, con el paso de las décadas. El punto más grave es probablemente el actual, desatado por los ataques de Hamás sobre Israel el 7 de octubre de 2023 y con una respuesta de Tel Aviv que se alarga durante casi dos años. El grupo terrorista secuestró a 251 personas, algunas de las cuales ya han sido liberadas: según los datos más recientes 48 personas siguen en cautiverio y 83 han sido asesinadas.

En la otra parte, la ofensiva israelí en Gaza ha dejado alrededor de 64.656 palestinos muertos y 163.503 heridos según el Ministerio de Salud de Gaza, mientras que Israel reporta 454 soldados muertos y 2.870 heridos desde el inicio de su operación terrestre. Israel calcula que ha desplazado ya a 200.000 personas y controla cerca del 40% de ciudad de Gaza, con combates intensos en barrios como Al-Naser y Rimal. Solo en los últimos días se reportaron más de 100 palestinos muertos en distintos ataques, incluyendo civiles que buscaban alimentos, y se contabilizan 411 muertes por hambre, entre ellas 142 niños. Organismos internacionales alertan que las zonas de evacuación como Al Mawasi no cuentan con condiciones adecuadas para los desplazados, lo que agrava la crisis humanitaria en el enclave.

El conflicto proxy entre Irán e Israel ha escalado en los últimos tiempos, con ataques aéreos, drones y misiles que involucran también a grupos hutíes en Yemen y acciones puntuales de Estados Unidos. ¿Qué es en realidad un conflicto proxy? Es aquel en el que dos potencias o actores externos que utilizan a terceros (grupos armados, países o actores no estatales) para luchar entre sí en su lugar, financiándolos y apoyándolos para alcanzar sus objetivos estratégicos sin un compromiso directo de sus propias fuerzas militares. En ese punto, Yemen sigue atrapado en su guerra interna, con implicaciones en la seguridad marítima internacional debido a ataques a buques comerciales en el mar Rojo. En Asia, por otro lado, Myanmar continúa su guerra civil contra la junta militar, y la disputa fronteriza entre Camboya y Tailandia ha desplazado a cientos de miles de personas en la región. Asimismo, siguen existiendo las tensiones de China sobre Taiwán.

En América Latina, la violencia de grupos armados y el crimen organizado sigue generando inestabilidad: Colombia sufre enfrentamientos entre el ELN, disidencias de las FARC y fuerzas estatales, mientras Haití padece una grave crisis de seguridad debido al control de pandillas sobre amplias zonas de Puerto Príncipe.


¿Qué pasaba en 1939?

La realidad es que en 1939 el mundo estaba al borde de un conflicto global. La Segunda Guerra Sino-Japonesa, iniciada en 1937, era ya la guerra más grande en curso, con Japón ocupando vastas zonas de China y extendiendo su control en Asia oriental. En Europa, la Guerra Civil española había terminado en abril con la victoria del bando franquista, pero sus efectos seguían siendo evidentes: España quedó bajo una dictadura nacionalista, con cientos de miles de exiliados y la llegada de un régimen que se prolongó durante 40 años. Mientras tanto, en Asia Central se desarrollaba la batalla de Jaljin Gol entre Japón y la Unión Soviética, que concluyó en septiembre con victoria soviética, frenando la expansión nipona hacia Siberia.

Europa vivía un clima de tensión extrema. Alemania, bajo el régimen nazi de Adolf Hitler, había anexionado Austria en 1938 (Anschluss) y ocupado Checoslovaquia a comienzos de 1939, desafiando el orden internacional. El Pacto Ribbentrop-Mólotov, firmado en agosto de 1939 entre Alemania y la URSS, incluyó la partición de Polonia, dejando a las democracias europeas sin margen de maniobra. El continente entero se preparaba para una guerra que parecía inevitable.

Fuera de Europa, el imperialismo y los movimientos de resistencia también marcaban esos momentos. Japón seguía su expansión en China y el sudeste asiático, mientras que en África y Asia crecían los movimientos anticoloniales, especialmente en la India británica. La Sociedad de Naciones -embrión de lo que después se convirtió en la ONU-, debilitada por su incapacidad para frenar las agresiones japonesas en Manchuria y las invasiones de Italia en Etiopía, había perdido legitimidad y no podía evitar el derrumbe del sistema de seguridad colectiva.

La conclusión es que no, el mundo no es el mismo, y los riesgos tampoco: ahora existe la guerra cibernética, las amenazas híbridas, la lucha tecnológica, ejércitos más modernizados, fuerzas paramilitares y Estados que buscan espacio en el panorama global con estrategias cada vez más sofisticadas. El mundo de 2025 no es el de 1939, pero eso no quiere decir que la seguridad se pueda dar por sentada.



Internacional
Noticia  14 sep 2025 - 08:04
Emilio Ordiz  (DESDE BRUSELAS)
https://www.20minutos.es/internacional/nos-encaminamos-otro-1939-los-conflictos-regionales-se-conectan-ue-alza-voz-para-no-terminar-una-guerra-mundial_6294912_0.html

lunes, 15 de septiembre de 2025

Quién es Larry Ellison, el magnate que se convirtió en el hombre más rico del mundo

Larry Ellison, fotografiado en una reunión en la Oficina Oval a principios de este año, ha superado a Elon Musk en riqueza.

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Larry Ellison, cofundador de Oracle y aliado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arrebató a Elon Musk su título como la persona más rica del mundo.

Según el índice de multimillonarios de Bloomberg, la fortuna de Ellison alcanzó los US$393.000 millones el miércoles por la mañana, superando así los US$385.000 millones de Musk.

Las acciones de Oracle subieron más de un 40% después de que la empresa de software para bases de datos presentara a los inversores unas perspectivas sorprendentemente positivas para su negocio de infraestructura en la nube y sus acuerdos en el ámbito de la inteligencia artificial.

Ellison, cuya fortuna está ligada al éxito de la empresa, ha ido acumulando su riqueza de forma constante durante las últimas cinco décadas.

Musk ostentó el título de la persona más rica del mundo durante casi un año.

El consejo de administración de Tesla propuso un plan de remuneración para él que podría alcanzar US$1 billón, si logra una serie de objetivos ambiciosos en la próxima década.

Sin embargo, las acciones de Tesla, la empresa más valiosa de Musk, han caído este año.

La compañía de vehículos eléctricos ha tenido que lidiar con la desconfianza de los inversores ante la reversión de las iniciativas para la electrificación del transporte por parte del gobierno de Trump, además de la reacción negativa de los consumidores ante la postura política de Musk.

Por otro lado, Oracle se ha beneficiado recientemente del creciente interés por la infraestructura de centros de datos.

En el informe de resultados trimestrales publicado el martes, la empresa proyectó que los ingresos de su división de servicios en la nube aumentarán un 77% este año, alcanzando los US$18.000 millones, con un crecimiento aún mayor previsto para los próximos años.

Oracle ha registrado un fuerte aumento en la demanda de sus centros de datos por parte de empresas de inteligencia artificial, lo que contribuyó a la considerable subida de sus acciones.

La directora ejecutiva, Safra Catz, declaró esta semana que la empresa firmó cuatro contratos multimillonarios con clientes durante el último trimestre y prevé cerrar varios acuerdos más en los próximos meses.

Un aliado de Trump que quiere comprar TikTok


Fuente de la imagen,Getty Images

Pie de foto,Larry Ellison acudió a la Casa Blanca recientemente, donde se anunció un gran plan de inversión en infraestructura para IA.

Ellison, de 81 años, cofundó Oracle en 1977 y alcanzó la fama en la década de 1990, convirtiéndose en una figura pública conocida tanto por su extravagante estilo de vida como por la empresa de bases de datos que le generó su fortuna.

Fue director ejecutivo de Oracle hasta 2014 y actualmente es presidente y director de tecnología de la compañía. Además, se ha posicionado como un aliado del presidente Trump.

Cuando el mandatario republicano regresó a la Casa Blanca en enero, Ellison apareció junto a Sam Altman de OpenAI y Masayoshi Son de SoftBank para anunciar un proyecto llamado Stargate, destinado a desarrollar la infraestructura de inteligencia artificial en Estados Unidos.

Oracle también se ha postulado como posible comprador de TikTok, la aplicación propiedad de la empresa china ByteDance. TikTok podría ser prohibida en Estados Unidos si no se separa de ByteDance.

En enero, cuando se le preguntó si estaba de acuerdo con que Musk comprara TikTok, Trump respondió: "Me gustaría que Larry también la comprara".

Las ambiciones de Ellison en el sector de los medios de comunicación van más allá de TikTok.

Financió la mayor parte de la oferta de US$8.000 millones que su hijo realizó para adquirir Paramount, propietaria de CBS y MTV.

Dicha operación, que involucró a Paramount y a la empresa de medios Skydance, controlada por su hijo David, se cerró el mes pasado.

Un multimillonario hecho a si mismo


Fuente de la imagen,Getty Images

Pie de foto,Las regatas son una de las aficiones de Larry Ellison.

La madre de Ellison, Florence Spellman, estaba soltera y con 19 años de edad cuando él nació.

Siendo un bebé de 9 meses, Ellison enfermó de neumonía y su madre decidió enviarlo a Chicago para que viviera con sus tíos, Lilian y Louis Ellison, quienes lo adoptaron.

Ellison tenía planes de convertirse en médico y se matriculó en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, pero abandonó los estudios en 1964.

Unos años después, se matriculó en la Universidad de Chicago, donde tampoco duró.

Finalmente, se mudó a California donde trabajó como programador de computadoras en varias empresas y, en 1977, fundó junto a dos socios una empresa llamada Software Development Laboratories (SDL), cuyo objetivo era prestar servicios de software a otras empresas.

Tras trabajar en un contrato con la Agencia Central de Inteligencia para crear una base de datos, Ellison y sus socios lanzaron en 1979 el programa Oracle, uno de los primeros programas de base de datos relacionales de uso comercial.

Rápidamente, el programa adquirió popularidad y en 1986, la empresa de Ellison -ahora rebautizada como Oracle- empezó a cotizarse en la bolsa. Un año más tarde, ya era la companía de manejo de bases de datos más grande del mundo.

A lo largo de su vida pública, Ellison ha sido conocido por su estilo de vida ostentoso en el que destaca la construcción de una villa valorada en US$200 millones en Palo Alto (California), así como la compra de la sexta isla más grande de Hawái.


    • Danielle Kaye
    • Título del autor,Reportera de negocios de BBC News