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(Inteligencia artificial - Midjourney - David Erickson)
Los expertos pronostican un progreso gradual de los robots humanoides, especialmente para paliar el envejecimiento de la sociedad y la escasez de mano de obra
Los robots humanoides están a punto de completar un viaje que empezó en las mentes de los autores de ciencia ficción y que ahora es una realidad en fábricas como las de BMW o Tesla. Según las proyecciones de UBS, la multinacional suiza de servicios financieros, la población mundial de robots humanoides superará los 300 millones de unidades de aquí a final de año. Y esto es solo el principio.
La llegada de este ejército de humanoides es inminente. Su presencia ya se nota en la industria, pero dentro de nada los veremos también caminando por las calles y ayudando en los hogares. Estas máquinas antropomorfas están diseñadas para aumentar las capacidades humanas, realizando tareas peligrosas, repetitivas o físicamente exigentes para nuestros débiles cuerpos de carne y hueso.
Los robots humanoides ya se están usando en procesos de fabricación y logística, con el Optimus de Tesla trabajando en la producción de sus coches eléctricos o el Digit de Agility Robotics manejando operaciones en el almacén. Pero su uso también se está expandiendo rápidamente para aplicaciones sanitarias. Los robots pueden ayudar al cuidado de pacientes, participar en operaciones quirúrgicas o hacer compañía y asistir a los más mayores en su día a día.
En 2025 tomarán las fábricas y en 2030, los hogares
Los expertos pronostican el siguiente cronograma de invasión: entre 2025 y 2027 se verá un despliegue masivo de estas máquinas en manufactura y logística. Entre 2028 y 2030 llegará la expansión a la atención sanitaria y servicios. Y de 2030 a 2035 será el boom de las aplicaciones de consumo y domésticas.
Aun así, UBS matiza estos datos. “Es posible que el ‘momento coche eléctrico’ [para la robótica humanoide] no se produzca en los próximos cinco años”, explicó Phyllis Wang, analista industrial de China en UBS Securities, en una rueda de prensa celebrada esta misma semana. Wang definió el ‘momento coche eléctrico’ como el avance decisivo en el que se resolvieron los obstáculos tecnológicos que permitieron pasar de 1 millón a 10 millones de unidades vendidas en un periodo de cinco años. La analista cree que el sector de la robótica humanoide aún no había llegado a este punto de inflexión.
Una de las claves para acelerar esta adopción, además del avance de la IA, es la reducción de costes. Esto ya está sucediendo. De los 50.000 a 250.000 dólares por unidad que costaban en 2023 ha bajado a los 30.000 a 150.000 dólares en 2024. Y las proyecciones sugieren que los costes podrían caer a 13.000-17.000 dólares para 2030-2035.
Según un informe Bank of America, para 2060, el 65% de los robots humanoides se utilizarán en los hogares. Sus ventas alcanzarán la friolera un millón de unidades anuales para 2030 y en 2060 habrá 3.000 millones de robots humanoides operativos, casi la mitad de la población humana mundial actual.
Los números para este año son igualmente asombrosos. Según UBS, el número de robots humanoides operativos superará los 300 millones de unidades, con una demanda anual de 86 millones de unidades y un valor de mercado que oscilará entre 1,4 y 1,7 billones de dólares. Pero el banco suizo advierte de que la adopción doméstica generalizada solo ocurrirá cuando los precios promedio de los robots caigan más del 70% de los niveles actuales.
La carrera por los humanoides
China es el líder mundial indiscutible en el desarrollo de robots humanoides. Controla el 49% del ensamblaje de estas máquinas y el 63% de la cadena de suministro global. Entre los fabricantes domésticos de robots humanoides chinos están empresas como Unitree Robotics, AgiBot, Galbot, Engine AI y Leju Robotics.
Estados Unidos mantiene la segunda posición con el 17% de las cadenas de ensamblaje globales, centrándose en la integración avanzada de IA y aplicaciones de alto rendimiento a través de empresas como Tesla, Boston Dynamics y Figure AI. Sin embargo, las empresas estadounidenses dependen de proveedores chinos para muchos componentes clave en la fabricación de sus robots, lo que hace que sus planes de producción estén a merced de los vaivenes arancelarios entre los dos países.
Tras los americanos hay que volver a Asia, con Corea del Sur y Japón luchando por el tercer lugar. Los surcoreanos han lanzado la ambiciosa K-Humanoid Alliance, uniendo más de 40 organizaciones con planes de invertir más de 770 millones de dólares para 2030. Japón va ligeramente por delante gracias a sus cinco décadas de experiencia en robótica. Las empresas japonesas están muy centradas en solucionar el problema del envejecimiento poblacional a través de robots de cuidado especializados como AIREC.
Mientras tanto, la capacidad de producción y financiación de Europa está muy por detrás de la de americanos y asiáticos. Aunque se espera que la inversión público-privada y la adopción de estos robots en sanidad y manufactura nos ayude a adelantar algunas posiciones en esta carrera.
¿Los robots también nos quitarán el trabajo?
Esta transformación promete revolucionar la industria y hacer temblar el tejido de la sociedad, creando oportunidades sin precedentes para mejorar la productividad, la calidad de vida de los trabajadores y nuevas formas de colaboración humano-máquina.
Pero, como advierte Wang, el hardware de estas máquinas, particularmente los actuadores y la llegada de manos robóticas capaces de realizar tareas precisas, aún no está maduro. Lo mismo sucede con la inteligencia artificial que les sirve como cerebro, que, según la analista, todavía está en sus primeras etapas de desarrollo.
Aun así, un informe del McKinsey Global Institute llega a sugerir que hasta 375 millones de trabajadores a nivel mundial podrían necesitar cambiar de categoría ocupacional para 2030. Y que 20 millones de empleos manufactureros podrían ser reemplazados por robots.
El Foro Económico Mundial ofrece una perspectiva más cercana en el tiempo y optimista: prevé que para 2025, la automatización desplazará 85 millones de empleos, pero, por otro lado, creará 97 millones de nuevos puestos de trabajo, principalmente en inteligencia artificial, mantenimiento de robótica y servicios digitales.
El Big Bang de los robots humanoides ya se ha producido, pero su onda expansiva aún no nos ha golpeado. Aunque está en camino.