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Gigantes como Google, Microsoft, Apple, IBM y Telefónica aceleran sus planes para vivir del alquiler de espacio en eso que llaman "nube".
El reino de internet está cambiando. Los viejos señores acaparan tierra para que otros la siembren. Lo llaman "nube" pero no podía ser menos etéreo. Campos de datos, gigantescas plantaciones de ordenadores están siendo compradas mediante la adquisición a los actuales propietarios o creadas de cero por la jet set de la tecnología, el software y las telecomunicaciones para ser alquiladas a grandes empresas pero también a los pequeños agricultores de la red. Emprendedores con una idea semilla que, en este negocio, nunca se sabe cuánto puede llegar a crecer. El tercer tipo de inquilino objetivo es el ciudadano de a pie.
En apenas 15 días, se han sucedido anuncios, lanzamientos y eventos relacionados con la nube. Apple habla ya de la era pos-PC mientras presentaba hace unos días su iCloud, una plataforma de acceso desde cualquier dispositivo que empiece por ‘i' a contenidos alojados en servidores de la firma de la manzana y eso incluye, por supuesto, la música. Google también la ofrece ya con acceso remoto.
Precisamente, Google lanza estos días en siete países, incluido España (donde lo comercializa con Movistar) su Chromebook, un dispositivo que parece un ordenador pero que es una puerta de entrada a los programas y datos del usuario (que tendrá de momento sobre todo perfil empresarial con un pago al mes) alojados en los centros del gigante de las búsquedas.
Microsoft, que no hace un lustro negaba el futuro protagonismo de la nube, ahora no habla de otra cosa y ha celebrado en Bruselas su BizSpark, unas jornadas dedicadas íntegramente a este modelo de negocio en las que, entre otras presentaciones, celebró un concurso de emprendedores de internet (futuros clientes de espacio y proveedores de servicios de la nube) entre los que había sido seleccionada la española Weplay.fm.
Telefónica anunció hace días la compra de Acens, empresa de servicios en la nube, por 80 millones de euros. El grupo español en realidad lleva tiempo dedicado a este negocio y cerrará este año con un centro de datos en España, otro en la República Checa, así como dos en América Latina: uno en México que se unirá al de Brasil (ya en funcionamiento). Para 2013, el número previsto de centros de Telefónica en esta región es de cuatro.
IBM ha disparado sus inversiones en la nube para hacerse con los 7.000 millones de euros a nivel mundial que prevé que le reporte en 2015. El Gigante Azul, que acaba de cumplir cien años, dispone de un centro de datos en Alemania, dos en EEUU, uno en Canadá y uno en Japón.
En EEUU, Time Warner Cable ha comprado Navisite (230 millones de dólares), la telefónica Verizon se ha hecho con Terremark (1.400 millones de dólares), la firma de telefonía rural Centurylink compró Savvis (2.500 millones de dólares) y Qwest (933 millones). Hewlett Packard, EMC y Dell han hecho importantes compras y se espera que los movimientos continúen, lo que ha disparado el valor en Bolsa de firmas de centros de datos como Rackspace.
La facturación del negocio básico del cloud computing (gestión de contenidos en la nube), el dedicado a infraestructura y software, crece entre un 30% y un 40% cada año, con una previsión, según un estudio de Gartner, de alcanzar una facturación de 10.000 millones de dólares solo en Europa en 2014. En el negocio de la nube estandarizada (cloud público, frente al concepto de nube privada en la que se da servicio con recursos dedicados en exclusiva a un cliente) es EEUU el que consume el 50% del negocio. Europa supone el 30%.
La demanda parece garantizada. El ahorro de costes de alquilar y pagar por uso puede ir desde el 40% al 70% para una pequeña empresa respecto a lo que le habría supuesto comprar ella los servidores, alimentarlos eléctricamente, instalar un sistema de refrigeración y nutrirse del software adecuado, explican en el sector. El hecho de tener que adelantar ese dinero antes de haber visto un euro en ingresos se puede convertir en una barrera infranqueable que la nube salva. Con este sistema, las mismas máquinas son utilizadas por diferentes empresas, lo que no sólo ahorra costes a estas sino también desgaste al planeta. Como comenta José Luis Antón, de Sogeti (empresa que ofrece servicios de cloud testing, o herramientas de pruebas de calidad, rendimiento y gestión de la nube), este modelo "impacta de forma positiva en el medio ambiente, al evitar que cada empresa consuma electricidad para sus propios equipos, espacio, etc". Equipos que en muchas ocasiones tienen la capacidad infrautilizada.
En la nube, una pequeña empresa gestiona el servicio que le da el centro de datos desde la página web de su proveedor. Paga por hora de máquina utilizada, con un precio según las condiciones del contrato. Telefónica cobra desde siete céntimos por hora y máquina con una disponibilidad de capacidad garantizada del 99,95%. IBM cobra desde ocho céntimos.
Al margen de los costes, lo que más destacan los expertos es la agilidad para incrementar en minutos la capacidad disponible. Para una empresa o banco de gran tamaño hay ahorro, pero menor, en torno al 20%.
Por ANA FLORES Madrid from publico.es 19/06/2011
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