jueves, 12 de marzo de 2020

Coronavirus: Los siete focos que tienen que vigilar los inversores


DREAMSTIME EXPANSION


Indicadores que miden el miedo y que pueden dar señal de compra, la volatilidad, la salud de la economía vía indicadores PMI, los beneficios empresariales y el petróleo son claves para las bolsas.


La sirena de alerta sigue sonando en las bolsas. La epidemia de coronavirus marca el ritmo de los mercados pero la imposibilidad para prever cuándo remitirá la epidemia y hasta las consecuencias que tendrán las cuarentenas en el crecimiento económico centran las preocupaciones de los inversores.

La propagación de la crisis sanitaria hace que los inversores estén pendientes del número de contagios, tanto en China como en el resto del mundo. Hay siete focos a vigilar con atención al invertir, según los expertos.


Contagio

Los expertos aconsejan seguir el ritmo de expansión de la epidemia. UBS recomienda vigilar el número acumulado de personas contagiadas en todo el mundo, en comparación con dos escenarios de velocidad de propagación epidémica del modelo de la Universidad de Toronto. Indica si las medidas de contención son efectivas o si la epidemia se extiende sin control . También el número acumulado de contagiados. "Si se sigue el patrón de epidemias anteriores, una ralentización en los contagios a partir de la 2ª y 3ª semana hace probable que su expansión sea limitada y que la epidemia esté bajo control en cuatro o seis semanas", explica Roberto Scholtes, director de Estrategia de UBS.

Los expertos creen que, con las medidas de contención de la epidemia, el ritmo de propagación se frenaría en marzo tanto en Italia, foco de la enfermedad en Europa, como en otros países. Además, la llegada de la primavera debería ralentizar la expansión, de tal manera que se evitaría la declaración de pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).


Miedo y codicia

Estar al tanto del sentimiento que domina los mercados es un barómetro imprescindible para calibrar el sentido de la inversión. Existen multitud de barómetros capaces de medir lo que en la jerga bursátil se denomina como sentimiento de mercado. Uno de los más utilizados en los últimos tiempos es el Fear & Greed Index (Índice del Miedo y la Avaricia), elaborado por CNNMoney. Oscila entre el 0, que corresponde con pánico máximo, y el 100, que representa el mayor optimismo.

Se calcula a través de siete variables, entre las que se encuentran la amplitud del mercado (valores alcistas frente a valores bajistas), la ratio entre las opciones call (alcistas) y las opciones put (bajistas) o la demanda de bonos basura (medida como el diferencial de rentabilidad entre los bonos con grado de inversión y los bonos basura). En la actualidad, el indicador de Miedo y Codicia se encuentra muy cerca del máximo pesimismo posible. Hace sólo dos meses, el índice marcaba un optimismo casi máximo. "A los niveles actuales, podríamos decir que el sentimiento de mercado refleja una capitulación de los inversores", señala Javier Molina, de eToro, que recuerda que este índice se toma como un indicador contrario. Por lo tanto, habría que estar vigilante porque empieza a dar señales de compra.

Los expertos de Citi, que manejan sus propios barómetros de sentimiento, como el global Bear Market Checklist, sugiere una estrategia de compra en las caídas, pero los datos apuntan a que el mercado no ha llegado aún a la capitulación: 5,5 de sus 18 indicadores están en rojo, y la firma cree que, para que haya señales claras de compra, debería haber más de 10. UBS utiliza un índice de apetito por el riesgo global que combina decenas de índices. Cuando alcanza niveles extremos (-2) suele indicar capitulación generalizada y posible rebote de los activos y está cerca.


Volatilidad

En las últimas semanas ha pasado de la calma absoluta a niveles no vistos desde 2011. La teoría define la volatilidad como una medida estadística que pretende cuantificar los cambios de precio de un activo durante un periodo determinado. Se ha convertido en un indicador del riesgo que presenta un activo: a mayor volatilidad, mayor riesgo.

El índice más utilizado para calibrar la volatilidad bursátil es el VIX, que mide la volatilidad intrínseca del índice estadounidense S&P 500. Las caídas de las últimas semanas en Wall Street han llevado a este indicador a superar el nivel del 45%, una cota que sólo ha visto en otras dos ocasiones desde 2011, año en el que crisis crediticia tocó suelo. En 2017 marcó su mínimo, en el 9,14%. Niveles de volatilidad en torno al 10% son considerados como "máxima complacencia", una situación que vivió el mercado el año pasado, con interrupciones puntuales por la política comercial de Donald Trump.

Sin embargo, la crisis sanitaria actual y su impacto en los mercados ha traído un entorno de volatilidad que todo apunta que se prolongará. ¿Cuánto? Los expertos ven difícil calcularlo, pero Joaquín Robles, de XTB, estima que será un mes y medio. En este periodo se irán conociendo datos económicos de febrero y marzo, cuando se han producido el grueso de los contagios. "Lo normal es que la volatilidad remita conforme se pueda ir cuantificando el efecto de la epidemia en la economía global", admite Guillermo Santos, de iCapital. Pero el experto no descarta otro escenario, en el que una expansión masiva de la enfermedad pudiera incrementar aún más la volatilidad.


Rentabilidad

El diferencial de rentabilidad media anual esperado de las acciones frente a la deuda pública, los tipos de interés y el crecimiento de los beneficios a largo plazo es otro de los gráficos señalados por los expertos. Se trata de un indicador más fiable de la valoración que presenta la renta variable que la comparación histórica de los múltiplos bursátiles, ya que incorpora el factor de la rentabilidad alternativa de los bonos, según Scholtes.

La actual crisis sanitaria ha provocado el desplome conjunto de las acciones y de las curvas de tipos (derivada de las compras de títulos de deuda), lo que ha devuelto la prima de riesgo media de las bolsas globales a niveles muy cercanos a los máximos de 2013. Efectivamente, esta situación marcó el final de las correcciones bursátiles. El experto espera un descenso de la prima de riesgo, actualmente en el entorno del 8%, ante la prolongación del ciclo económico en un escenario de tipos por debajo de la inflación por un periodo largo.


Piche sobre el gráfico para ampliarlo.


Datos económicos

Beneficios

Los resultados empresariales y las previsiones que realizan las compañías también marcarán a pauta en las próximas sesiones en la Bolsa. El mercado tiene claro que las cuarentenas y la globalización de los contagios va a suponer un duro golpe para las cuentas de las compañías manufactureras, de consumo y de las relacionadas con el turismo. Pero la imposibilidad de cuantificar el golpe genera mucha incertidumbre.

Compañías tan dispares como Apple, Danone o Continental, por citar sólo unos ejemplos, ya han avisado de que sus cuentas se van a resentir. Ahora, se espera una oleada de revisiones a la baja en las previsiones de los beneficios empresariales para el año. Goldman Sachs ajustó sus previsiones para las compañías del S&P 500 y prevé un estancamiento del beneficio para este año, frente al alza del 6% prevista con anterioridad. Esta misma semana, los analistas de Citi han calculado un crecimiento del PIB mundial para este año del 2,5%, lo que se traduciría en un incremento de los beneficios globales del 2% para este año, según la firma. Sin embargo, los expertos reconocen que "dado el riesgo obvio respecto al crecimiento mundial, parece prudente pensar en un crecimiento nulo de los beneficios al cierre del ejercicio". La firma recuerda que a principios de este año, sus cálculos apuntaban a un alza de las ganancias corporativas del 4%.

Para Zamora, "los recortes en las previsiones de beneficios están siendo todavía demasiado tímidos". El experto apoya esta opinión en el índice upward downward de revisiones de beneficios (número de compañías con revisiones al alza de las previsiones de beneficio por acción (BPA) respecto al total que experimentan ajustes en el último mes). Sus cifras sugieren "una reacción demasiado suave considerando el parón en la actividad por el coronavirus, tanto por el lado de la demanda, como por problemas en la cadena de suministros".


Petróleo

El consumo de petróleo es otro barómetro indirecto de salud de la economía. Las cuarentenas en China han desplomado el consumo y, por lo tanto, los precios del crudo, que cae el 31% este año. La OPEP quiere un recorte de producción, pero no ha llegado a un acuerdo con sus socios, encabezados por Rusia. Todo apunta a que el oro negro seguirá a la baja, lo que marcará el ritmo en Bolsa de las petroleras y las aerolíneas: las primeras serían las grandes perjudicadas y las segundas, las beneficiadas.


Política

No hay que perder de vista el contexto político, que podría retormar importancia cuando afloje el coronavirus. La historia muestra que los años de elecciones en EEUU suelen ser positivos para la renta variable, sobre todo cuando el inquilino de la Casa Blanca se presenta a la reelección. Aunque el S&P 500 suele subir en año electoral tanto si gana un demócrata como un republicano, en esta ocasión existe un factor que preocupa a los inversores: la elección de Bernie Sanders como candidato demócrata, debido a su perfil izquierdista. El resultado del supermartes ha dado un espaldarazo a Joe Biden, de perfil moderado, "pero Sanders continúa liderando las encuestas, lo que podría preocupar a los inversores", señala Zamora, de MacroYield. Las apuestas siguen considerando que Trump vencerá en las elecciones de noviembre, pero su victoria podría depender del impacto económico del coronavirus, ya que la fortaleza económica es su principal argumento electoral.

En segundo plano, y adormecido está el Brexit. Ejecutada la salida de la UE, ahora queda por concretar las relaciones comerciales.

ESCENARIO

  • La propagación del coronavirus ha vuelto a golpear las bolsas esta semana, por lo que los grandes índices mundiales caen entre el 2% y el 5%.
  • Desde que se desató el miedo en los mercados, el pasado 21 de febrero, las bolsas europeas han caído más del 10% y las de EEUU, hasta un 15%.
  • Los indicadores del miedo están cerca de niveles mínimos, la volatilidad ha repuntado, pero los expertos auguran que los índices seguirán presa de las fuertes oscilaciones.
  • Por ahora no está claro el impacto económico que van a tener las consecuencias de las cuarentenas del coronavirus y se teme que haya más revisiones a la baja de crecimiento y beneficios.
  • Una de las cuestiones clave será si el impacto negativo será puntual y después podría darse una recuperación en 'V' o dejará tocadas unas maltrechas economías dopadas por la liquidez de los bancos centrales.





C. ROSIQUE/R. MARTÍNEZ
9 MAR. 2020 - 00:13
https://www.expansion.com/mercados/2020/03/09/5e6535f8468aeb17528b45a4.html

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