Personal sanitario mueve a una paciente de un hospital en Manhattan, Nueva York (GRI / Reuters)
La situación puede ser alarmante en un país donde casi no hay sanidad pública, millones de personas no cuentan con seguro médico y la pandemia se expande a gran velocidad
Cuando Danni Askini, una mujer residente en Boston (Estados Unidos), recibió la factura del hospital por haber sido tratada por coronavirus se quedó de piedra: 34.927 dólares. Como otros 27,5 millones de americanos, Askini ingresó en urgencias sin un seguro médico privado, ya que planeaba mudarse con su marido a Washington con la esperanza de conseguir un trabajo allí. Pero el virus la infectó antes.
“Me quedé bastante sorprendida –relataba la mujer a la revista Time , que se ha hecho eco de su historia–. Personalmente no conozco a nadie que tenga esta cantidad de dinero”. Para hacer frente a la deuda, ha solicitado al seguro de salud del Gobierno estadounidense para personas con bajos ingresos (conocido como Medicaid) que se haga cargo de la factura. De no hacerlo, está perdida.
Estados Unidos registra cerca de 70.000 contagiados y más de un millar de fallecidos
Mientras tanto, Estados Unidos ve como la pandemia del coronavirus se expande a gran velocidad: Con cerca de 70.000 contagios y más de un millar de fallecidos, según la universidad Johns Hopkins, una de las principales instituciones que sigue el curso de la enfermedad. Las previsiones apuntan que pronto se alcanzará la cifra se infectados de China, con lo que centenares de personas deberán ser hospitalizadas.
En un país donde la sanidad pública es prácticamente inexistente y millones de personas no cuentan con seguro médico, se pueden esperar muchos más apuros económicos para aquellos que tendrán que ser tratados por el Covid-19.
“Debido al elevado coste de la sanidad en Estados Unidos, no he visto un médico desde 2013”, confesaba estos días el periodista Carl Gibson en The Guardian . “Cuando multiplicas mi situación por 27,5 millones, terminas en un país lleno de personas que no verán a un médico a menos que estén extremadamente enfermos”, sentenciaba. Por ello concluía que si se combina“un sistema de atención médica con fines de lucro” con una pandemia global, “el único resultado” que puede salir es “un desastre total”.
Incluso para una persona con seguro médico, la factura por un ingreso hospitalario debido al coronavirus podría ser de varios miles de dólares. Un estudio de la Kaiser Framily Foundation calculó que los tratamientos de neumonía severa con complicaciones (la enfermedad que provoca el Covid-19 en los casos más graves) cuesta unos 20.000 dólares. Si bien las aseguradas cubren la mayor parte del coste, el paciente normalmente debía poner de su bolsillo unos 1.300 dólares.
Debido al elevado coste de la sanidad en Estados Unidos, no he visto un médico desde 2013”
Eso de debe a que el 80% de los seguros privados incluyen unos gastos conocidos como “deducibles”, que debe afrontar al asegurado antes de que la póliza entre en funcionamiento.
En vistas de la delicada situación, las políticas con respecto a estos gastos deducibles para pruebas y tratamientos están cambiando rápidamente. El Congreso de Estados Unidos ha aprobado una legislación que cubre el coste para hacerse la prueba del coronavirus. Y cada vez son más las compañías de seguros y los empleadores –en Estados Unidos las empresas pueden hacerse cargo de la cobertura médica– también están adaptando las condiciones para eliminar deducibles y copagos para hacerse pruebas.
El Congreso de Estados Unidos ha aprobado una legislación que cubre el coste para hacerse la prueba del coronavirus
No obstante, la cuestión de los ingresos hospitalarios sigue sin estar del todo resuelta. “El tratamiento sigue siendo un problema gigantesco”, asegura la directora de iniciativas de acceso en Families USA, un grupo de defensa del consumidor, Cheryl Fish-Parcham, en The New York Times .
El periódico neoyorquino recuerda que hay opciones para que nadie quede sin cobertura médica, ya sea con la Medicaid o la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (también conocida como la Affordable Care Act o Obamacare), que ofrece créditos para subvencionar un seguro de salud. Sin embargo, hay muchas personas como, por ejemplo, el periodista mencionado anteriormente, que se encuentran en un cul-de-sac: ganan demasiado para optar por la Medicaid pero no lo suficiente como para comprar un plan de seguro médico privado en la Affordable Care Act.
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