Lata abandonada en mitad del campo. (Jose Luis Gallego)
Dejemos las cosas claras: si está ahí es porque alguien la ha dejado abandonada.
Y ese alguien no es el fabricante, ni el distribuidor, ni el tendero
Cuando salimos al campo o a la playa tomamos conciencia del grave problema del abandono de residuos en la naturaleza: la basuraleza. Y estamos de acuerdo: los fabricantes deben tomar medidas para reducir la producción y distribución de todos esos envases y envoltorios.
De acuerdo en que antes que descargar toda la responsabilidad en el consumidor para que separe los envases por materiales y lleve cada uno a su correspondiente contenedor de reciclaje, es necesario reducirlos, y eso les corresponde a ellos.
Aunque todos esos residuos pueden ser reciclados, todavía son muchos los que siguen abandonándolos en el entorno
Por eso no nos cansamos de repetir que las marcas de productos envasados deben extender su responsabilidad más allá de la vida útil del envase, asumir nuevos retos para reducir los materiales que lo componen y eliminar, en la medida de lo posible, el plástico de un solo uso.
Ahora bien, dicho esto, es injusto eludir la parcela de responsabilidad que como consumidores finales nos corresponde asumir en este tema. Porque, seamos sinceros ¿Quién es el responsable último de que esa lata vacía de refresco haya acabado en mitad del bosque? ¿El fabricante, el tendero, o el irresponsable que la tiró porque le dio la real gana?
Recuperar todos esos envases vacíos que nos estamos encontrando estos días en el campo o en la playa, reducir su presencia y evitar su dispersión en el entorno es uno de los principales objetivos medioambientales que debemos asumir como sociedad. Es decir, entre todos: desde fabricantes a consumidores. Y no vale echarle la culpa al sistema, porque el sistema (este y todos) se basa en la participación ciudadana: sin voluntad de colaboración no hay solución.
Porque la verdad es que aunque todos debemos contribuir a que esos residuos puedan ser reciclados, todavía son muchos, demasiados, los que siguen abandonándolos en el entorno sin posibilidad de recuperación, acrecentando el problema de la basuraleza. Un problema con el que solo acabaremos si lo decidimos entre todos.
Resulta casi imposible pasear por el campo sin ver residuos abandonados. (EFE)
Repito: los fabricantes deben aplicar medidas de ecodiseño que contribuyan a aligerar el peso y reducir el volumen de los envases de plástico, evitando los envoltorios superfluos. Deben asimismo priorizar el empleo de materiales reciclados y facilitar su posterior reciclado.
Pero mientras todo eso avanza (que está avanzando), y mientras las medidas legislativas avanzan para que eso sea así (que también están avanzando), lo que no podemos ni debemos hacer nosotros es eludir nuestra responsabilidad individual. Porque, nos guste o no, en ella está la clave final para evitar que los envases y envoltorios vacíos de los productos que hemos usado acaben esparcidos por ahí, como estamos comprobando en estos días de vacaciones.
Por
Jose Luis Gallego
08/08/2021 - 05:00
¿Quién es el verdadero culpable de que esa lata esté ahí tirada? (elconfidencial.com)
blogs.elconfidencial.com/medioambiente/ecogallego/2021-08-08/basuraleza-residuos-envases-reciclaje-resposabilidad_3201808/