El cofundador de Twitter y CEO de Block, Jack Dorsey, y el CEO de Tesla, Elon Musk. Fotos: Bloomberg/EP
- Se busca un modelo de Internet más descentralizado, como las criptomonedas
- Un escéptico Dorsey cree que el control será de las empresas de capital riesgo
- Musk se suma a la discusión y ve en la Web3 un término de "marketing"
Todavía es un concepto abstracto, difuso, borroso. Pero la Web3 o web 3.0 ya está en boca de multitud de usuarios y viene a representar una versión descentralizada de Internet basada en la blockchain o cadena de bloques, la tecnología que está detrás de muchas de las principales criptomonedas y tokens no fungibles, o NFT.
Mientras un importante número de emprendedores ya está tratando de diseñar y construir las tecnologías y protocolos que apoyarían la Web3, el principal debate en torno a la misma nace de su propio idiosincrasia: la posibilidad de que el poder de Internet se ponga en manos de la gente, no de las empresas de capital riesgo. El ejército de defensores de la misma considera que el poder de la red es demasiado grande e importante para que lo gestione un pequeño número de empresas o inversores.
Y en este punto es donde han aparecido importantes nombres arrojando su visión sobre el asunto. El debate de fondo se ha vuelto mediático cuando se ha sumergido en él Jack Dorsey, otrora fundador de Twitter y ahora cabeza visible e invisible de la empresa de pagos Block, antes Square. "No sois dueños de la Web 3", tuiteó Dorsey aduciendo que las empresas de capital riesgo ya se han inmiscuido en el negocio. "Nunca escapará a sus incentivos", añadió. "Al final es una entidad centralizada con una etiqueta diferente", sentenció con escepticismo.
Esta diagnosis provocó miles de respuestas a sus comentarios. Mientras algunos le daban la razón, un aluvión de defensores de la Web3 salió el tromba a decir que estaba "totalmente equivocado". Nunca ajeno a una discusión en Twitter, hizo su aparición el CEO de Tesla, Elon Musk. Con su habitual ironía, preguntó si alguien había visto la Web3, a lo que Dorsey le contestó que "está en algún lugar entre la a y la z", insinuando que está bajo el control de la empresa de capital riesgo fundada por Marc Andreessen y Ben Horowitz llamada precisamente Andreessen Horowitz.
Previamente Musk había iniciado su propio acercamiento al tema compartiendo un vídeo de de TikTok que mostraba al presentador David Letterman cuestionando en 1995 al mismísimo Bill Gates por su idea sobre el futuro de Internet. La intención del 'tiktokero' era evidenciar lo lejanos que se antojan aún los límites del cacareado metaverso. Ante las respuestas de sus seguidores, y ya focalizando en la Web 3, Musk aclaró: "No estoy sugiriendo que la Web3 sea real -parece más una palabra de moda de marketing que una realidad ahora mismo-, solo me pregunto cómo será el futuro dentro de 10, 20 o 30 años". "El año 2051 suena muy futurista", apostilló.
Más allá de estos elevados debates en redes sociales, lo cierto es que el creciente negocio de los NFT así como el éxito de las redes blockchain Ethereum y Solana ha sido la manifestación más visible de este floreciente nicho de mercado y muchas empresas ahora invierten en el desarrollo de aplicaciones descentralizadas y juegos para esas plataformas.
En un tuit posterior a última hora del martes, Dorsey quiso clarificar en cierto modo sus palabras y subrayó que, para él, el problema son las empresas de capital riesgo, no la gente. El empresario también retuiteó un meme que representaba cómo las empresas de capital riesgo se enriquecen con la Web3.
Esta voluntad de descentralizar Internet llega cuando ya existe un gran impulso para descentralizar las finanzas (DeFi), liderado por los empresarios de las criptomonedas y los aficionados al bitcoin y al ether. Un movimiento similar se está produciendo en la industria energética. Tras un modelo en el que la energía es generada por unas pocas empresas selectas y luego vendida a las masas, hora algunas personas están tomando el control de sus propias necesidades energéticas.