Isabel II, en una imagen de archivo. (Getty)
Las noticias sobre el apoyo de la reina a su hijo Andrés para pagar los 14 millones de euros de su acuerdo extrajudicial vuelve a poner sobre la mesa las cifras de su patrimonio
Isabel II es la jefa de Estado de mayor edad actualmente y su reinado es ya el cuarto más largo de toda la historia. También es una de las más ricas de Europa, de ahí que no tenga problemas para hacer frente a la importante cantidad que va a prestarle al príncipe Andrés. Y esto nos lleva a preguntarnos: ¿cuál es la fortuna de Isabel II?, ¿cuánto dinero tiene?, ¿cuáles son sus activos y propiedades? Lo cierto es que calcularlo con exactitud es una tarea difícil, pero hay algunos datos aproximados que la colocan en un puesto muy destacado a nivel mundial no solo por su patrimonio como tal, también por lo que vale como empresa. Por algo les llaman The Firm...
El año pasado, la empresa Statista, especializada en análisis de datos, realizaba un informe que demostraba que la familia real británica es la quinta marca corporativa más grande y conocida del mundo, solo por detrás de Facebook, Amazon, Google Apple, y por delante de otras tan importantes como Disney, Nike, Coca-Cola o Microsoft. La investigación, recogida por varios periódicos británicos, revela que el valor de marca de la Casa Real es de más de 82.300 millones de euros.
El de Isabel II en solitario sería de 40.600 millones de euros. Un pastizal, vaya. David Haigh, experto en consultoría estratégica, afirmaba en el documental sobre la reina inglesa realizado por la BBC con motivo de su 95 cumpleaños, que la familia real “es la marca más valiosa del Reino Unido, más aún que Shell, que Marks & Spencer o que muchas otras británicas”. Además, su contribución a la economía de su país se calcula en casi 2.000 millones de euros al año.
El príncipe Andrés, con la reina Isabel II. (EFE/EPA/Facundo Arrizabalaga)
Pero lo que más nos interesa son los cálculos reales de su patrimonio. En uno de los rankings elaborado por 'Sunday Times' se llega a cuantificar en 412 millones de euros el patrimonio privado de Isabel II, mientras que otros cálculos que suman las propiedades de la Corona estiman que el patrimonio real ascendería a unos 14.300 millones de euros. Hay baile de números, porque la revista 'Forbes' eleva esa última cifra a 100.000 millones de euros.
Lo único cierto es que la cifra precisa de la fortuna de la soberana es imposible de establecer, entre otras cosas porque la madre de Carlos de Inglaterra no está obligada a informar sobre su patrimonio y tampoco a pagar impuestos (aunque lo hace voluntariamente desde el año 1993). Aún así, se sabe que gran parte de los activos que tiene la soberana británica proviene de los ingresos que le reporta el ducado de Lancaster, que agrupa bajo un solo nombre el total de propiedades con las que se ha hecho la familia real a lo largo de 700 años.
Dichos activos van desde 18.000 hectáreas de tierras hasta minas de caliza y piedra arenisca, pasando, por supuesto, por propiedades inmobiliarias muy rentables. El manejo de estos bienes, como los nueve castillos del ducado, ha sustentado a la Corona desde el siglo XVIII y generó una ganancia de 26 millones de euros en 2021. Según Forbes, el valor del ducado rondaría los 750 millones de euros. Por cierto, que durante mucho tiempo fue el secreto mejor guardado de la soberana, ya que era desconocido hasta que el caso de los Paradise Papers reveló las inversiones del mismo en un fondo en las Islas Caimán.
Será precisamente de ahí de donde saldrá parte del dinero que le va a prestar a su hijo preferido y más polémico para que pueda hacer frente al acuerdo extrajudicial que acaba de firmar para evitar el juicio por presuntos abusos sexuales a una menor. Resulta evidente que la reina puede utilizar su capital como desee, pero la noticia ha causado revuelo en algunos sectores de la sociedad británica. “Los contribuyentes tienen el derecho a saber de dónde sale el dinero para ese acuerdo, que debemos asumir que será de varios millones, si no de decenas de millones de libras”, ha dicho Graham Smith, de la organización antimonárquica Republic. Otros coinciden en afirmar que lo importante es acabar con este espinoso asunto de una vez y aplauden la decisión de la jefa de Estado, que ya ha pagado parte de la defensa legal del príncipe Andrés.
La reina, en una imagen de archivo. (CP)
Además de la mina de oro que es Lancaster para las arcas, tenemos que hablar del acuerdo del rey George III en 1760 con el Parlamento, en el que se establecía que las ganancias generadas por las tierras de la Corona serían destinadas al Tesoro y el rey recibiría un pago anual. Es lo que llaman el Crown Estate, que administra varias cosas. Por un lado, las tierras reales, que ocupan 106.000 hectáreas de granjas y 11.000 de bosques. También las múltiples propiedades valoradas en 16,7 billones de euros y ubicadas en Londres, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, entre las que se encuentra el palacio de Buckingham, la joya de la corona, cuyo precio ronda los 1.500 millones, y el castillo de Windsor, donde reside la reina tras la muerte de su marido, el duque de Edimburgo. Para terminar, administra el fondo marino de todo el país. ¿Es Isabel II la dueña del mar? No exactamente, o sí…
Se trata del arrendamiento de partes de ese fondo a compañías energéticas para la construcción de alrededor de 30 parques eólicos en alta mar. Técnicamente, ella es la arrendadora de todas estas propiedades y recibe el 15% de las ganancias que generan. No es una cifra menor: en 2019 le correspondieron casi 50 millones de euros y el Crown Estate le pagó un total de 382 millones de euros al Tesoro por el periodo 2017-2018. Alan Reid, el que fue tesorero real hasta 2017, asegura que, según los datos del año 2016, los gastos de manutención de la monarquía fueron equivalentes a 65 céntimos por persona en el Reino Unido. Lo cual nos podría llevar a asegurar que la monarquía británica, si no es la más rentable de Europa, definitivamente es una de las que más se acerca a serlo.
Para terminar hay que añadir sus propiedades privadas como el castillo de Balmoral, el castillo de Windsor, valorado en 280 millones de euros, Holyroodhouse, la residencia de la reina en Escocia, que podría costar 120 millones de euros, y el castillo de Sandringham, 77 millones. Suma y sigue, la familia real británica posee una espectacular colección de joyas, valoradas entre 3.500 y 5.500 millones de euros, y una imponente colección de obras de arte y objetos decorativos que podría rebasar los 10.000 millones de euros. Una cifra que no se puede hacer efectiva, porque todo está ligado a la Corona y a la nación, y no se puede vender ni dividir. Tampoco podemos olvidar las acciones que Isabel II tiene en empresas privadas y que según el 'Sunday Times' poseen un valor en bolsa de 154 millones de euros. Durante su larga vida ha demostrado que como broker no tiene precio.
Por
Maite Torrente
18/02/2022 - 05:00
Sacamos la calculadora: esta es la (ingente) fortuna con la que Isabel II ha rescatado a su hijo Andrés (elconfidencial.com)
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