- La ceremonia llega a generar más de 120 millones en ingresos publicitarios
- Los actores, directores y técnicos reconocidos no cobran por el premio
- La estatuilla del Óscar vale solo un dólar desde el año 1950
Cuando las luces del cine se apagan, empieza la magia... y miles historias que se quedan para siempre en nuestra memoria. El cine, el llamado séptimo arte, es sin duda una de las industrias más reconocidas del mundo. Se trata de un sector cuyo máximo reconocimiento ha traído a la cultura popular una de las frases más icónicas de la farándula internacional: "And the Oscar goes to...".
Hoy en día, la gala de los Óscar es uno de los eventos más esperados cada año en todo el planeta, una cita que acapara la atención mediática a los dos lados del charco. Aunque, como decían en Prometheus, "las cosas grandes tienen principios pequeños". Y la gala de los Óscar no es una excepción.
Muchos se estarán preguntando: ¿Qué hacemos hablando de los Óscar dos meses después de que se celebrase la última edición de estos galardones? Pues bien, muy pocos saben que este mes se cumplen 93 años de la primera gala de los Óscar de la historia. Un 16 de mayo de 1929, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas decidió premiar a las mejores películas de 1927 y 1928. Todo ello, en un evento muy diferente al que hoy conocemos.
Así fue la primera gala de los Óscar
Los primeros Oscars, repartidos entonces en solo 12 categorías, se entregaron en una cena privada celebrada en el Hollywood Roosevelt Hotel de Los Ángeles a la que simplemente asistieron 270 personas. La ceremonia, como tal, duró tan solo 15 minutos y, por primera y última vez, no fue cubierta por ninguna radio, ni televisión, por lo que, salvo algunas fotografías, apenas hay documentación audiovisual de aquel histórico acontecimiento. La cinta que se llevó el primer Óscar a la Mejor Película fue Alas, una obra de cine mudo dirigida por William A. Wellman contaba una historia de amor que se vio truncada por la Primera Guerra Mundial.
Pero el gran salto de los Óscar llegó en 1953, año en el que fueron retransmitidos por primera vez por televisión a través de la emblemática NBC. Aquella vez, la ceremonia tuvo lugar de forma simultánea en dos sedes diferentes ubicadas en Los Ángeles y Nueva York y fue el punto de inflexión en lo que a la atención mediática que estos galardones reciben por parte de la prensa y del público. Ese día, la actriz canadiense Mary Pickford hacía entrega del Óscar a la Mejor Película al director de 'El mayor espectáculo del mundo', cinta de trama circense que, pese a su reconocimiento, ha sido considerada una de las peores películas entre las que, a lo largo de la historia, se han llevado la más ansiada de las estatuillas.
La NBC, como decíamos, fue la encargada de dar los premios hasta el año 1960, cuando pasó a manos de la ABC. Y aunque durante 1970 y 1976 la ceremonia volvió a su emisora original, la NBC, finalmente, a partir de 1977 el evento regresó a la ABC, cadena que hasta nuestros días ha retransmitido año a año una gala que mueve en los últimos tiempos una maquinaria millonaria. ¿Cuánto dinero supone organizar una gala de los Óscar?
Una gala de los Óscar cuesta en torno a 42.8 millones
Pues aunque cada año el coste total de los premios varía, la revista Forbes recoge que, por ejemplo, la gala celebrada en 2017 supuso un gasto de 42.8 millones de dólares. Ese año, se requirieron 250 personas trabajando en la oficina de producción, 270 técnicos durante la transmisión y, al menos, 100 vehículos que ayudaran a los equipos de producción, prensa y restauración.
En los Óscar se cuida hasta el último de los detalles y la mayor prueba de ello es que su emblemática alfombra roja, la cual recibe el nombre de The Academy y mide 275 metros, se renueva cada año y supone un desembolso de 30.000 dólares. Hay algunos estudios que apuntan a que la cuantía total puede ascender hasta los 100 millones si se tienen en cuenta todos los eventos previos a los Oscars que se celebran durante la pretemporada. Dinero, dinero y más dinero.
Y así, "como por arte de magia", como decía Michael Douglas en la aclamada Wall Street, el dinero invertido es rápidamente recuperado, con importantes beneficios, gracias a los ingresos publicitarios que genera la emisión de la gala por televisión. Se calcula que el coste medio para la transmisión de un anuncio de 30 segundos es de 2,1 millones de dólares, una cifra que, como curiosidad, dista mucho de los 4 millones que cuesta ese mismo spot durante la Super Bowl. Así, gracias a la publicidad, la cadena ABC logra ingresos que llegan a superar los 120 millones de dólares.
¿Cobran dinero los ganadores de los Óscar?
Pues no, no todo el mundo sale beneficiado en la celebración de la gala de los Óscar, al menos no de forma directa. Y es que muchos no saben que los ganadores de los Óscar, los actores y actrices incluso, las grandes estrellas de la noche, no reciben una compensación monetaria en el caso de ser galardonados.
No hay premio económico para los afortunados. Sin embargo, un estudio elaborado por IBISWorld desvela que el premio Óscar puede hacer que el caché de sus ganadores crezca hasta un 20% a partir de la siguiente película que graben. No obstante, y esta es una de las grandes asignaturas pendientes de la industria, el caché no crece igual para ellos... que para ellas. En el caso de los actores, se calcula que pueden llegar a cobrar hasta 3,6 millones de dólares más en su siguiente proyecto, una cantidad que se aleja demasiado de los 500.000 dólares que, como máximo, asciende el salario de las actrices. Una lucha que muchas intérpretes, entre ellas la gran Meryl Streep, no dejan de reivindicar.
Este foco mediático que supone los Óscar también afecta a las propias películas. Para empezar, se estima que cinco nominaciones para un largometraje supone un incremento de 60 millones de euros en los ingresos generados en taquilla. En el caso de alzarse con la preciada estatuilla, este aumento asciende a un incremento del 20% justo después de la ceremonia.
Avatar, la película premiada más cara de la historia
Y de entre todas las películas de la historia del cine hay una que llegó para romper todos los esquemas: Avatar, el largometraje de ciencia ficción dirigido por James Cameron, es a día de hoy la cinta más cara que ha sido premiada en los Óscar. El presupuesto oficial de la película es de 237 millones, aunque algunas estimaciones la sitúan entre los 280 y los 310 millones de dólares.
Una inversión que, en este caso, fue revertida con creces, ya que Avatar se convirtió en muy poco tiempo en la película más taquillera de la historia con una recaudación que supera los 2.800 millones de dólares. Aunque hace unos años, la entrega Endgame de Los Vengadores le robó el récord, en 2021, el regreso de Avatar a algunas salas de cine de China la volvió a poner en cabeza.
La estatuilla del Óscar solo cuesta 1 dólar
Dinero, dinero y más dinero. Sin embargo, hay una curiosidad que muchos ignoran. Y es que el objeto más deseado de los Óscar, la estatuilla dorada del guerrero, no tiene ningún valor económico. ¿Cómo es posible? El trofeo más importante de Hollywood pesa 3,85 kilos y mide 34 centímetros. Y aunque es de bronce bañado en un oro mineral de 24 quilates, y su coste de fabricación es de unos 500 dólares, su precio legal es de un solo dólar.
Para explicarlo, hay que remontarse al año 1950, año en el que la Academia estableció por ley que los ganadores del Óscar, y sus herederos, tienen prohibido venderlo sin antes ofrecérselo a la propia organización por valor de un dólar. Si el ganador se niega a firmar esta cláusula, la Academia se quedará con el premio.
A pesar de todo esto, hay estatuillas anteriores a la norma que no están protegidas por ley y que han sido vendidas en grandes subastas. Llama la atención el caso de Michael Jackson, que llegó a pagar casi 1,5 millones de dólares por el Óscar a la Mejor Película que en 1940 se llevó Lo que el viento se llevó.
El dinero que deja los Óscar en Los Ángeles
Finalmente, toda esta maquinaria que supone un evento de la magnitud de los Óscar proporciona grandes ingresos para la propia ciudad que lo acoge. Se calcula que Los Ángeles, la ciudad de las estrellas, ingresa 118 millones de dólares durante la celebración de la gala de los Óscar por todo lo que se mueve alrededor de la cita. Sin embargo, esa cifra es mucho más alta si se tiene en cuenta la cantidad de visitantes que recibe la región californiana a lo largo de todo el año con el atractivo de Hollywood y su paseo de la fama por bandera.
¿Pero pueden estos visitantes, puede el público de a pie comprar entradas para asistir a la ceremonia de entrega de los Óscar? Aunque últimamente hay quien se pega dentro de la propia gala [Will Smith y Chris Rock], hay quien mataría por una butaca en el Dolby Theatre que acoge el evento. Lamentablemente, esto es prácticamente imposible, ya que las entradas que se pueden conseguir son muy pocas y están destinadas a invitados de los nominados. En una entrevista reciente, Antonio Banderas desveló que llegó a pagar 750 dólares por cada pase extra que adquirió para dos familiares, ya que la Academia solo permite un acompañante por invitado.
Y es que nadie se quiere perder la fiesta más importante del cine, aunque son muy pocos los privilegiados que pueden colarse en ella. Todo el mundo querría ser testigo de una de las citas más glamurosas del año y que, sin duda, más dinero mueve, dentro y fuera de Estados Unidos.