- Los proyectos 'verdes' pueden retirar 450.000 barriles diarios del mercado local
- Se creará un excedente que cubriría el 50% de la demanda petrolera mundial hasta 2030 que estima la OPEP
- Arabia Saudí quiere aprovechar al máximo sus ventajas comparativas: sol y petróleo
Hay numerosos y variados argumentos que se están sumando para explicar la tendencia bajista del petróleo. La baja demanda, los aranceles, la gran producción de EEUU, una OPEP inyectando más crudo al mercado… sin embargo, hay un factor que pocos están teniendo en cuenta y que podría terminar siendo el factor diferencial de cara a los próximos tres años: una Arabia Saudí llenando el desierto de paneles solares y liberando así una enorme producción petrolera que ahora mismo está atada, abasteciendo toda la electricidad del Reino.
El motivo por el que esto ocurre es porque el petróleo apenas es un factor a nivel global en Occidente para el mercado eléctrico. Es muy raro quemar oro negro para generar megavatios y lo habitual es que el crudo funciona, más bien sirve para el combustible. Según datos de la OCDE apenas el 1,35% de la electricidad generada en este grupo de países proviene del petróleo. En África, el continente donde es más común, apenas llega al 7,4%. Sin embargo, no es así para Arabia Saudí. Las enormes reservas de crudo y fácil producción del país de Oriente Medio han llevado a que el 35% de su electricidad venga de la quema de crudo.
Es decir, una parte relevante de la producción está ocupada en asistir a su propio sistema eléctrico. Sin embargo, esto podría tener los días contados pues desde Riad llevan ya tiempo apostando por desplegar una enorme red de placas solares que recorran todo el desierto y que cubran el 50% de todo su suministro eléctrico. Por lo tanto, solo con el poder del sol podría acabar con la dependencia del petróleo para este mercado y utilizar ese oro negro para ganar aún más dinero en los mercados internacionales… eso sí, provocando un exceso de oferta y bajadas de precios.
Pero, ¿qué impacto podría tener algo como el sistema eléctrico de Arabia Saudí en la inmensidad de los mercados mundiales de crudo? La realidad es que cada vez más expertos creen que esta puede ser la diferencia entre un mercado equilibrado y un claro superávit. Desde Capital Economics comentan en su último informe que "utiliza directamente 450.000 barriles diarios de crudo para generar electricidad". En resumen, se trata del equivalente a "más del 40% del crecimiento anual de la demanda mundial de petróleo" que estima la OPEP.
Manad Hussain, analista de la firma comenta que "dado que el consumo de petróleo crudo de Arabia Saudita representa poco menos del 0,5% de la demanda mundial de petróleo, esto podría sumarse a otras presiones a la baja que pesarían sobre los precios de referencia del petróleo en el mediano plazo". Sin embargo estos proyectos que permitirían liberar el crudo árabe en el mundo llegarían en 2027 principalmente.
Arabia Saudí está en camino de convertirse en un centro mundial de energía renovable, allanando el camino hacia un mundo más verde y sostenible"
La solar es una de las grandes apuestas de la Visión 2030 emprendida por Mohamed Bin Salman, un programa de megainversiones de infraestructura y desarrollo de todo tipo de sector para lograr utilizar los ingresos del crudo en generar una potente y diversificada economía. Este plan pasa por ir reduciendo el peso del petróleo hacia otras energías como la solar pero también por crear una potente industria del entretenimiento y turismo con megafichajes en su liga de fútbol, levantar minas en el desierto, construir ciudades futuristas y comprar capital de empresas de todo el mundo, como la española Telefónica. Sin embargo, dentro de toda esta sucesión de enormes apuestas, la solar ocupa un lugar especial.
Según el informe de Blackridge de diciembre ya son siete los megaproyectos que hay en marcha, con dos de ellos superando los 2 gigavatios de capacidad como son la planta de Ar Rass II, en Al-Qassin y la de Al Sadawi. "La apuesta del Reino por la energía solar coincide con las tendencias mundiales en favor de las fuentes de energía renovables, lo que pone de relieve la importancia de un futuro sostenible con el medio ambiente". Con estos esfuerzos, "Arabia Saudí está en camino de convertirse en un centro mundial de energía renovable, allanando el camino hacia un mundo más verde y sostenible".
El poder del sol para Arabia y el crudo
A este respecto, la Agencia Internacional de la Energía dedicó un vasto artículo en el que explicaba con detalles esta estrategia, que a su vez incluye a otros grandes productores como Irak. La idea es clara: aprovechar el sol para producir energía y dejar de quemar petróleo. ¿Por qué dejar de quemar petróleo en países donde el crudo es abundante? Simple y llanamente para poder exportar mucho más. Cada barril de crudo que no se queme para generar energía puede ser utilizado para venderlo en el mercado de petróleo global.
Así quedaba de manifiesto en el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) sobre previsiones de futuro para el petróleo. "Arabia Saudí e Irak tienen ambiciosos planes para reducir el uso de petróleo en la generación de energía contribuyendo de manera trascendental a controlar el crecimiento de la demanda mundial de petróleo", señalan desde la AIE. Por un lado, Arabia Saudí e Irak podrán exportar más petróleo al mismo tiempo que su menor demanda impactará en el consumo global de crudo.
"Se estima que los países de Oriente Medio utilizaron más 1,5 millones de barriles diarios de petróleo para producir electricidad en 2023 (solo para producir electricidad), alrededor del 40% del total a nivel mundial y una sexta parte del consumo regional total de petróleo", sentencian desde la AIE. Estos países son ricos en petróleo, pero el uso de esta materia prima para producir energía es un auténtico 'desperdicio' en términos económicos, puesto que la electricidad se puede generar con fuentes de energía mucho más baratas. Usar petróleo para que la luz llegue a los hogares es como intentar encender una hoguera con lingotes de oro (en caso de que estos fueran buen combustible). Por ello, varios países de la región han comenzado a invertir para modificar su mix energético y poder 'inyectar' a un mercado internacional cada vez más competitivo (China, EEUU, Guyana...) nuevo crudo.
Desde la Agencia Internacional de las Energías Renovables, además, señalan el enorme potencial de estos países para las renovables por sus condiciones climáticas. No en vano, su último estudio muestra que si bien la capacidad de generación promedio a nivel mundial es del 16%, la de Arabia Saudí es del 32%. Esto permite generar una rentabilidad mucho más alta pues, según Al Sabah General Electric el retorno de inversión ronda entre el 15% y el 25% frente al rango 10%-15% del resto del mundo. "La abundante luz solar garantiza una producción de energía constante y eficiente durante todo el año".
Ahorro de petróleo
El fueloil y la quema directa de crudo representaron cada uno alrededor de 600.000 barriles diarios. Gran parte de esto se concentra en Arabia Saudí e Irak, donde desempeña un papel crucial en la gestión de la demanda máxima de electricidad en verano. "Calculamos que esta sustitución de fuentes de energía, centrada en la nueva capacidad de gas y solar, reducirá la cantidad de petróleo utilizado en la generación en 1,1 millones de barriles diarios para 2030".
Es decir, simplemente con una mayor generación de energía a través de las renovables (sobre todo solar), nuclear y de quema de gas, estos países añadirán al mercado 1,1 millones de barriles de crudo diario, casi la cantidad de petróleo que consume España entera cada día. A lo anterior habría que añadirle los planes de Irak para incrementar su producción de crudo, algo que no se analiza en este artículo, pero que sin duda tendrá un impacto amplificador.
Llenar el desierto de paneles solares
Arabia Saudí es actualmente el mayor consumidor mundial de petróleo para la generación de energía, pero ha anunciado planes que pondrían fin a esta dependencia para 2030 en favor del gas natural y las energías renovables (sobre todo energía solar, poniendo placas en el soleado desierto). El Programa de Desplazamiento de Combustibles Líquidos del Reino eliminaría aproximadamente un millón de barriles diarios de uso de petróleo crudo, fueloil y gasoil mediante una combinación de recursos de gas domésticos, en particular del proyecto Jafurah, y un enorme aumento en la generación de energías renovables, según las proyecciones de la AIE.
Con base en estos planes, "estimamos que la quema directa de crudo se reducirá en 500.000 barriles diarios entre 2023 y 2030, mientras que el uso de fueloil y gasoil caerá en 350.000 y 150.000, respectivamente. El país se ha fijado como meta que el 50% de la electricidad provenga de fuentes renovables para 2030, con una meta de 130 GW de capacidad renovable", señalan desde la AIE en un informe de previsiones de largo plazo que se publicó en la segunda mitad de 2024.
A pesar del crecimiento sustancial en otros sectores, se prevé que el consumo interno total de Arabia Saudí caiga en 530.000 barriles diarios (14%) entre 2023 y 2030. Solo Estados Unidos verá una disminución más pronunciada en términos absolutos entre 2024 y el final de la década. Estos dos países, los principales productores de petróleo del mundo, registrarán las mayores caídas en la demanda. Resulta paradójico que los dos mayores productores de petróleo del mundo serán los que reduzcan más su demanda de crudo. En el caso de EEUU, la electrificación del parque de automóviles (liderada por Tesla) tendrá mucho que ver.
Respecto a los proyectos en activo desde Capital Economics explican que en 2027 se pondrán en marcha ya cerca de 20 gigavatios de energía solar en el país a gran escala. Es resumen, en solo tres años el 10% de la demanda total de Arabia ya estará cubierta por esta energía. Sin embargo este proyecto está generando un gran impacto desde ya fortaleciendo el papel de China. El gigante asiático se ha convertido en el principal suministrador de paneles solares a este país, uno de los clientes con un plan mas ambicioso para Pekín.
Según las últimas cifras de Ember, solo en 2024 las exportaciones de paneles solares de China a Arabia Saudí se han multiplicado por seis pasando de una capacidad de solo 0,4 gigavatios a 2,8. Esto se ha visto refrendado también por grandes acuerdos millonarios entre empresas. El ejemplo paradigmático es que China Energy Engineering firmó el pasado verano la construcción de una planta fotovoltaica de 2 gigavatios por 973 millones de dólares.
El curioso caso de Irak
El caso de Irak es menos relevante por su menor impacto agregado, pero también se dejará notar. La red eléctrica de Irak se ha visto sometida a tensiones en los últimos años por diferentes factores. Las centrales eléctricas han tenido dificultades para satisfacer la creciente demanda del verano, incluso con importaciones de electricidad de los países vecinos. Actualmente, el país recibe tanto electricidad como gas de otras naciones, sobre todo de Irán.
Además, el acuerdo por el que Irak recibe gas iraní se extendió por cinco años en marzo de 2024, lo que significa que la generación interna y las nuevas importaciones de otras fuentes se pueden utilizar para cubrir la brecha con la demanda y reducir el consumo de petróleo. Quemar petróleo para producir electricidad es un 'desperdicio económico' que además es muy contaminante. ¿Por qué producir electricidad con el caro petróleo cuando se puede producir con gas o con los rayos del sol? Este es el plan de Irak, importar el barato gas de Irán para vender más de su propio petróleo.
"Estimamos que estos cambios darán como resultado una reducción de 120.000 barriles en la quema directa de crudo para 2030"
El país quema en promedio aproximadamente 150.000 barriles de crudo cada día y alrededor de 360.000 de fueloil (también hechos con petróleo), pero comenzó a reducir el crudo utilizado en la generación de energía en mayo. Además, con el apoyo tecnológico de Estados Unidos, Irak pretende capturar el gas asociado a sus grandes campos, que actualmente se quema en los yacimientos petrolíferos, para la generación de energía. Además, TotalEnergies está trabajando en proyectos para desarrollar nuevos recursos de gas y energía solar dentro del país.
"Estimamos que estos cambios darán como resultado una reducción de 120.000 barriles en la quema directa de crudo para 2030. Estos cambios serían suficientes para que la demanda de petróleo de Arabia Saudí e Irak alcance su pico máximo a mediados de esta década, cómodamente por delante de la demanda mundial en su conjunto", explican desde la AIE.
Pero lo mejor de todo para estos países es que el petróleo que no usarán para producir electricidad lo podrán vender al exterior para incrementar sus ingresos por exportaciones. Así lo destaca también la AIE en la parte final dedicada a la transformación que está viviendo la generación de energía en estos países: "En el proceso de transformación, se dispondría de volúmenes sustanciales adicionales de crudo para la exportación".