- Expectación con que Trump levante sanciones tras una paz en Ucrania
- Los inversores compran acciones internacionales vinculadas a Rusia
- Los mercados locales siguen restringidos y no se puede operar en ellos
Los adictos al riesgo en los mercados tienen ante sí una peligrosa pero suculenta oportunidad en la que todavía pueden situarse los primeros: que unos EEUU encabezados por Donald Trump 'legitimen' a Rusia y empiecen a desmantelar las sanciones contra Moscú en el marco de una solución a la guerra en Ucrania. Ante las especulaciones de que la relajación de las sanciones rusas por parte de EEUU podría estar a pocas semanas vista, algunos inversores se están apresurando a comprar activos vinculados a Moscú en los mercados internacionales, ya que todavía no lo pueden hacer dentro de unos aún restringidos mercados locales.
El ejemplo más claro lo están dando los operadores que se están dirigiendo al mercado de Hong Kong para comprar acciones cotizadas de United Co. Rusal International PJSC, el gigante del aluminio con sede en Moscú. Estos 'cazagangas' han comprado a un ritmo tan rápido que el precio ha subido más del 50% en el último mes.
Otro buen ejemplo: en el último mes, las acciones de Raiffeisen Bank International AG, un banco austriaco con filial en Moscú, han subido un 25% en la bolsa de Viena. Lo mismo ha ocurrido con los títulos de OTP Bank Nyrt: el banco húngaro, que sigue operando en Rusia, ha repunte un 10% en lo transcurrido de 2025 en la bolsa de Budapest. La dinámica también se ha reflejado en las divisas. Kazajstán, uno de los principales socios comerciales de Rusia, ha visto cómo el tenge se fortalecía cerca de un 4% este mes, una de las mayores subidas entre las divisas de todo el mundo.
En el centro de Manhattan, el abogado especializado en inversiones Grigory Marinichev ha estado recibiendo llamadas de clientes, en su mayoría fondos de cobertura, family offices e inversores privados, preguntando cómo operar en los mercados rusos. Su respuesta es sencillamente que no se puede, con cientos de miles de millones de activos aún congelados por las sanciones estadounidenses. "Quieren ser los primeros en operar", explica a Bloomberg Marinichev, socio de Morgan, Lewis & Bockius en Nueva York. "Pero por ahora, no hay mucho que podamos decirles aparte de que sigan las noticias".
El hecho de que los gestores de dinero estén comprando cualquier cosa que tenga un vínculo, aunque sea tenue, con Rusia es una señal de la expectación que se está generando a medida que el presidente de EEUU, Donald Trump, apresura las conversaciones para poner fin a la guerra en Ucrania, y de lo aislado que ha quedado el país de las finanzas occidentales. Si bien los funcionarios estadounidenses han dejado flotar la posibilidad de que el alivio de las sanciones rusas podría ser parte de un acuerdo de paz, sigue siendo solo una parte de una compleja red de restricciones.
Muchos inversores advierten de que no hay que dar demasiada importancia a los movimientos del mercado en un puñado de activos especulativos. No está nada claro cómo podrían levantarse las sanciones, dado que algunas de las restricciones están codificadas en la legislación estadounidense y necesitan la aprobación del Congreso antes de ser eliminadas. También está la cuestión de las sanciones europeas, que probablemente se mantendrán.
Alexander Kolyandr, ex de Credit Suisse: "Harían falta años para que Rusia volviera a ser invertible, pero la gente se esfuerza por encontrar buenas ideas en este momento y un posible acuerdo de paz crea oportunidades evidentes"
"Harían falta años para que Rusia volviera a ser invertible", afirma Alexander Kolyandr, investigador del Centro de Análisis de Políticas Europeas y antiguo estratega de Credit Suisse en Moscú. "Pero la gente se esfuerza por encontrar buenas ideas en este momento y un posible acuerdo de paz crea oportunidades evidentes". Dentro de la amalgama de posibles oportunidades, los bancos y la energía podrían ser los mejor posicionados para un acuerdo sobre Ucrania.
Dentro de los 'amurallados' mercados de Rusia, las cotizaciones bursátiles y los volúmenes de negociación también se están disparando. El rublo se ha disparado un 15% frente al dólar desde principios de año, convirtiéndose en la divisa con mejor comportamiento. Pero la negociación de estos activos sólo está al alcance de la población local y de los inversores de las llamadas jurisdicciones amigas que no aplican sanciones a Rusia, como Emiratos Árabes Unidos y Kazajstán.
Antes de la guerra, los inversores extranjeros tenían alrededor de 150.000 millones de dólares en acciones y bonos del Estado rusos, y los activos eran un componente importante de la mayoría de los índices de los mercados emergentes. Desde entonces, la mayor parte de ese dinero se ha retirado o ha quedado atrapado en cuentas bancarias de no residentes en Moscú.
"Fue bastante brutal, ya que redujimos las acciones a casi cero", rememora Alexandra Morris, directora de inversiones de Skagen. "Todavía tenemos considerables dividendos de nuestras participaciones en Rusia, así que supongo que es una especie de opción gratuita que tenemos en nuestro fondo". El inversor asegura que no tiene esperanzas de poder acceder a esos fondos en breve, y añade: "Yo no le daría demasiada importancia a corto plazo".
Gyorgy Palfi es otro gestor de dinero, que dirigía un fondo centrado en Rusia que desde entonces ha sido congelado. En su cargo actual de responsable de renta variable de VIG Asset Management Hungary, compra acciones de bancos como Raiffeisen y OTP, la dos citadas entidades crediticias europeas que siguen operando en Rusia. En el caso de Raiffeisen, que lleva años intentando vender su unidad rusa, el banco ha acumulado más de 4.000 millones de euros en exceso de capital bloqueado. "Sería muy favorable para Raiffeisen poder sacar ese beneficio", apunta Palfi.
Operar con activos relacionados con Rusia puede ser una zona gris desde el punto de vista legal. Paul McNamara, gestor de carteras de GAM UK en Londres, dice que ha recibido mensajes de banqueros ofreciendo bonos en rublos que fueron vendidos antes de la guerra por organizaciones como el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y el Banco Mundial, con precios disponibles previa petición. Los valores no están sancionados, pero invertir en ellos requeriría conversaciones con el departamento de cumplimiento y los clientes podrían oponerse, aclara. De momento, se mantiene al margen.
Para Kieran Curtis, gestor de fondos de renta fija de Abrdn, por ejemplo, el tenge kazajo es un valor relativamente barato que se beneficiará de las conversaciones de paz en Ucrania. Es escéptico de que EEUU levante las sanciones, pero dada la postura de Trump hacia Rusia, no hay que descartarlo del todo. "Va a ser una decisión realmente complicada. Si se levantan las sanciones y vuelve a los índices, eso obligará a todos los gestores a tomarse la decisión muy en serio", remacha.