Estos son algunos de los mensajes con los que no solo los atletas, sino los ciudadanos de a pie, son bombardeados constantemente. El aluvión de mensajes nace a raíz del boom derunners y ante la maratón de Nueva York. Las firmas de calzado deportivo y la industria de suplementos fitness vieron en el creciente interés por el universorunning un mercado susceptible de desembocar en suculentos beneficios.
Preguntamos a Rodrigo L. Di Gregorio, experto en nutrición deportiva, si considera conveniente tomar bebidas deportivas durante los entrenamientos. Aclarar que las bebidas deportivas están formuladas con agua, electrolitos y carbohidratos.Ayudan a compensar las pérdidas de líquidos y minerales, y aportan carbohidratos para dar energía extra durante la actividad física. "Las bebidas con hidratos solo son recomendables cuando se hace ejercicio durante más de 90 minutos. Si entrenas durante una hora, no necesitas un extra de glucógeno".
Pero ¿si haces CrossFit, que, aunque se realiza durante unos 45 minutos, implica un gran gasto energético? "Con agua bastaría", aclara. Pero Javi Guerrero, cofundador del Instituto de Nutrición Deportiva, tiene otra opinión: "No hay que generalizar: tenemos que tener en cuenta el tipo de ejercicio que se realiza, los objetivos, el cuerpo de la persona que entrena... Sí creo, sin embargo, que los geles o las bebidas isotónicas pasan a la mucosa del intenstino de forma más rápida. Es mejor tomar un preparado que un bocadillo mientras entrenamos, ya que este exigirá un proceso digestivo concreto y no irá directo al músculo", explica.
Una investigación llevada a cabo por los investigadores de la Universidad del País Vasco Aritz Urdampilleta y Saioa Gómez-Zorita concluye que una adecuada hidratación antes, durante y después de entrenar mejora el rendimiento deportivo y tiene consecuencias positivas para la salud. El estudio demuestra que las personas con más grasa tienen menos agua en su cuerpo (55-59%). Los deportistas, en cambio, tienen elevados niveles de agua corporal (60-65%) si su hidratación es normal. Los deportistas pierden además menos cantidad de sodio por litro de sudor.
La primera bebida deportiva en sacar provecho de esta corriente fue Gatorade. Nacida en los años 60, contiene sodio, agua, azúcar y fosfato de magnesio con sabor a limón. Hoy, sus beneficios alcanzan los 260 millones de libras al año. Sus comienzos se vieron catapultados por su publicidad, que indicaba que disminuía el riesgo de sufrir un ataque al corazón, así como la deshidratación y los calambres musculares. También anunciaba la mejora del rendimiento físico. Se estima que los beneficios de las bebidas deportivas alcanzarán los dos billones de dólares tan solo en América en el año 2016.
Hay que diferenciar las bebidas deportivas de las energéticas, que contienen ingredientes como cafeína o guaraná. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (ESFA) ha publicado un informe sobre un estudio que por primera vez recopila datos sobre el consumo de bebidas energéticas a nivel europeo en grupos específicos de la población.Aproximadamente el 52% de los adultos y el 41% de los adolescentes afirmó consumir bebidas energéticas al realizar actividades deportivas. Miguel Ángel Rubio, secretario de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), advierte que "las bebidas energéticas contienen mayor cantidad calórica y de cafeína que un refresco de cola. Realmente no están diseñadas para mejorar ni el rendimiento intelectual ni el físico. Al menos, no hay constatación científica del mismo". Una investigación realizada por el British Medical Journal y la BBC concluyó que había una "sorprendente falta de evidencias" que demostraran los efectos beneficiosos en rendimiento y recuperación por parte de las bebidas isotónicas y los batidos de proteínas.
El éxito de las bebidas isotónicas proviene de las grandes multinacionales, que respaldan a estas bebidas, según este polémico estudio. Pepsi compró Gatorade en 2001 y Coca Cola posee Powerade, que era patrocinador en las Olimpiadas de Londres 2012. Los gimnasios Virgin también están patrocinados por esta bebida. Aunque el estudio citado anteriormente del British Medical Journal señala que se hace demasiado hincapié en la necesidad de ingerir líquidos mientras se hace deporte, hay que tener en cuenta que por cada litro de agua que el cuerpo pierde, el ritmo cardiaco aumenta ocho pulsaciones por minuto. Sí tiene razón en que es necesario advertir que no hay que beber agua ni bebidas isotónicas en exceso: hacerlo provoca calambres musculares al hacer que los impulsos nerviosos que llegan a nuestro cerebro se mermen un 40%.
Pero la industria de las bebidas energéticas necesitaba inculcar en la población la idea de que ingerir líquidos era esencial para entrenar de forma adecuada. Los atletas eran aleccionados para creer que sus fracasos se debían a la deshidratación. La ciencia ha sido su mejor amiga para conseguir sus objetivos comerciales. En 1985, Gatorade creó el Gatorade Sports Science Institute (GSSI), que realiza y publica estudios para profesionales de la salud y atletas sobre nutrición deportiva y deporte. En 1992, el American College of Sports Medicine aceptó una donación de 250.000 dólares de Gatorade. Casualmente, en 1996 comenzó a hablar de luchar por la "deshidratación nula", recomendando a los atletas que bebieran tanto como sus cuerpos toleraran. Por si fuera poco, Ron Maughan, Louise Burke y Edward Coyle, editores del libro de medicina deportiva Food, Nutrition and Sports Performance II: The International Olympic Committee Consensus on Sports Nutrition, tenían conexiones financieras con Gatorade. A su vez, el libro estaba patrocinado por Coca Cola, dueña de Powerade.
El Comité Internacional Olímpico, junto a Powerade, no menciona la sed en ningún momento, pero sí incluye diversos consejos sobre la ingesta de líquidos en su libreto informativo Athletes Medical Information. Pese a que British Medical Journal critica este hecho, la catedrática del departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense, Rosa Ortega Anta cuenta a EFE Salud la razón por la que los deportistas no han de esperar a sentir sed para beber: "Se requiere una perdida de 1,5 a 2 litros de líquido para activar el mecanismo de la sed. Este nivel de pérdida de agua ya tiene un impacto serio sobre el control de la temperatura". La diferencia es que la catedrática habla de agua, no de bebidas isotónicas únicamente. Y aporta una razón esencial para beberla tras hacer ejercicio: "Es entonces cuando el cuerpo está deshidratado y se queda sin glucógeno. La reposición durante la primera hora tras el ejercicio es muy valiosa para que el cuerpo se recupere". Rosa Ortega Anta aboga por combinar agua con bebidas isotónicas, ya que estas no solo reponen electrolitos, sino que favorecen la absorción de líquidos por parte del organismo.
Hay que tener en cuenta que los mensajes e indicaciones que se dan son para atletas, pero las ventas y la realidad indican que un gran porcentaje de sus consumidores no lo son. Sus estudios se hacen tomando como ejemplo a personas que practican deportes de alta intensidad, no sirviendo como muestra aquellos que acuden un par de veces a la semana al gimnasio. Aquellos que, a la hora de la verdad, son los que realmente consumen este tipo de bebidas en un mayor porcentaje.
El British Medical Journal, en resumidas cuentas, indica que no hay evidencia científica de que las bebidas energéticas funcionen mejor que el agua para aquellas personas que entrenan menos de 90 minutos por sesión. Frente a estas duras indicaciones, la investigación llevada a cabo por Aritz Urdampilleta y Saioa Gómez-Zorita concluye que en deportes con una duración menor a una hora, se recomienda no pasar de 6-9% la concentración de hidratos de carbono (HC). Para quien quiera saber los datos exactos, en competiciones de ultrarresistencia se recomienda una toma máxima de 90 g/h HC, teniendo en cuenta que los deportistas que toleran más hidratos de carbono durante la competición son los que alcanzan un mayor rendimiento deportivo. Por eso, las recomendaciones en deportistas de larga duración son 60-90 g de HC/h. Esta recomendación está especialmente indicada para las actividades deportivas que duran más de cuatro horas. Los investigadores indican que "es recomendable tomar 0,6-0,9 l/h de bebida isotónica durante la actividad (según la modalidad deportiva), y la bebida debe contener 0,5-0,7 g Na/l en deportes de 2-3 horas y 0,7-1,2 g Na/l en ultrarresistencia".
"La bebida perfecta depende de la composición de cada una y de los objetivos que se persigan, así como del tipo de deporte que se realiza. Si entrenas una hora a intensidad media, con agua bastará. Si quieres perder peso, estas bebidas no son recomendables por los azúcares e hidratos que tienen. Si haces una actividad física de hora y media y sudas mucho, en cambio, sí es recomendable una bebida isotónica", aclara Laura Berninches, nutricionista y licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. "Por último, las bebidas hipertónicas serían para los deportistas que necesitan solutos más concentrados. Por ejemplo, un escalador", explica Berlinches. Es decir: si vas a hacer media hora de elíptica, NO necesitas estas bebidas, por mucho que la publicidad nos bombardee con la idea contraria.
http://www.glamouratis.elconfidencial.com/belleza/2014-11-04/bebidas-deportivas-necesidad-o-negocio_407088/
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