Los alimentos refinados son los grandes ladrones de energía
Ladrones de energía, así se puede llamar a algunos de los alimentos que ingerimos y que, en lugar de hacernos sentir dinámicos y activos, nos dan ganas de bostezar y acostarnos. Si sientes un agotamiento físico y mental sin explicación, revisar lo que comes puede ser fundamental para revertir la situación.
La decana en alertar sobre alimentos que nos quitan energía es Montse Bradford. Es impulsora de la llamada cocina energética y muchas personas dedicadas a investigar temas de nutrición han seguido sus pasos. De hecho, talleres sobre este tema y varios libros han proliferado en los últimos tiempos.
Uno de ellos es Siéntete radiante en 8 semanas, de Pilar Benítez, especialista en cocina natural, energética y terapéutica, y colaboradora del Centro de Medicina Biológica y Nutrición Energética de Barcelona. Al igual que Bradford, Benítez sostiene que es importante entender lo que comemos para gobernar el estado de salud de los seres humanos en todos los niveles.
Los dulces estimulan el páncreas, que comienza a producir insulina para reducir el azúcar en la sangre. Y el resultado es sentir cansancio
“El principal enemigo de nuestra energía es el azúcar blanco”. Metabolizamos el azúcar rápidamente y en este proceso se invierten grandes cantidades de energía destinadas a otras actividades. Es cierto que el azúcar nos da un impulso energético y que lo necesitamos, pero el azúcar está presente en muchos alimentos de manera natural. Podemos sustituir el azúcar blanco por panela o ágave de calidad”, afirma Violant Cunill, cocinera y responsable de la Cabanya Boscana de Borredà, un proyecto que aúna lo que ella llama “cocina viva” con las plantas medicinales.
“Muchas veces lo que convierte un alimento en ladrón de energía es el proceso por el que ha pasado. Los procesos de refinado y sus altas temperaturas quitan muchos nutrientes. Sin duda, eliminar los alimentos refinados y sustituirlos por su formato natural o integral nos hará ganar energía”, prosigue.
Desayunos con mucho azúcar
Toda la bollería y cereales comercializas ex profeso para gozar de un dulce desayuno contienen grandes cantidades de azúcar. Los dulces estimulan el páncreas, que comienza a producir activamente insulina para reducir el azúcar en la sangre. Y el resultado es sentir cansancio al poco rato de tomar estos alimentos.
Otro efecto secundario de un aumento brusco del azúcar en la sangre es el apetit o, las ganas irrefrenables de picotear más cosas dulces al poco tiempo de haber desayunado. Una opción es reconvertir nuestros desayunos con avena, muesli integral sin azúcar y frutos secos.
El doctor en Medicina y catedrático especialista en medicina del deporte Jose Antonio Villegas nos recuerda que, de acuerdo con el National Health Service (NHS), el servicio público de salud británico, los azúcares añadidos no deberían aportar más de 10% de la energía que obtenemos de alimentos y bebidas cada día, sin importar si proviene de jugo de frutas, miel, mermelada, gaseosas azucaradas o comida procesada.
Por su parte, el digestivo y cirujano Álvaro Campillo advierte que nuestro cuerpo no puede distinguir entre el azúcar natural de la fruta, la miel o la leche y el azúcar industrial. Todos los azúcares se descomponen en glucosa y fructosa y se procesan en el hígado. Posteriormente se convierten en glucógeno o grasa para almacenar o se mantienen como glucosa en la sangre para ser utilizada en las células del cuerpo.
Los alimentos a desterrar si no quieres sentirte agotado después de comer:
Pan blanco
Bocadillos y tostadas pueden parecer una opción distinta a los dulces, pero nuestro cuerpo asimila el pan blanco de una forma similar a la de los dulces. Pásate a una versión integral o investiga en tu panadería, el pan de centeno es una opción interesante.
Exceso de comida basura y de grasas saturadas
El exceso de comida basura y comida precocinada, así como comer de forma irregular y con horarios descontrolados, provoca subidas bruscas de la glucosa en sangre. Una secreción también brusca de insulina puede producir bajones de ánimo, irritabilidad, mareos, nerviosismo, dificultad de concentración y sensación de cansancio y falta de energía.
Comer alimentos cargados de grasas saturadas y con demasiados aditivos químicos también altera el organismo provocando cansancio, ya que son difíciles de digerir. Y generalmente proporcionan menos energía que la que requieren para ser procesados, por esta razón pueden causar sensaciones de pesadez, plenitud y fatiga inmediatamente después de comerlos.
Abusar de la cafeína y bebidas energizantes
Abusar de la cafeína implica sumar nerviosismo y restar energía. Unexceso de estimulantes químicos, además de aumentar nuestro cansancio, también provoca ciertas pérdidas de minerales como el calcio, el zinc y el magnesio. Tras tomar una bebida energética nos podemos sentir más despiertos, pero es por el azúcar. Una lata contiene alrededor de 13 cucharadas, cifra que supera la cantidad diaria recomendada por la OMS.
Hidratación insuficiente
Si no bebemos la cantidad de agua suficiente podemos sentirnos deshidratados y muy cansados. Uno de los primeros síntomas de la deshidratación es el dolor de cabeza y la dificultad para concentrarse.
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