Dos flamencos forman un corazón. (Pixabay)
No se sabe con seguridad quién fue San Valentín, pero todas las teorías coinciden en que fue un sacerdote cristiano que casó en secreto a los jóvenes en tiempos del Imperio romano
El 14 de febrero es un día marcado en rojo por millones de personas: San Valentín es el Día de los Enamorados por excelencia, la mejor ocasión de derrochar romanticismo para algunos y un mero tributo al consumismo para otros. Aunque la festividad se celebra en gran parte del mundo, no todos los países coinciden en la fecha e incluso en algunos lugares cambia el significado, como por ejemplo en el caso de Finlandia y Estonia, donde el 'Sobrapäev' o 'YstävÁn Paiva' es un homenaje a la amistad.
No se sabe con seguridad quién fue San Valentín, teniendo en cuenta que hubo multitud de sacerdotes llamados así en el Imperio romano y hasta tres mártires con este nombre. La leyenda que dio origen a la celebración en el mundo cristiano data del siglo III, cuando Claudio II prohibió a los jóvenes casarse porque creía que de esta manera serían mejores soldados. Un sacerdote cristiano llamado Valentín decidió entonces desacatar la orden y seguir casando a parejas en secreto hasta que fue descubierto, enviado a prisión y, finalmente, sentenciado a muerte.
Tampoco hay consenso sobre este epsiodio. Ciertas corrientes apuntan a que ayudó a escapar a otros cristianos durante su estancia en la cárcel y que fue decapitado una vez descubierto, pero la tradición más extendida cuenta que mientras estuvo entre rejas se enamoró perdidamente de la hija del alguacil y que, justo antes de morir, le dejó una nota a nombre "de tu Valentín", hecho que podría haber dado pie al envío de notas románticas durante esta celebración.
Para saber por qué San Valentín se celebra el 14 de febrero, hay que avanzar dos siglos, hasta el pontificado de Gelasio I. Este papa, que sólo estuvo al mando de la Iglesia Católica entre el año 492 y el 496, decidió acabar con las festividades paganas de Roma, entre las que se incluía un conjunto de eventos que se celebraban a mediados de febrero en el monte Palatino conocidas como las Fiestas Lupercales, en honor a Rómulo y Remo —fundadores de Roma— y a la loba que según el mito los amamantó.
A través de un edicto, Gelasio I abolió la festividad romana y dictó que en ese día se celebraría San Valentín. Sin embargo, no fue hasta la Edad Media cuando se empezó a asociar la celebración con el amor. Así lo demuestra la obra del escritor inglés Geoffrey Chaucer, que en su poema 'El parlamento de las aves y otras visiones del sueño' establece una analogía con la temporada de cortejo y apareamiento de algunos pájaros.
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EC 14/02/2019
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