De izquierda a derecha, Alexandria Ocasio-Cortez, Bernie Sanders, Elisabeth Warren, Beto O'Rourke y Pete Buttlgleg.
El Partido Demócrata de EEUU trata de girar a la izquierda en un intento de imitar, desde las antípodas ideológicas, la estrategia que hizo ganar al actual presidente.
Alexandria Ocasio-Cortez (Bronx, 1989) es la estrella del Congreso de Estados Unidos. No solo por haber vencido, desde una barra de bar en Manhattan, a un demócrata consolidado. No solo porque, con 29 años, se ha convertido en la congresista más joven del país. No solo porque a las puertas de su despacho en el Capitolio se agolpan admiradores y porque su primer discurso batió récords de audiencia.
Ocasio-Cortez cuenta ya con siglas propias (AOC), que subrayan su estatus de estrella, y se ha convertido en la gran esperanza de un partido deprimido tras la inesperada vitoria del magnate Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2016. Desde entonces, los demócratas han permanecido cabizbajos, justificando su derrota en el sistema de recuento de votos o en supuestas ilegalidades de la campaña de Trump. Pero el giro a la izquierda de AOC ha devuelto el ímpetu a las bases, que comienzan a percibir que una nueva estrategia es posible.
Joven o viejo
El problema, sin embargo, es que la política del Bronx es demasiado joven. Las leyes de Estados Unidos no permiten un presidente menor de 35 años, lo que hace inviable su candidatura, al menos, hasta las presidenciales de 2028. Gran parte del discurso de AOC se inspira en Bernie Sanders, el senador que estuvo a punto de ganar a Hillary Clinton en las primarias del partido de hace tres años. Con su energía, ímpetu y discurso socialdemócrata, Sanders es una fuente de inspiración para el ala más a la izquierda del partido, pero muchos consideran que tiene justo el problema contrario al de AOC: es demasiado viejo.
En el caso hipotético de que ganara las elecciones el año que viene, Sanders asumiría el cargo con 79 años, casi una década más que Trump, quien, con 70 años, se convirtió en el presidente más viejo de Estados Unidos en asumir el puesto.
No hay, sin embargo, demasiadas alternativas. Aunque una veintena de demócratas ha anunciado ya oficialmente que participará en la carrera a la Casa Blanca, ningún candidato convence del todo. La opción de los moderados se centra en el vicepresidente con Barack Obama, John Biden, a quien muchos critican su pertenencia al establishment. Beto O'Rourke, nueva estrella emergente, es otra de las grandes apuestas.
Alexandria Ocasio-Cortez
Donald Trump dice que Estados Unidos nunca será socialista, pero Alexandria Ocasio-Cortez está decidida a llevarle la contraria. La demócrata ganó en noviembre las elecciones en el distrito neoyorquino de Queens-Bronx, venciendo a un veterano de su partido y logrando un asiento en el Congreso, donde ya se ha convertido en una estrella destacada. Entusiasta y activista, la política conocida como AOC ha logrado que Amazon renuncie a construir una sede en Nueva York.
Bernie Sanders
En apenas tres meses, Bernie Sanders ha logrado 18 millones de dólares para su candidatura, convirtiéndose en el aspirante que más dinero ha recaudado. Según su director de campaña, la mayoría de los donantes son menores de 39 años y la donación media asciende a 20 dólares, lo que da muestra de la amplia base de posibles votantes en la que se apoya Sanders.
Elizabeth Warren
Sus enfrentamientos con Trump son sonados, lo que subraya su importancia como política capaz de hacer sombra al beligerante presidente. A sus 69 años y senadora desde 2013 por Massachussetts, Elizabeth Warren ganó popularidad por ser el azote de los grandes bancos y de Wall Street, a los que ha responsabilizado de los estragos de la crisis financiera de 2008.
Beto O'Rourke
"Los demócratas no tienen a nadie como él. Rezo por quien compita contra él en Iowa". Estas palabras proceden del senador republicano Ted Cruz y se refieren a Beto O'Rourke, a quien ganó por la mínima en las elecciones de noviembre. O'Rourke ha hecho gala de un estilo único y muy personal. Afianzado por una sólida base y un mensaje muy directo, su carrera está despuntando.
Pete Buttigieg
El alcalde de South Bed, en Indiana, solo tiene 37 años, lo que le convertiría en el presidente más joven de la historia. Además, el político demócrata, que se casó en julio del año pasado, sería el primer presidente abiertamente gay, lo que está concentrando un gran interés por parte de los medios. Burrigieg sirvió en Afganistán y se graduó en Harvard.
CLARA RUIZ DE GAUNA
NUEVA YORK
14 ABR. 2019 - 18:08
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