- China publica el día 17 el dato de población, con los nacimientos en mínimos
- Algunos expertos creen que la población China mermará un 45% en 80 años
- La ONU prevé que India coja el relevo como el país más poblado del mundo
La próxima semana China se enfrentará a un dato especialmente relevante, el de población. El reto demográfico es uno de los principales problemas que enfrenta la segunda economía mundial por volumen de PIB y el 17 de enero podría confirmarse el mayor de los temores: la primera caída en el número de habitantes desde la Gran Hambruna de 1961.
La pandemia solo ha hurgado más en la gran cicatriz del gigante oriental, adolecido de una población envejecida como consecuencia de la política de hijo único que imperó durante décadas: los años del virus solo han alejado más la idea de tener hijos. La situación pone en riesgo el crecimiento del país y en jaque no solo la economía sino también el orden mundial.
La próxima semana China publicará el dato de población de 2022 y las previsiones carecen de optimismo. Se espera que los nacimientos caigan a mínimos históricos, por debajo de los 10 millones desde los 10,6 millones de bebés del año anterior, cuando ya anotó una caída del 11,5% con respecto a 2020.
De un mal que es común entre las naciones más pobladas del mundo -en nueve de las 10 la fertilidad está de capa caída- el caso de China destaca como el el peor de 2022, con una tasa de 1,18, hijos por familia, la más baja y muy por debajo del estándar de la OCDE de 2,1.
La población total de China aumentó en 480.000 habitantes en 2021 para sumar 1.413 millones en total. La acumulación de descensos en los nacimientos lleva a Naciones Unidas (ONU) a predecir que la primera disminución de la población de China y que India cogerá el relevo como el país más poblado del mundo.
Wang Feng, profesor de Sociología en la Universidad de California, ha reconocido a Reuters que "China ha entrado en un proceso largo e irreversible de disminución de la población, la primera vez en China y en la historia del mundo" y estima que "en menos de 80 años, el tamaño de la población de China podría reducirse en un 45% hasta convertirse en algo irreconocible para el mundo". La cuentas de la ONU en este sentido apuntan a que menguará en 109 millones para 2050 tras aumentar en más del triple su pronóstico de 2019.
El demógrafo Yi Fuxian ha estimado para la agencia que la proporción de personas mayores de 65 años alcance el 37% en 2050; el año pasado representaban el 14% y el en 1980 el 5%. Este ritmo no permitirá reponer su fuerza laboral. "El rápido envejecimiento está desacelerando la economía, reduciendo los ingresos y aumentando la deuda del gobierno... China está envejeciendo antes de enriquecerse", asegura el experto.
Deshacer el problemón de la política de hijo único
Deshacer los desperfectos causados por la prohibición de tener más de un hijo entre 1980 y 2015 es la misión en la que trabaja el Gobierno, que reconoció oficialmente que estaba al borde de una recesión demográfica el año pasado después de que por primera vez la Comisión Nacional de Salud declarara que la población podría comenzar a disminuir antes de 2025.
En 2021 las autoridades comenzaron a aprobar medidas que incluyen deducciones de impuestos, permisos de maternidad más prolongados, mejoras en el seguro médico o subsidios de vivienda para incentivar a la población a tener más hijos. El año pasado, se acumularon más avances. En agosto China anunció una extensión de las ayudas por hijo a las madres solteras para fomentar la natalidad y en octubre, el presidente Xi Jinping avanzó que promulgaría más políticas para impulsar los nacimientos y desactivar la bomba demográfica.
De momento -pandemia mediante- no se ha visto reflejado un efecto positivo de la política más abierta. En datos de Google Trends, las búsquedas de cochecitos de bebé en Baidu cayeron un 17% en 2022 (llevan un descenso del 41% desde 2018) mientras que las de hogares de ancianos se multiplicaron por ocho el año pasado.
El panorama es muy diferente en India. Allí, las búsquedas de biberones aumentaron un 15% interanual el año pasado y las de cunas casi se quintuplicaron.