- El 'think tank' Atlantic Council detecta estos potenciales fenómenos globales
- Como esos leopardos, "están ahí, pero son extremadamente difíciles de detectar"
- De la nueva carrera por el Polo Sur a una pintura 'contra' el cambio climático
Después de los 'cisnes negros' llegan los 'leopardos de las nieves'. Cada año, destacadas firmas de seguros o financieras sacan un informe con los 'cisnes negros' para el ejercicio que comienza. Se trata de una enumeración de sorpresivos, extraños y potenciales eventos de gran impacto socioeconómico que pueden alterar el panorama mundial, atendiendo a la definición hecha por el matemático libanés Nassim Taleb. Los 'leopardos blancos' serían "fenómenos globales que pueden parecer surgir de la nada y tomar por sorpresa incluso al observador más experimentado", explican desde el Atlantic Council, un think tank estadounidense que opera en el campo de las relaciones internacionales.
Los analistas del Atlantic Council ha elegido estos animales que se esconden en las montañas rocosas de Asia Central por ser tan esquivos y estar tan bien camuflados que se han ganado el apodo de "fantasma de las montañas". "Están ahí fuera, pero son extremadamente difíciles de detectar". El equipo de prospectiva de próxima generación del Centro Scowcroft de Estrategia y Seguridad del think tank atlantista ha identificado seis fenómenos a los que hay que prestar atención en 2024. Desde el organismo insisten en que no se trata de predicciones, sin "tendencias y desarrollos ya en marcha cuyo potencial disruptivo, para bien o para mal, estamos pasando por alto".
La nueva carrera hacia el Polo Sur
"Con una disposición clave del Tratado que rige la Antártida a punto de debatirse en 2048, muchos países tienen en el punto de mira los vastos recursos pesqueros e hidrocarburos de la zona. El Tratado Antártico de 1961, firmado por 56 países, prohíbe la mayoría de las actividades militares y económicas en el único continente deshabitado del mundo. Pero se calcula que la Antártida alberga 500.000 millones de toneladas de petróleo y entre 300.000 y 500.000 millones de toneladas de gas natural, y que en la región del Océano Austral hay 135.000 millones de toneladas de petróleo, por lo que el escenario está preparado para que el continente se convierta en un escenario más de la competición geopolítica", señala Imran Bayoumi, Director Asociado de la Iniciativa Estratégica Scowcroft.
El analista recuerda que el Protocolo sobre Protección Medioambiental del Tratado Antártico, firmado en 1998, estipula que durante sus primeros 50 años sólo podrá modificarse por acuerdo unánime de todas las partes del tratado. En su forma actual, el protocolo restringe cualquier actividad relacionada con los recursos naturales de la Antártida, salvo las relacionadas con la investigación científica. Pero a partir de 2048 cualquiera de las partes puede solicitar una revisión del protocolo, iniciando un proceso que, aunque largo y complejo, podría desembocar en una modificación del protocolo que abriera más el camino a la exploración de recursos naturales en la Antártida.
"En particular, ni China ni EEUU reconocen las reclamaciones territoriales de otras potencias sobre la Antártida, y ambos se reservan el derecho a participar en 'cualquier uso futuro de la región', como dice el gobierno estadounidense. China considera ambas regiones polares espacios estratégicamente valiosos y sin gobierno, y lleva años aumentando su presencia física en la Antártida, donde acaba de poner la primera piedra de su quinta estación de investigación. China planea construir potentes antenas en sus bases antárticas que podrían servir a dos propósitos: fomentar la investigación científica legítima, pero también permitir a China recopilar información de inteligencia en toda la región Indo-Pacífica", explica Bayoumi.
"Dada la creciente importancia geopolítica y económica de la Antártida -desde los recursos de agua dulce, hierro y cobre hasta las rutas de transporte estratégicas- es poco probable que se renueven las protecciones del Tratado Antártico original en su forma actual. Mientras tanto, es de esperar que los países intensifiquen sus luchas por hacerse con el control de la región, socavando así una de las pocas expresiones exitosas de gobernanza mundial cooperativa", concluye.
El impacto climático en el comercio marítimo
El cambio climático amenaza ahora las rutas marítimas que sustentan el comercio mundial. Aunque en los últimos años han aparecido en los titulares importantes perturbaciones de la cadena de suministro, como la pandemia, el bloqueo del Canal de Suez en 2021, la invasión rusa de Ucrania en 2022 y los ataques de los hutíes a buques de mercancías en el Mar Rojo en 2023, los efectos del clima están a punto de dominar esas perturbaciones en los próximos años, recalca Sydney Sherry, Asistente de Proyectos, Iniciativa Estratégica Scowcroft. La alteración de la circulación del agua entre la Tierra y la atmósfera -los patrones de lluvia, evaporación, condensación y escorrentía (movimiento del agua sobre o a través de la tierra para unirse a una masa de agua establecida) que afectan a la cantidad de agua que fluye por las vías navegables del mundo- parece haber llegado para quedarse, apunta, y las cadenas mundiales de suministro dependen de estas vías navegables, advierte.
La 'ruta marítima de oro' de China, el río Yangtsé, transporta hasta 2.930 millones de toneladas de carga al año, incluidos productos de fabricación avanzada. Pero una grave sequía estival en 2022 dejó el río a la mitad de su anchura habitual, deteniendo el transporte marítimo a través de las secciones media y baja del río. Del mismo modo, los niveles de agua del río Misisipi, que envía 130.000 millones de dólares en mercancías cada año sólo a través del puerto de Nueva Orleans, disminuyeron durante una gran sequía a finales de 2022 que provocó pérdidas económicas de 20.000 millones de dólares, expone Sherry.
Tanto en 2022 como en 2023, el río Rin, quizás la vía navegable interior más importante de Europa, estaba tan bajo debido a la sequía que algunos barcos sólo transportaban la mitad de su cantidad habitual de mercancías, recuerda la analista. La capacidad del Canal de Panamá, que transporta el 40% del tráfico de contenedores de EEUU, el 5% del comercio mundial y 270.000 millones de dólares en mercancías, también se ha visto afectada. Una sequía en 2023 -la peor de la región desde 1950- redujo el número de buques que transitan por el canal cada día, así como la cantidad de mercancías que cada uno puede transportar, lo que sugiere un futuro difícil para uno de los nudos comerciales más importantes del mundo.
"Se prevé que el cambio climático haga más frecuentes los fenómenos meteorológicos extremos, por lo que es necesario replantearse a fondo la forma en que las mercancías circulan por el planeta. Las estrategias de adaptación, como la adaptación de los buques a aguas menos profundas o el dragado y la remodelación de los ríos, son costosas y no resuelven el problema en su conjunta", cierra la experta.
Una pintura blanca superreflectante
Aunque suene extraño, las latas de pintura pueden ser una solución importante para hacer frente a la crisis climática: una pintura blanca muy específica, para ser exactos. Un profesor de la Universidad de Purdue, Xiulin Ruan, y su equipo han desarrollado una pintura blanca altamente especializada capaz de reflejar el 98% de los rayos solares lejos de la Tierra. Es un récord que va mucho más allá de lo que pueden hacer las mejores pinturas blancas existentes. Recubrir las estructuras con esta pintura disminuye el calor de su superficie, las mantiene frías sin requerir energía ni generar calor residual, y reduce las necesidades de aire acondicionado hasta en un 40%, esclarece Bayoumi. La pintura de Purdue destaca como una de las principales ofertas, pero los revestimientos fríos, incluso los que no son tan avanzados como el desarrollado en Purdue, aportan una serie de beneficios.
"Imagínese pintar el 1% o el 2% de todo el planeta con este blanco reflectante del calor. Según un cálculo, esto podría compensar totalmente el calentamiento adicional asociado a las actuales emisiones de carbono. Aunque aplicar la pintura a estructuras a esa escala sería probablemente poco práctico y costoso, aplicarla a coches, tejados y carreteras de todo el mundo crearía islas de frescor en un mundo que se calienta", escribe el analista de la Iniciativa Scowcroft asociada al Atlantic Council.
Según el analista, también se beneficiaría el creciente número de habitantes de las ciudades. Los edificios, las carreteras y otras infraestructuras absorben y atrapan mucho más calor que los paisajes naturales más verdes. La retención y liberación de este calor, entre otros factores, puede provocar un efecto de isla de calor urbana, con temperaturas diurnas de hasta 13ºC más altas en las ciudades que en las zonas rurales. "El 56% de la población mundial vive ya en ciudades, y siete de cada diez personas vivirán en ellas en 2050. A medida que aumentan las temperaturas en todo el mundo, algunas de estas ciudades se hacen cada vez más inhabitables. Pintar incluso una pequeña parte del planeta podría mantener las ciudades más frescas y saludables", concluye Bayoumi.
Los proyectiles de precisión de largo alcance
"Tomemos un panorama mundial de crecientes tensiones y alianzas multipolares, añadámosle tecnologías de doble uso (puedan destinarse tanto a usos civiles como militares o nucleares) ampliamente disponibles, como los vehículos aéreos no tripulados (UAV), y voilà: una nueva era de proliferación está aumentando el desafío para el control de armas y el potencial de escalada de conflictos en todo el mundo", comienza su 'leoparo de las nieves' Jacob Mezey, Asistente de Programa de la Iniciativa de Defensa Avanzada del Centro Scowcroft del Atlantic Council.
A finales del siglo XX, sólo un puñado de potencias disponía de tecnología de ataque de precisión de largo alcance, principalmente en forma de misiles balísticos y de crucero. Esta tecnología estaba estrechamente protegida, y los acuerdos y normas internacionales limitaban la difusión de estos sistemas de misiles, pone en contexto Mezey. En la actualidad, sin embargo, prosigue el analista, el número de países que adquieren y despliegan sistemas de ataque de precisión de largo alcance no deja de aumentar -24 estados operan actualmente misiles de crucero con un alcance superior a 300 kilómetros, frente a solo tres en 1991- y actores no estatales están desplegando también tecnologías similares.
"Cada vez más, los acuerdos para restringir la proliferación de estos sistemas han sido eliminados o ignorados. En 2019, EEUU se retiró del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio tras años de acusaciones de que Rusia había violado sus términos. Otro componente en ruinas de la arquitectura de control de armas es el Régimen de Control de Tecnología de Misiles, un acuerdo voluntario de 1987 entre naciones para no vender ni transferir tecnología para misiles de largo alcance a otras partes. Pero las exportaciones de tecnología de misiles restringida por parte del Reino Unido, Francia, Rusia, India, China, Israel y EEUU han disminuido el poder normativo del acuerdo", escribe Mezey. En 2020, por ejemplo, refiere el experto, EEUU cambió su interpretación de las normas del acuerdo para poder exportar más fácilmente drones armados, como reacción a la venta generalizada de sistemas similares por parte de China, Turquía e Israel.
La proliferación de tecnología de ataque de precisión de largo alcance a actores no estatales ha confundido aún más los esfuerzos de control de armas. "Irán ha exportado misiles balísticos, tecnología de misiles de crucero y vehículos aéreos no tripulados armados a Hezbolá en Líbano y a los hutíes en Yemen. Ambos grupos han utilizado estas armas en ataques en la región. Sólo en los últimos meses, los hutíes han intentado varios ataques con misiles contra Israel y han atacado barcos internacionales", agrega Mezey.
¿Cuál es el resultado de todas estas tendencias? "Es posible que estemos abocados a un mundo en el que la mayoría de los estados y muchos actores no estatales podrán atacar objetivos en el interior del territorio de sus vecinos, o incluso más allá de sus fronteras, en cuestión de horas. Las poblaciones civiles serán más vulnerables durante la guerra, como demuestran los ataques de Rusia contra ciudades ucranianas. La probabilidad de que los conflictos locales se intensifiquen en toda la región puede aumentar con el alcance de las armas desplegadas", remacha el analista.
La pequeña isla nación de Palau
Si alguna vez estalla un conflicto entre EEUU y China, se oirá hablar mucho más de la isla de Palau. A medida que aumenta la posibilidad de un enfrentamiento militar en el Pacífico Occidental, también lo hace la importancia estratégica de esta pequeña nación insular situada entre Filipinas y Guam, subraya Emma Verges, Directora Adjunta de la Iniciativa de Seguridad Indo-Pacífica del Atlantic Council. La importancia de Palau se debe a su situación geográfica clave y a su alineación política: es uno de los cuatro estados del Pacífico que mantiene relaciones diplomáticas formales con Taiwán y proporciona derechos exclusivos de operaciones y bases militares a EEUU.
"Geográficamente, Palau está en el centro de la segunda cadena de islas, más alejada de la costa china que la cadena de islas que incluye a Taiwán y parte de Filipinas. Dado que las capacidades militares antiacceso de China -especialmente los misiles terrestres- suponen una amenaza para las operaciones militares dentro de la primera cadena de islas, la opinión predominante entre los expertos en defensa es que la segunda cadena de islas sería una plataforma más defendible para las fuerzas estadounidenses en caso de conflicto con China. Palau -considerada el ancla de la segunda cadena- podría ser un lugar clave para el rearme y reparación de buques y aeronaves militares estadounidenses, así como una base importante para el reabastecimiento, vigilancia, comunicaciones y otras actividades de apoyo", explica Verges.
La atención de Washington a Palau ha aumentado en los últimos años. A finales de 2022, el Departamento de Defensa estadounidense adjudicó un contrato de 120 millones de dólares para instalar un sistema de radar en la isla antes de 2026, con el que se espera mejorar la capacidad de EEUU para rastrear las amenazas aéreas y marítimas de China y Corea del Norte en el Pacífico Occidental. Más recientemente, en diciembre de 2023, Palaos fue una de las sedes de las últimas rondas de la serie de ejercicios militares de la Alianza del Pacífico. Es de esperar que EEUU realice más inversiones en defensa e infraestructuras en Palau, así como más maniobras militares en la zona, lo que no hará sino aumentar la importancia de la nación insular", zanja Verges.
Los menores costes de desalar el agua
El cambio climático y la creciente demanda de agua dulce ponen a prueba las reservas mundiales de agua y desencadenan conflictos. El estrés hídrico afecta a miles de millones de personas en países ricos y pobres por igual, pero el problema es más grave en las regiones pobres áridas y propensas a la sequía. El número de sequías en el mundo ha aumentado un 29% desde 2000. La buena noticia, destaca Bayoumi, es que, en el horizonte, se vislumbran métodos de desalinización -el proceso de convertir el agua de mar en agua dulce para consumo y uso humano- más baratos y menos intensivos en energía, que pueden proporcionar los medios para satisfacer mejor la demanda.
"Durante décadas, la desalinización ha aumentado la disponibilidad de agua dulce en las regiones costeras con acceso directo al mar. Sin embargo, el proceso dominante para convertir el agua salada en agua dulce -la ósmosis inversa- es costoso, utiliza una cantidad significativa de energía (a menudo procedente de combustibles fósiles) y produce muchos residuos (conocidos como salmuera) como subproducto. En consecuencia, la ósmosis inversa sólo puede resolver una parte del problema del agua dulce, principalmente para aplicaciones de bajo volumen y alto valor, como el agua potable, y casi exclusivamente en países de renta alta y media", revela el analista.
Los últimos avances en investigación podrían cambiar la situación. Investigadores del MIT y de China han desarrollado un dispositivo solar del tamaño de un maletín que "podría producir agua potable a un ritmo y a un precio más baratos que el agua del grifo", según la descripción que hace el MIT de esta iniciativa. Muchos otros investigadores están estudiando la ósmosis directa, una alternativa a la ósmosis inversa que puede aplicarse a gran escala en grandes plantas desalinizadoras. La ósmosis directa utiliza la ósmosis natural, con una presión osmótica ya presente que arrastra el agua a través de una membrana que separa el agua de los sólidos, y requiere mucha menos energía que la ósmosis inversa, explica Bayoumi. En 2023, un investigador del New Mexico Tech anunció un avance en la ósmosis directa que reduce el consumo de energía y la producción de contaminación.
"El perfeccionamiento de los procesos de ósmosis inversa para su uso generalizado debería reducir drásticamente el coste de la desalinización, lo que a su vez permitiría a los países con menos ingresos crear instalaciones de desalinización. Con la inversión y el desarrollo adecuados, es posible que en los próximos años una mayor parte del mundo tenga acceso a agua dulce asequible y apta para la vida", concluye el analista del Atlantic Council.