Firma del histórico acuerdo de Bretton Woods en 1944.
(Getty/Hulton Archive)
Para favorecer la gobernanza global, las economías desarrolladas necesitan repensar el sistema multilateral desarrollado en la conferencia de 1944 para que vuelva a ser eficaz
Los acuerdos de Bretton Woods en el año 1944 pusieron los cimientos de 60 años de éxito económico en Occidente. En esa conferencia se diseñaron las dos grandes instituciones multilaterales para estabilizar las economías nacionales: el FMI y, para fomentar el desarrollo, el Banco Mundial. Con sus más y sus menos, ambas instituciones han contribuido al desarrollo económico global y a la estabilización de los ciclos económicos. Sin embargo, en los últimos años han perdido relevancia en el ámbito internacional, tanto en su labor de prestamistas como de coordinadores de políticas económicas.
Ambas instituciones se diseñaron para un mundo de relaciones internacionales de cooperación con una gran potencia imperante, Estados Unidos. Sin embargo, la realidad actual es muy diferente, ya que existe otra potencia alternativa, China, y además hay diversos líderes regionales que actúan como contrapeso. En definitiva, se trata de un mundo en el que Occidente ya no ejerce el control mayoritario de la economía ni del paradigma económico. Por este motivo, los miembros del Observatorio Económico de El Confidencial y Mapfre coinciden en señalar que se necesita revisar estos organismos para mejorar la gobernanza global, dando representación a los actores que han surgido en estos 80 años.
"Hay que reformar las instituciones de Bretton Woods, el FMI y el Banco Mundial", señaló Judith Arnal, investigadora sénior de CEPS y del Real Instituto Elcano. Es necesario que la nueva gobernanza global "deje atrás las reglas obsoletas" y promueva la participación de un mayor número de países para buscar otras vías de coordinación de las políticas económicas. Un ejemplo sería "permitir que haya liderazgos de otras nacionalidades", explicó Arnal, ya que tradicionalmente la dirección del FMI recae sobre un europeo y la del Banco Mundial, sobre un estadounidense.
José Manuel González-Páramo, consejero de Abanca y miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) entre 2004 y 2012, añadió la importancia de que estas instituciones tengan más recursos para competir con China. En los últimos años, el programa de la Franja y la Ruta ha convertido a China en uno de los grandes financiadores del mundo, especialmente del sureste asiático. Las inversiones elegidas por Pekín no siempre han sido las más rentables, pero es evidente que ha expandido su influencia política por el mundo de la mano de la financiación.
"Hay que relegitimar las instituciones de Bretton Woods y dotarlas de potencia de fuego"
Si Occidente quiere confrontar su influencia financiera, necesitará instrumentos más poderosos. "Hay que intentar relegitimar las instituciones de Bretton Woods y dotarlas de más potencia de fuego. Si no trabajamos en estos organismos, alguien vendrá a ocupar su lugar", explicó González-Páramo. Una posición respaldada por el conjunto de participantes en el Observatorio. Para aumentar su potencia de fuego, previsiblemente será necesaria una ampliación de capital, lo que también permitiría abrir huecos para que entren nuevos actores a participar de su propiedad y de su proceso de toma de decisión.
Una actualización de las instituciones de Bretton Woods permitiría aumentar la capacidad de influencia de Occidente con préstamos y proyectos de inversión más ambiciosos en países emergentes y en desarrollo. O permitiría crear un nuevo entorno de gobernanza internacional que sustituya las relaciones bilaterales o la confrontación que se vive actualmente. Además, China ha demostrado en los últimos años que tiene interés en ganar cuota en estos organismos, por ejemplo, incorporando el yuan a la cesta de divisas de reserva del FMI.
La reforma de estas instituciones debería contemplar también la revisión del Club de París. El surgimiento de China como el otro gran financiador del mundo ha dificultado las reestructuraciones de deuda en todo el mundo, cuando los países tienen como acreedores al Club de París y a China. El mejor ejemplo ha sido la grave crisis de deuda vivida por Sri Lanka, que tardó casi un año en resolverse porque China no quería participar en las renegociaciones de la deuda con la India y el Club de París. "China está siendo un actor geopolítico al margen de centros de decisión tradicionales. Por ejemplo, las reestructuraciones de deuda de algunos países se están viendo entorpecidas por falta de acuerdo entre China y el Club de París", alertó Arnal, lo que puede provocar graves crisis económicas como la vivida por Sri Lanka ante el bloqueo de la financiación que sufrió.
La reforma del sistema de Bretton Woods consiste en reconocer y adoptar los cambios que ha experimentado el globo en los últimos 80 años. "Vamos hacia un mundo con superposición de gobernanza supranacional con gobernanza a nivel regional o de sectores o grupos concretos", explicó Arancha González Laya, decana de la Escuela de Asuntos Internacionales de París, "y esto va a generar una gran complejidad de sistemas regulatorios". La coordinación era mucho más sencilla cuando la regulación se impulsaba desde los países desarrollados, todos ellos con sistemas políticos similares. Para los actores económicos de estos países, era mucho más fácil navegar en la economía global con este marco, pero la realidad de múltiples bloques apunta al surgimiento de multiplicidad de reglas.
En esta nueva realidad, la adaptación no es una opción. Y si los países occidentales consideran que sí lo es, provocarán un mayor alejamiento del resto de bloques que han surgido en las últimas décadas y que amenazan su hegemonía.
www.elconfidencial.com/economia/2024-01-29/reforma-instituciones-bretton-woods-observatorio-bra_3818578/