sábado, 23 de marzo de 2019

Viaje al Berlín comunista

Viaje al Berlín comunista
East Side Gallery, Berlín, Alemania (aluxum / Getty Images)


Turismo histórico sobre la RDA y la ‘Ostalgie’ (nostalgia del Este) en el sector oriental de la capital de Alemania


La torre de la televisión de Alexanderplatz, icono de Berlín que se alza sobre el horizonte, fue el gran esfuerzo propagandístico de la Alemania comunista cuando la capital alemana estaba dividida en dos por la guerra fría. Los visitantes, que hacen cola encantados para subir a la cima, saborean así una monumental obra de ingeniería germanooriental de finales de los años sesenta, concebida para desafiar a la Alemania occidental mirándola desde arriba.
Ahora, la elevada torre (368 metros, aunque el mirador panorámico está a 203 metros) recibe más de un millón de visitantes al año, y es un emblema de la ciudad unida, como la puerta de Brandemburgo.

La torre de la televisión de Berlín, Alemania
La torre de la televisión de Berlín, Alemania (Sergio Delle Vedove / Getty Images/iStockphoto)

Uno de los lugares más visitados de la capital por los amantes del turismo histórico del siglo XX es la East Side Gallery (Mühlenstrasse, en el barrio de Friedrichshain), una galería de arte al aire libre con obras pintadas sobre un tramo de 1.316 metros del Muro. Varios artistas de todo el mundo lo crearon entre febrero y septiembre de 1990, es decir, meses después de la caída del Muro, y las consecuencias de hallarse a la intemperie obligaron a una rehabilitación de los coloridos y dispares murales en 2009.

El Muro


Quedan algunos otros trozos del Muro -muchísimo más pequeños- en otras partes de la ciudad, pero muy pocos, pues después de su caída el 9 de noviembre de 1989, la ira de los ciudadanos y la picota arrasaron con el símbolo del régimen dictatorial de la prosoviética República Democrática Alemana (RDA).
Esos escasos restos, símbolo de aquella Alemania dividida por la geopolítica mundial, son destino habitual de los turistas, pero satisfecha esa curiosidad por la historia reciente, no todos se aventuran en el antiguo Berlín Este, donde se conservan reliquias comunistas dignas de ver. Este año se conmemora, en noviembre, el 30º aniversario de la caída del Muro, y vale la pena recordar los 28 años en que la capital de Alemania estuvo partida en dos.

East Side Gallery, Berlín, Alemania
East Side Gallery, Berlín, Alemania (benstevens / Getty Images)

Cuando la RDA empezó a levantar esta muralla, el 13 de agosto de 1961, la calle Bernauer Strasse se convirtió en frontera. En el Memorial del Muro de Berlín (Bernauer Strasse, 111) se conserva un tramo de esta construcción y puede apreciarse la fortificación imponente que era: en muchos sectores era un doble pared, con zona de seguridad en medio (la llamada ‘franja de la muerte’), torres de vigilancia, potentes focos, y una guardia fronteriza con orden de disparar a los fugitivos. Medía 155 kilómetros: 43 dividiendo la ciudad y 112 entre Berlín Oeste y el resto de la RDA.
Junto al memorial de la Bernauer Strasse se halla la capilla evangélica de la Reconciliación que, de martes a viernes a las doce en punto, se recuerda a una de las víctimas, con nombre y apellido, de aquella barrera fortificada de hormigón. Según las últimas investigaciones oficiales, entre 1961 y 1989, al menos 138 personas murieron entre Berlín Este y Berlín Oeste, la mayoría por disparos pero también por percances vinculados al método de fuga; esa cifra incluye a ocho soldados germanoorientales.

Memorial del Muro de Berlin, Alemania
Memorial del Muro de Berlin, Alemania (aluxum / Getty Images)

Desde el Memorial de la Bernauerstrasse, una opción es dirigirse a Potsdamer Platz –que era ‘tierra de nadie’ entre las dos zonas de la ciudad- para contemplar cómo aquella plaza desolada se convirtió, tras la reunificación de 1990, en un espacio urbano polifacético y futurista. En una calle lateral, Erna-Berger-Strasse, ha sobrevivido una antigua torreta de control fronterizo. Y allí mismos, delante del centro de documentación Topografía del Terror (Niederkirchnerstrasse, 8), que está dedicado al aparato de terror nazi, queda otro tramo del muro de Berlín.
Justo enfrente se alza el edificio Detlev Rohwedder, sede del actual Ministerio de Finanzas (Wilhelmstraße, 97). El enorme inmueble se levantó en época nazi y albergaba el Ministerio del Aire, centro de poder de Hermann Göring. Construido entre 1935 y 1936 por el arquitecto Ernst Sagebiel, es un típico ejemplo de arquitectura monumental nazi, y pese a su rol bélico, salió casi indemne de los bombardeos aliados. Pero en una segunda vida, al quedar en Berlín Este, el edificio fue utilizado por las nuevas autoridades comunistas, y de hecho en él se fundó la propia RDA.

El edificio Detlev Rohwedder en Berlín, Alemania
El edificio Detlev Rohwedder en Berlín, Alemania (LordRunar / Getty Images)

En el exterior del edificio Detlev Rohwedder (en la esquina con Leipzigerstrasse) es posible apreciar el gran mural realizado en porcelana de Meissen por el artista Max Lingner. Titulado Construyendo la república, reúne elementos iconográficos típicos del arte comunista de propaganda: obreros y campesinos sonrientes y felices yendo a trabajar, con niños cantando y bailando por las calles.
También es una opción interesante visitar el Museo de la RDA (Karl-Liebknecht-Strasse 1), ubicado ante el río Spree y la isla de los Museos, que da al visitante la ocasión de otear cómo era la vida cotidiana de los alemanes del Este. De un modo interactivo permite tocar y experimentar: abrir cajones de mesas multifunción, conducir (virtualmente) un Trabant, esos coches básicos e ineficientes que ahora resultan entrañables, entre otras cosas. Inaugurado en el 2006, al museo no le ha faltado polémica, por cuanto podía entenderse como una absolución de un pasado ominoso.

La caída del muro de Berlín marcó el inicio de la unificación alemana.
La caída del muro de Berlín marcó el inicio de la unificación alemana. (Discovery)

El 9 de noviembre de 1989 los berlineses de ambos lados se abrazaban emocionados, y los del bando oriental se incorporaron también a una sociedad de consumo que, hasta entonces, conocían solo de oídas y que deseaban tras tantos años de escasez, pero que también causó bajas. De la noche a la mañana, las marcas comerciales que jalonaban la vida cotidiana en la RDA se extinguieron, y sus homólogas occidentales ocuparon su lugar en los estantes de los supermercados y los grandes almacenes.

‘Ostalgie’


Por eso, y también porque funciona muy bien como reclamo turístico, la Ostalgie (nostalgia del Este; Ost en alemán significa este) campa en algunas áreas de Berlín, lógicamente más en el sector oriental de la ciudad.
Pero lo que sí está a la vista, porque se adoptó luego en todos los semáforos de la ciudad, es el Ampelmann, el hombrecito con sombrero que se pone rojo o verde para los peatones. El Ampelmannes, por cierto, una excepción relevante: diseñado en 1961 por el psicólogo germanooriental Karl Peglau tras un repunte de los accidentes de tráfico, quizás sea la única marca de la RDA que ha logrado una segunda vida tras la reunificación, sobrevive en los semáforos de Berlín, y es un pingüe negocio en tiendas físicas y de internet.
También se ha labrado un hueco en la memoria agridulce de la Ostalgie, el Trabant (apodado Trabi) como icónico coche de la Alemania comunista, al que se dedican clubs y encuentros de entusiastas.

Checkpoint Charlie. Berlin, Alemania
Checkpoint Charlie. Berlin, Alemania (narvikk / Getty Images)

Otra visita a la que pocos renuncian, a pesar de que la zona se ha convertido en una especie de parque temático turístico muy estridente, es el mítico Checkpoint Charlie en la Friedrichstrasse, el puesto de control fronterizo más famoso de la guerra fría. Separaba el sector americano del soviético, y por allí podían pasar sólo extranjeros y diplomáticos. No queda ningún elemento original de aquella época, pero se reconstruyó una caseta en la que actores disfrazados de soldados se sacan fotos con los turistas.
A su alrededor hay varios pequeños museos o centros informativos, como el Mauer Museum dedicado sobre todo a fugas del Este al Oeste; ‘el panorama’ obra del artista Yadegar Asisi sobre el muro de Berlín; o el museíto dedicado a los Trabants.
En la misma Friedrichstrasse, junto a la estación homónima del ferrocarril elevado S-Bahn, merece una visita seria y concienzuda el conocido como Tränenpalast (palacio de las lágrimas). El pequeño edificio anexo a la estación fue apodado así porque allí lloraban, al despedirse, las familias que estaban separadas por el Muro y que habían sido autorizadas a visitarse, evoca el terrible impacto emocional que provocaba la barrera en las personas.
El Tränenpalast depende de la Fundación Haus der Geschichte (casa de la Historia), que tiene su sede central en la antigua capital, Bonn, una institución que cuida con esmero la memoria histórica reciente de Alemania.

Kino International, Berlín, Alemania
Kino International, Berlín, Alemania (KJohansson - Wikimedia Commons)

Para los amantes del cine es casi obligatorio acercarse al Kino International (Karl-Marx-Allee 33), escenario del glamour cinematográfico germanooriental y que es ahora una de las sedes de la Berlinale, el festival de cine de la capital. El Kino International construido entre 1961 y 1964 por Josef Kaiser, en el estilo denominado modernismo de la RDA, es un gran paralelepípedo exento con un amplio vestíbulo, un café con ventanales y mobiliario minimalista, y una de sala de proyecciones con una cortina de lentejuelas que se abre para dejar ver la pantalla.
El Kino International se asoma a la Karl-Marx-Allee, la gran avenida de los desfiles oficiales del régimen de la RDA, toda una experiencia pues ha conservado esa antigua atmósfera estalinista. Este bulevar, que arranca en Alexanderplatz, se llamó Stalinallee de 1949 y 1961 (las fechas lo dicen todo), y culmina en Frankfurter Tor, una amplia plaza con dos torres gemelas obra del arquitecto Hermann Henselmann, que buscaban emular a las de Gendarmenmarkt.
El barrio de Lichtenberg, en pleno Berlín Este, mueve a la reflexión histórica, y es una visita altamente recomendable. Se trata del antiguo cuartel general de la Stasi, la temida policía secreta, que funcionó de 1950 a 1989 con el objetivo, según la ley de entonces, de proteger al Estado de “criminales, agentes enemigos, discrepantes, saboteadores o espías”. Parte del recinto es ahora un museo (Ruschestrasse, 103).
Algunas escenas de la película de 2006, La vida de los otros, del cineasta Florian Henckel von Donnersmarck, se rodaron en el archivo anexo –que no está abierto al turismo-, dedicado a los fondos de la Stasi, y cuyo ingente material está aún en fase de clasificación. Por ley, los ciudadanos de la ex RDA tienen derecho a ver el expediente que, sobre ellos, tenía la Stasi, pero se les enseña con los nombres tachados, para evitar conflictos y venganzas.

Cárcel de Stasi, Berlín, Alemania
Cárcel de Stasi, Berlín, Alemania (ChiccoDodiFC / Getty Images)

No muy lejos, en el barrio de Hohenschönhausen, se encuentra la antigua cárcel de la Stasi (Genslerstrasse, 66), que está abierta al público. Este sombrío edificio funcionó como prisión preventiva entre 1951 y 1989, y conserva cierto aspecto de película de espías de los años sesenta, lo cual no debe hacer olvidar el sufrimiento infligido a las personas que el régimen comunista consideró ‘subversivas’, y que fueron encerradas en sus celdas.
Porque una cosa es vender y comprar fragmentos del muro de Berlín o llaveros, tazas y todo tipo de souvenirs del simpático Ampelmann, y otra cosa bien distinta sería sostener que aquel tiempo pretérito de la historia de Alemania fue objetivamente mejor. En todo caso, ambos aspectos del legado de Berlín Este merecen una visita.

Establecimientos alusivos a la RDA


Ostel Hostel
Hotel decorado y amueblado según el diseño del año 1978 en Berlín Este, en pleno régimen comunista y cuando el Muro aún estaba en pie. Web: https://www.ostel.eu/
Bar 203
Vistas espectaculares desde el bar más elevado de Berlín, que se halla a 203 metros sobre la ciudad, en lo alto de la torre de la televisión de Alexanderplatz. Web: https://tv-turm.de/de/bar-restaurant/
Ständige Vertretung
Cocina renana de cuando Gobierno e instituciones tuvieron que mudarse a Berlín tras la reunificación –volvió a ser capital de Alemania el 20 de junio de 1991- y los políticos echaban de menos la cocina de la que fue capital provisional, Bonn. Web: https://www.staev.de/
Ampelmann Shop
Artículos de todo tipo (bolsos, camisetas, llaveros, carteras, bolígrafos, imanes...) relacionados con el hombrecito del semáforo. En la tienda de Kurfürstendamm, 20 hay un bonito café. Web: https://www.ampelmann.de/
Trabant
Alquiler de coches Trabant para conducir uno mismo en rutas turísticas en grupo por el antiguo sector germanooriental de Berlín. Web: http://www.trabi-safari.de/index.php?language=es

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