martes, 8 de febrero de 2022

Si el gas y la nuclear son finalmente verdes, entonces ¿qué significa verde?



La propuesta de taxonomía verde añade confusión al futuro energético de la UE. (EFE/P. Pleul)



La decisión de la Comisión Europea de incluir ambas fuentes de energía en su propuesta para una taxonomía verde va en contra de los objetivos climáticos y medioambientales de la UE



La taxonomía verde de la UE es la guía de campo, el manual de identificación que deberá ayudar a los inversores a reconocer aquellas actividades, sectores y tecnologías que puedan ser calificadas como sostenibles y cumplan con los requerimientos del Pacto Verde Europeo, cuyo principal objetivo es avanzar hacia una economía circular, limpia y neutra en carbono.

Con ese manual de buenas prácticas financieras bajo el brazo, los inversores podrán acudir a los mercados con la seguridad de que nadie les va a dar gato por liebre medioambientalmente hablando, identificando claramente las oportunidades de inversión que cumplen con el estándar de la sostenibilidad. Ese debería ser el objetivo principal del documento y no otro.


Si el objetivo principal de la taxonomía verde debe ser impulsar la acción climática en la UE ¿estamos ante un 'taxonomygate'?


La propia comisaria de Servicios Financieros, Estabilidad Financiera y Unión de los Mercados de Capitales, Mairead McGuinness, dejaba claro esta semana en la presentación de la taxonomía verde ese carácter orientativo al afirmar que su principal función es "establecer unas condiciones estrictas para atraer financiación a favor de la transición energética, dejando de lado las fuentes más perjudiciales".

Entonces, si eso es así ¿cómo es posible que una 'guía del inversor ambientalmente responsable' incluya al gas natural y la energía nuclear? ¿Es que acaso no se han tenido en cuenta las emisiones de gases con efecto invernadero (GEI) del gas natural? ¿Es que se han obviado los residuos radiactivos de la energía nuclear? Y si ello ha sido así ¿qué tipo de inversiones pretende alentar realmente esta denominada taxonomía verde?

Eso es lo que se preguntan algunos de los propios Estados miembros, como Austria, Luxemburgo, Dinamarca y España, que mantienen su firme rechazo a que el gas natural y la nuclear sean identificadas como energías verdes formando un 'totum revolutum' con la eólica, la fotovoltaica y el resto de las que en verdad lo son.

Por eso España considera que la taxonomía debe ser ante todo creíble, rigurosa y basada en la evidencia científica y alerta que, por mucho que desde la Comisión se diga que las inversiones relacionadas con el gas o con la nuclear se van a identificar de manera clara, a lo único que contribuye su inclusión es a restarle rigor y generar desconfianza.

Porque si el propósito principal de la taxonomía es atraer capital privado con el cebo de las inversiones sostenibles, si a lo que quiere contribuir de verdad es a impulsar la acción climática y alcanzar la neutralidad climática en 2050, tal y como marca el Pacto Verde Europeo, ¿a qué viene entonces que aparezcan ambas tecnologías ahí?


La comisaria de Servicios Financieros de la UE, Mairead McGuinness. (EFE/O. Hoslet)


La premisa básica para considerar verde una actividad económica, un sector o una tecnología es su contribución sustancial a las principales metas ambientales de la UE respetando siempre el principio de "no causar un daño ambiental significativo" (el denominado 'Objetivo DNSH' por su sigla en inglés). Un requerimiento con el que, como subraya el gobierno español y denuncian instituciones científicas y económicas, (incluido el Banco Europeo de Inversiones) oenegés ecologistas y organizaciones de consumidores, no cumplen ni la nuclear ni el gas natural, por lo que la decisión de incluirlas en la taxonomía no se ajusta a las recomendaciones de base científica y puede facilitar las operaciones de lavado verde dentro del sistema financiero.

De hecho, la Plataforma para las Finanzas Sostenibles, principal órgano consultivo de la Comisión en la tramitación de este expediente, ya advirtió en su momento que ni siquiera las centrales de gas equipadas con las mejores tecnologías pueden ser calificadas como 'verdes' debido a las altas emisiones de GEI que generan.

Finalmente, y como señalan desde Greenpeace, lo que si cabe aceptar es que "los lobbies del gas natural y la nuclear han hecho bien su trabajo, algo lógico si se tiene en cuenta que estamos hablando de la segunda fuente de energía fósil más consumida en el mundo y de tanta infraestructura faraónica que sigue pendiente de amortizar, especialmente en España".


Acción de protesta de Greenpeace. (EFE/Greenpeace/Pedro Armestre)


Para esta organización ecologista, "Alguien está intentando quitar miles de millones de euros a las energías renovables y destinarlos a tecnologías que, o bien no hacen nada para combatir la crisis climática, como la nuclear, o bien empeoran activamente el problema, como el gas fósil".

En todo caso recordemos que tanto los gobiernos como el Parlamento Europeo podrán rechazar la propuesta en los próximos seis meses y desvelar el misterio de lo que para la UE significa el concepto 'verde'.




Por
Jose Luis Gallego
06/02/2022 - 05:00
Energía nuclear: Si el gas y la nuclear son finalmente verdes, entonces ¿qué significa verde? (elconfidencial.com)
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