lunes, 6 de junio de 2022

Estambul, la Babel sanitaria global



Tráfico de turistas por el Bósforo: Turquía es también una meta sanitaria Joan Soldevila Adán / JSA



La capital turca ya no solo acoge cirugías plásticas o implantes capilares, sino a enfermos graves que precisan un trasplante




El turismo sanitario ha remontado el vuelo en Turquía, que incluso mejora su posición relativa anterior a la pandemia. Los miles de españoles que acuden con paquetes de “todo incluido”, para un injerto de pelo o una liposucción, no le harán ascos a esa definición de turistas sanitarios. Pero la conversión de Estambul en un polo hospitalario global desborda con mucho la etiqueta.

Junto a cientos de clínicas de distinto tamaño y entidad, dedicadas a la cirugía estética, algunos de los mayores y más modernos hospitales privados de Turquía cortejan a los pacientes extranjeros que no vienen a hacer turismo, sino a salvar la vida.

Tal vez sean menos que los primeros, “pero un paciente de oncología factura diez o veinte veces más”, asegura Deniz, un portavoz del grupo líder Acibadem, que también resalta los trasplantes de riñón, de hígado y de médula ósea, así como las cirugías cerebrales y vasculares entre la clientela extranjera.

Algunos centros superan ya las cifras de actividad e ingresos previas a la pandemia

Tanto es así que el “turista sanitario” –según las autoridades turcas que tanto le miman– deja el triple de ingresos que un turista corriente. Una industria que el año pasado captó en el exterior a 642.000 pacientes y está valorada en 3.000 millones de dólares.

“Los extranjeros representan el 20% de nuestros ingresos”, precisa Oguz, en el reluciente hospital de Acibadem Altunizade, en la orilla asiática. “Hemos tenido a más de cien españoles al mes por trasplante capilar, pero la estética es una parte menor dentro de nuestras cuentas”.

En el vestíbulo, Maria espera sus resultados antes de volar de regreso a Bucarest. “La sanidad ha mejorado en Rumanía –dice–, pero te hacen esperar tres meses para un análisis ¡Te mueres!”, ríe. “Aquí en dos días me los hago todos. En caso de requerir tratamiento, pasa igual, porque allí hay pocos aparatos modernos”.

“Rumanía, Azerbaiyán, Kazajistán, Irak y los Balcanes son nuestros primeros mercados”, explican en Acibadem, “mientras que “Ucrania ha saltado”.

Clínicas y hospitales turcos recibieron el años pasado a 642.000 pacientes extranjeros

“Los tratamientos oncológicos son muy importantes para los pacientes de repúblicas exsoviéticas”, confirman desde la firma Deconsilior. “Cada mercado es peculiar”. Muchas parejas rumanas acuden a Estambul por tratamientos de fertilidad y “muchos bálticos por cirugías de agrandamiento de pene”, según Oguz.

Nigora es de Uzbekistán y ha vuelto al hospital para una revisión, tras una intervención estética que no detalla. Espera en silla de ruedas. Delhi es una alternativa sanitaria a la que recurren muchos de sus compatriotas, pero ella y su hermana tuercen el gesto. “Aquí la comida es parecida. Y la lengua, más o menos, aunque por suerte nos ponen intérprete de ruso”. Lo que la convenció fue “la calidad”, por una operación anterior de su suegra y “una mala experiencia en Alemania”.

“Tenemos personal que atiende en veinte lenguas”, aseguran. Efectivamente, en la recepción encontramos intérpretes de somalí, georgiano, macedonio y serbocroata, a pie de ordenador”.

La quinta parte de los ingresos de Acibadem, el mayor centro privado, procede de los pacientes extranjeros

“El rumano, el ruso y el árabe son nuestras lenguas importantes, junto al inglés. Y el francés sube, por África”. Ninguna ciudad vuela a tantos destinos africanos como Estambul. Nada es casual. “Además de contar con delegaciones, hacemos publicidad en 48 países”.

La depreciación de la lira no ha afectado a los precios, en euros. Pero estos siguen siendo irresistibles para la vanidad de los países ricos, mientras Turquía aprovecha también las deficiencias en formación, infraestructuras y acceso a la sanidad de las otras naciones, no siempre más pobres.

Algunos sistemas públicos, como el de Bosnia, les derivan pacientes. Por ejemplo, “de parálisis cerebral”. También Croacia. Otras veces, lo hace el seguro.

Acibadem, con 22 hospitales y 23.000 empleados, hasta cotiza en bolsa. Aunque su fundador turco sigue al frente, el accionista mayoritario es IHH, de Kuala Lumpur, a su vez primer accionista de Fortis, un destacado grupo hospitalario en India. 


Estambul

www.lavanguardia.com/economia/20220605/8317345/babel-sanitaria-global-estambul-turquia.html