lunes, 13 de junio de 2022

El lujo 'muda' de piel para ser sostenible


  • El sector europeo recibe buenos ratings basados en criterios ESG además de contar con buenas recomendaciones y potencial
  • a mejor calificación en términos de bajo riesgo ESG la recibe la italiana Moncler, seguida de la francesa Hermès y Kering



La actriz Jane Birkin, que da nombre a uno de los bolsos de piel de cocodrilo más exclusivos de Hermès, solicitó en 2015 a la casa francesa rebautizar este producto hasta que no aplicase para confeccionarlo "mejores prácticas" relativas a la normativa internacional sobre el sacrificio de estos animales.

Hermès fue una de las primeras marcas en diseñar un bolso de piel vegana (la pionera fue Stella McCartney en 2019) con un material denominado reishi y su modelo Victoria, hecho con cadenas de micelio –producido por hifas, característico en setas y champiñones– aseguran una dureza y aspecto similar al de la piel animal y contribuye a reducir las emisiones de carbono y el consumo de agua.

Y no faltan otros ejemplos. Capri Holdings (Versace, Jimmy Choo y Michael Kors) adquirió en 2021 el 30% de la start up Desserto, que crea tejidos similares a la piel con hojas de cactus secas. Gucci presentó unas zapatillas de baloncesto fabricadas con un material libre de maltrato animal y Nike lanzó un modelo fabricado con Piñatex a partir de fibra de las hojas de desecho de la piña.

Las firmas de lujo se están esmerando en aunar exclusividad y sostenibilidad y los ratings ESG están valorando este viraje. A grandes rasgos, la industria europea ofrece altas calificaciones, buenas recomendaciones y un potencial alcista debido a los retrocesos por el parón en China por la política de Covid Cero que las posiciona como una buena alternativa para los inversores que no se conforman con piezas exclusivas si éstas no cumplen criterios medioambientales, sociales y de gobernanza.

Por nombres propios, Moncler es la que sale mejor retratada en los indicadores. Sustainalytics le otorga una calificación de 10 sobre 100, lo que representa un nivel de riesgos de sostenibilidad no gestionados muy bajo (una nota entre 0 y 10 indica que esos riesgos son inapreciables y por encima de 30 los considera elevados). S&P Global le otorga un 89 sobre 100 (a mayor nota, mejor calificación) y es la única medalla de oro que este proveedor otorga a las mejores puntuaciones dentro de su sector según el Anuario de Sostenibilidad 2022 de la agencia. Los analistas aconsejan tomar posiciones en la italiana, ya que con pérdidas anuales del 33%, sus títulos tienen margen para avanzar un 48,5% hasta su precio justo.

"Moncler se beneficia de una combinación única de crecimiento a través del volumen, una rentabilidad máxima con un margen ebit en niveles del 30% y un sólido historial de ejecución en el sector del lujo, defensivo y en crecimiento estructural, lo que nos hace confiar en que se alcanzarán los objetivos estratégicos", apuntan desde Bank of America.

Le sigue, por orden de menor nivel de riesgos ESG, Hermès. La gala es un ejemplo de la disparidad que en ocasiones producen los ESG, ya que S&P Global le otoga una nota baja. De hecho, es entre las grandes la que ofrece el menor potencial y el único mantener.

Kering (matriz de Gucci, entre otras) y Richemont (Cartier) reciben de Sustainalytics una buena nota (por debajo de 11), si bien la primera cuenta con refuerzo de S&P Global (84 sobre 100) y una AAA para MSCI. Sólo esta firma y Pandora ostentan la máxima calificación que otorga este proveedor.

Pero los analistas no sólo ponen el foco en lo relativo al impacto medioambiental. "En 2019 Gucci fue objeto de críticas por producir un jersey negro con pasamontañas y grandes labios rojos, con quejas de que se asemejaba a la cara negra. Kering se disculpó rápidamente y lanzó muchas iniciativas sobre diversidad e inclusión, incluyendo programas de becas y formación adicional. El impacto del escándalo fue una pérdida temporal de los ingresos de la marca (principalmente) en EEUU por los grupos demográficos afectados", recuerda Jefferies.

En cuanto a LVMH (la única sin potencial) tiene un nivel de riesgos de 12,4 (lejos de la barrera de los 30, que delimita los riesgos elevados), un 71 para S&P Global y una A para MSCI. "LVMH tiene el mayor nivel de diversidad étnica de alto nivel dentro del sector, con el fallecido Virgil Abloh y también Rihanna en la parte creativa; aunque esto no significa que no haya riesgo de cometer errores culturales, creemos que la probabilidad es menor y el impacto potencial es menor", apuntan desde Jefferies.

China acepta el material alternativo

Los compradores asiáticos, que representaron más del 60% del gasto mundial en lujo en 2021 –un mercado valorado en 300.000 millones de dólares sin contar los automóviles–, tienen mucho que decir en el viaje sostenible de las europeas.

Según una encuesta realizada el año pasado entre los consumidores chinos, región donde se produce la gran mayoría de las pieles de animales, "el 90% de los participantes aprobó un producto con materiales de nueva generación frente a uno convencional y el 70% declaró una alta probabilidad de adquirirlo y explicaron que buscaban alternativas por su preocupación por el medio ambiente, la calidad, el bienestar de los animales y el coste", señala Keri Szedja, fundadora y directora científica de la organización NMCG.